Carla Álvarez Aguirre: “Mi fortaleza es el arte”
Pintora, filósofa, exploradora y amigable: Así se califica a sí misma esta joven que ha debido atravesar toda clase de pruebas para demostrar su talento y valía en una sinuosa ruta de superación.
Al cumplir cinco años se le diagnosticó déficit atencional e hiperactividad en los Estados Unidos, un golpe difícil de asimilar para sus padres, Rodrigo Álvarez y Virginia Aguirre, pues determinaba un futuro incierto para su hija: tendría un proceso de aprendizaje lento y complejo y nunca podría hablar dos idiomas. Sin embargo, en contra de todo pronóstico, Carla ha logrado todos sus propósitos, rompiendo cadenas gracias a su bien templado carácter y el apoyo incondicional de su familia, sobre todo el de su madre, una mujer extraordinaria que lo ha dado todo por amor.
Muy joven aprendió a hablar perfectamente inglés gracias a una educación cien por ciento bilingüe. Pero el bullying escolar no faltó. Y es que Carla es diferente, no se deja atropellar por la abrumadora velocidad de la vida. En las curvas, subidas y bajadas va a su propio ritmo, mientras pinta y colorea su mundo, en un universo de colores y texturas que la adoptó desde siempre.
En el colegio, las matemáticas la aburrían y prefería dibujar calaveras y extraterrestres, sumergida en su creatividad, lejos de la bulla exterior que le producía el no poder responder como los demás esperaban o querían. La presión por encajar en un molde establecido fue tenaz y constante, pero su fuerza interior se resuelve diáfana, en una mirada profunda que se escabulle como niña y que lo dice todo.
Tras un largo proceso, a los 25 años fue diagnosticada finalmente con el síndrome de Asperger (*) luego de una feroz lucha contra un sistema cerrado e ingrato con quienes no se amoldan al estándar regular. Afortunadamente, los últimos tres años de secundaria los cursó en Estados Unidos, en un colegio que se adecuaba a sus necesidades, lo que resultó un respiro para la joven. Hizo amigos y la experiencia fue válida para lograr su primer gran título académico como bachiller.
A su regreso a Ecuador, siempre apoyada por Virginia, su mejor compañera de ruta, estudió arte en la Universidad San Francisco de Quito, porque ese ha sido su desfogue y canal de comunicación más natural. Aprendió técnicas y todo lo relacionado al campo hasta conseguir su título universitario, en un camino en el que Ileana Viteri, hija del pintor Oswaldo Viteri, la acompañó de cerca.
Carla ha impartido clases de arte a pequeños y su obra ha sido expuesta en varias ocasiones, incluso en Miami. En Plaza Lagos, Guayaquil, expuso su última colección de pinturas, en las que se destaca el fino detalle del mandala como un émbolo creativo que adiciona un toque de magia.
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- A los 25 años le diagnosticaron el síndrome de Asperger. ¿Por qué tan tarde?
A las mujeres que tenemos este síndrome nos diagnostican más tarde porque somos más luchadoras y maduras. De chiquita tuve problemas sociales y de lenguaje con los otros chicos, pero todos tenemos problemas de aprendizaje o diferentes condiciones y hay que aceptar y respetar la diversidad del ser humano.
- ¿Qué piensa del bullying?
Hay que tener cuidado de no insultar o tratar mal, porque no todos tienen la misma suerte. En el colegio hay chicos que no entienden y no respetan.
- ¿Practica algún deporte?
He practicado yoga los últimos tres años y eso me ha ayudado mucho a conocerme más profundamente. Antes solo pintaba y comía mal, mucha azúcar… estaba un poco deprimida, pero el yoga me ayudó a conectarme con el universo y conmigo misma.
- ¿Tiene muchos amigos?
Sí, tengo súper amigos… de la universidad y primos. Me gusta tomarme una cervecita con ellos.
- ¿Cómo empezó el arte en su vida?
Desde la niñez me gustaba pintar y mi mami me puso en diferentes cursos. En Quito, en Miami y en el Community College aprendí de grabado y otras técnicas hasta que estudié arte en la San Francisco.
- Es una mujer con un oficio hermoso…
Soy una artista definitiva, he expuesto varias veces y me gusta dibujar animales, sobre la naturaleza y del mundo de la fantasía. Mi dibujo favorito es con un delfín rosado amazónico en esta última serie.
- ¿Cuál es su gran sueño?
Quiero seguir viajando más, conocer más amigos y ser más independiente.