Caminando libres y sin violencia

Ahora su voz ya no tiembla. Puede hablar de aquella experiencia sin penas. De ser violentada por su exconviviente, Adriana (nombre protegido) ha pasado a ser invencible. Camina libre y con la misma fortaleza que se dio a sí misma en los días de audiencias. Ya no hay miedos, tiene el respaldo de una justicia que emitió una resolución a favor suyo y de los derechos de su pequeña hija. Desde ahí se empoderó.

“El machismo es como una telaraña, te va atrapando. Yo tuve la suerte de salir con vida porque me separé a tiempo”, dice Adriana.

Como ella, empiezan a darse más casos de mujeres que alzan su voz. Ya no temen. Llevan consigo la sonoridad de muchas que, desde las redes sociales o de forma física, les dicen “te creo”, “no estás sola”, “lucha”. Están caminando juntas.

Como todos los 25 de noviembre, se conmemorará este año el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Un tema que sigue estremeciendo. Basta escuchar las noticias para encontrar casos en los que el femicidio ha sido el fin de toda una cadena inhumana hacia ellas.

SEMANA dialogó con expertas sobre este tema que afecta a todos, hombres y mujeres, como sociedad. Si bien un reportaje puede ser un poco limitado para un tema tan extenso, detrás de este se encuentra la intención de hablarlo en pro de que haya mujeres fuertes y libres de ese caos.

La red de apoyo es clave

A grosso modo, “la violencia es toda situación que transgreda la vida del otro, desde desgastar la autoestima hasta cometer daños físicos, entre otras formas”, explica la psicóloga María Gracia León.

Y cuando nadie interviene en una situación como esta, la misma se vuelve algo muy difícil de revertir.

“En una relación sentimental las actitudes violentas se reconocen en cualquier etapa, muchas veces en el enamoramiento. Cómo se manejan los problemas o qué cosas se lleva a un punto extremo, son conductas para considerar. Lo más notorio es el círculo vicioso. Es decir, cuando el maltratador consigue el perdón de su pareja, pero después de un tiempo vuelve a hacerlo y en una escala más fuerte”, señala la experta.

Ante esto, es importante recalcar que la víctima del maltrato no es responsable del mismo, no hay razón que justifique el uso de la violencia.

Entonces vale la pregunta: ¿cómo salir de ahí? León prioriza el hecho de reconocer que está siendo víctima y luego contar con una red de apoyo (familiares, amistades, etc.). “Debe ser alguien que sepa lo que está pasando esa mujer y que no minimice el problema. Que evite comentarios como: ‘¿Qué habrás hecho para que te pegue?’. Ahí, sin duda, está en la red equivocada”, comenta León.

Asimismo, recomendó que “una vez que realice la denuncia, debe evitar quitarla. Esta debe seguir en pie aun cuando el abusador pretenda manipularla”.

Y luego viene la vía del empoderamiento. “La afectada debe buscar la independencia económica, sobre todo cuando depende del agresor”.

Salir de esa relación de violencia y recuperarse (con ayuda terapéutica) es un gran paso.

Que el Estado no las ignore

A las víctimas de machismo se les sumó otro problema: la decisión del Estado de reducir en un 84 % el monto destinado para la implementación de la Ley de Erradicación de Violencia contra la Mujer.

Un recorte que se decidió a finales del año pasado, y en 2020 se han sentido las consecuencias. En lo que va del año se registran 94 femicidios, según las organizaciones sociales que llevan un recuento de estas cifras.

“Si tuviéramos un mejor presupuesto, estas muerte no estarían registradas”, asegura Juzz Pincay, comunicadora social, activista y defensora de los derechos de las mujeres. “Controlar la violencia es un trabajo de todos, pero debe estar en manos del Estado, ya sea creando políticas públicas o reformando leyes para contrarrestar este problema”, agrega.

Y es ahí cuando cita una frase de la activista argentina Rita Laura Segato: “El cuerpo de las mujeres es un lugar en el que se manifiesta el fracaso del Estado”.

“Lo que pediría ahora es que seamos exigentes con los candidatos presidenciales. Cuestionemos todo y exijamos perspectivas de género. Es la única forma para lograr que el Estado vuelva su mirada hacia nosotras”.

Sin duda, una lucha que se vuelve global y diarial, no solo los 25 de noviembre.

Dónde pedir ayuda

• Recuerde que si es víctima necesita ser escuchada. Puede ir a la Fiscalía más cercana y poner una denuncia, o también acudir a las unidades especializadas contra la violencia del Consejo de la Judicatura. Si es una emergencia, llame al ECU-911. Si necesita protección, marque 911 de la Policía. Y si requiere asesoría legal u otro tipo de información para su seguridad, al 151 de la Defensoría Pública.

• ‘Amiga, ya no estás sola’ es el plan estratégico de acción y apoyo de la M. I. Municipalidad de Guayaquil, que busca la prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes en el cantón Guayaquil. Si se encuentra en peligro inminente llame al 1800 112 112.

Ellas también alzan la voz

A nivel internacional hay famosas que entienden la importancia de generar conciencia y evitar que la violencia a la mujer siga ocurriendo en el mundo.

Charlize Theron. La actriz ganadora de un Óscar donó este año 500.000 dólares para albergues de EE. UU. y de su país natal, Sudáfrica, con la finalidad de apoyar a mujeres que sufren violencia, situación que se agravó por el confinamiento. Ella ha estado comprometida con esta causa, en parte porque tiene que ver con su historia. De pequeña vio cómo su madre mató a su padre en defensa propia.

Oprah Winfrey. La conductora es otra heroína sin capa. El pasado mes de mayo destinó 12 millones de dólares a organizaciones que se dedican a ayudar a comunidades que reciben muy poca atención de las autoridades. Una de sus aspiraciones fue llegar a madres víctimas de abuso doméstico durante la pandemia.

Salma Hayek. Es una poderosa activista que lucha contra la discriminación y la violencia de género, fundamentalmente en las comunidades de inmigrantes. Ella cuenta con su propia organización, Salma Hayek Foundation.

Evento

Del 25 al 29 de noviembre se realizará la II Cumbre Mundial de Mujeres, en la cual Ecuador es el país anfitrión. Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz, consta entre las invitadas. Inscripciones a www.mujeressinlimites.org

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