Cámaras de seguridad en casa: testigos y a veces hasta espías
Encuesta en EE. UU. determina que 1 de cada 4 admite que acecha al vecino. La inseguridad augura un alza en la demanda de sistemas de videovigilancia
Si su vecino tiene un sistema de videoseguridad en el hogar, existen buenas razones para mantener las cortinas de la casa desplegadas y también ser discreto con las actividades y movimientos en la calle para proteger la intimidad y la vida privada.
La impasible videovigilancia no frena la inseguridad
Leer másUna reciente encuesta ha desvelado que muchos estadounidenses no solo están usando sus cámaras de vigilancia para mantener su casa segura, sino también para espiar sistemáticamente al vecindario, según la plataforma Study Finds, especializada en la divulgación de investigaciones científicas y tecnológicas.
La encuesta, realizada a más de un millar de usuarios de cámaras de seguridad instaladas en su hogar, fue encargada por la compañía de ‘casas inteligentes’ Vivint, con sede en Provo (Utah, EE. UU). Pero sus datos y conclusiones probablemente puedan extrapolarse a otros países occidentales, teniendo en cuenta de la psicología humana, nuestra curiosidad innata y la tendencia de los estilos de vida a homogeneizarse en todo el mundo.
Dado el crecimiento previsto para esta industria en los próximos años, probablemente los ciudadanos estaremos más expuestos a estos sistema de videovigilancia en un futuro cercano, de acuerdo a la firma de Utah. Las personas que compran cámaras de seguridad generalmente instalan un promedio de tres de estos dispositivos en su propiedad, colocándolos en puntos focales como la puerta de entrada principal y en la sala de estar o salón, según la investigación.
Las cámaras exteriores son útiles para monitorear quién entra y sale de la casa, mientras que las interiores, con frecuencia, se destinan a un monitoreo intenso de los activos valiosos que están dentro de la casa, como los televisores en las salas de estar, o computadoras en los despachos u oficinas domésticas. Los principales motivos para adquirir una cámara de seguridad para el hogar son: asegurarse de que el entorno sea seguro, según manifiesta el 48,7 % de los encuestados; y evitar que los visitantes no deseados llamen a la puerta (el 23,9 %), de acuerdo a Vivint.
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Leer másEstos videoporteros electrónicos y monitores captan algunos hechos divertidos, sucesos extraños e incluso momentos impactantes, y desvelan algunas conductas sorprendentes por parte de los usuarios de estos sistemas, según la misma encuesta. Casi una cuarta parte de los encuestados (el 24,3 %) admitió haber usado sus cámaras para espiar a sus vecinos, según este estudio de Vivint, denominado “Most shocking things witnessed on security cameras” (Las cosas más impactantes presenciadas en las cámaras de seguridad).
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Leer másLas personas de la Generación X, nacidos desde mediados de la década de 1960 a mediados de la décadas de 1980, aproximadamente, tienen una afinidad particular con este comportamiento de espionaje doméstico, según la encuesta. En cambio, los usuarios más jóvenes a menudo tienen comportamientos muy diferentes de los de las personas mayores. Por ejemplo, el 30% de los encuestados de la Generación Z, nacidos desde mediados de la década de 1990 a mediados de la década del 2000, aproximadamente, explicaron que han usado sus cámaras de seguridad para evitar a las personas que tocaban la puerta. Según Vivint, las personas instalan cámaras en sus casas sobre todo para asegurarse de que su entorno sea seguro.
Evidencias de ‘otros mundos’
Estos sistemas de videovigilancia no solo han captado la preparación de alguna “fiesta sorpresa” o la llegada de una “visita no deseada”, que ya no pudieron sorprender a los habitantes de la casa, sino también una buena cantidad de visitas sorpresa ‘de otros mundos’. Más de 1 de cada 10 usuarios afirma que había visto en sus imágenes de seguridad la presencia de fantasmas o seres extraterrestres o incluso sucesos sobrenaturales, según la encuesta. Por otra parte, aunque muy pocos encuestados observaron un delito grave, muchos sorprendieron a sus vecinos y a veces también a personas que residen en su propia casa, haciendo algo inapropiado, como no recoger los desechos de sus mascotas o robar algo. Algunos padres sorprendieron a sus hijos adolescentes escabulléndose de la casa. Un encuestado de 58 años explicó que él y su esposa sorprendieron a su hijo invitando a personas sin su permiso.