Christian Norris, actor  y productor ecuatoriano
Christian ama viajar. Tiene pendiente ir a la India y explorar el continente asiático.ANGELO CHAMBA

Christian Norris: “Mateo Santini es mi alter ego”

A sus 47 años, el protagonista de 'El ángel de piedra' enrumba su carrera apostando al turismo rural, campo en el que la producción televisiva aún lo acompaña.

A poco de cumplir 47 años, el actor y productor conserva ese aire de niño ‘cutie’ de 9, cuando enamoró a todo un país a través de la pantalla chica en ‘El ángel de piedra’. Protagonizaba al inolvidable Mateo Santini, personaje que lo catapultó al estrellato criollo de los 80 con una calidez y dulzura inolvidables. Casi cuatro décadas después, con una larga historia en producciones nacionales y diferentes participaciones en medios de comunicación, se revela un hombre maduro que ha vivido lo suyo, con un nombre que, más allá de la figura pública, es lo que se ve en la vida real: espontáneo, sencillo, de buen trato, confiable y también carismático.

“Cuando hice ‘El ángel de piedra’ cumplí 10 años grabando y me hice muy famoso. ¡Iba a centros comerciales y la gente rompía vidrios para verme! Causaba estragos por donde iba. Los primeros meses, mi mamá no quería que saliera de la casa y luego yo no quería salir tampoco. Pero fue una experiencia muy linda, con una psicología de que la fama es pasajera. En cambio, mi adolescencia no fue tan buena en el sentido de que tenía muchas niñas y chicas fans que me perseguían por todo lado, y cuando iba a fiestas siempre había problemas con los hombres. Creo que había un poco de celos, por eso aprendí a defenderme a los puñetes. Por el otro, esta carrera es muy linda porque la gente te reconoce, te saluda, te pide fotos y eso me encanta”.

Para el actor, productor y director de televisión, el tiempo ha corrido a mil y, con él, ha ido tejiendo su propia historia, una que condensa triunfos, luchas, sueños y también fracasos, que lo han impulsado a donde hoy se encuentra en su vida personal y profesional.

“Sigo siendo el Mateo Santini de siempre. La gente me reconoce y recuerda así. En Manabí, cuando me saludan, yo respondo como si así fuese. Es como mi alter ego”.

Soy galapagueño y quisiera construir un centro y una casa para vivir en mi retiro, viendo a mis hijos vivir felices y haciendo lo que les encanta.

Su centro

La familia ha sido su fuerza, lo que lo ha mantenido en equilibrio mental y emocional. Contuvo el incendio que representó la fama en su juventud, expuesto a todo lo que significa la farándula, y al mismo tiempo apoyó desde el inicio su pasión por la televisión.

Con una interesante mezcla entre británico y cuencano, el orden y el formalismo los heredó de un padre muy presente en la crianza y desarrollo de seis hijos, priorizando la libertad de palabra y pensamiento en casa. Así, dieron alas a su precoz pasión por la actuación, con una madre que fue su mánager desde el día uno.

En medio de esa particular situación, el hecho de crecer y vivir siempre en un área rural definió en gran parte la suerte y destino de Norris, quien hizo del deporte, la aventura y el amor al campo su otra moneda, lo que ha complementado su perfil como personaje público.

‘Norris viajando’

“Desde muy joven fueron años mágicos involucrándome en la televisión de cabeza. Hice programas de niños, series, telenovelas, coproducciones con Colombia y México y concursos de alta sintonía con franquicias argentinas… Mi carrera se enrumbó hasta hacer el noticiero del amanecer en Ecuavisa por cinco años. Hasta que tuve un ‘burn out’ por tanto trabajo. Corría maratones, estudiaba mi licenciatura y trabajaba desde muy temprano… Paré seis meses, decidí ir por la medicina natural y me reconecté con la montaña y el campo, hasta decidir que lo que quería era hacer reportajes viajando por el Ecuador. Armé mi productora y en Ecuador TV saqué adelante mi proyecto ya como jefe de ‘Rodando Ecuador’, que fue tan importante como ‘El ángel de piedra’ en mi carrera”.

Así despegó otra faceta de su carrera, como productor y director independiente en KayTrek.com, que cuenta con una plataforma de viajes rurales, su programa ‘Norris viajando’ en la televisión nacional (Ecuador TV) y una exposición permanente en las diferentes redes, haciendo del turismo rural su nicho de trabajo actual, lo que demanda viajes y traslados constantes a lo largo de todo el país. Incluso en sus vacaciones familiares, el productor apuesta por destinos internos donde también aprovecha para grabar y realizar programas que dan a conocer la riqueza natural y gastronómica del Ecuador. En el camino aprendió a vender mejor sus ideas y ganó dos concursos, Emprende Turismo y el del fondo Emprende, con lo que arrancó su plataforma digital.

“Amo a mi país y su gente, lo que me hace involucrarme en el turismo, que es una gran industria. Por cada dólar que entra, se reparte siete veces entre transporte, hotelería, gastronomía, eventos, tours y mucho más. Mi proyecto es impulsarlo con los municipios y emprendedores rurales que están invisibilizados… Así encontré una manera de ayudar haciendo programas, mostrarlos en la pantalla y las redes sociales. Con mi plataforma se simplifica, porque hay mapas y recomendaciones personales. Es como un Trip Advisor o Kayak”.

Cara a cara

  •  ¿La fama alguna vez le mareó?

Siempre fui muy sano y deportista, a pesar de que en el mundo de la farándula se está expuesto a muchas cosas. A parejas en diferentes momentos les ha costado, pero he aprendido a llevarlo bien. Además, lo que eres en la calle, lo eres en la casa.

  • ¿Cómo está conformado su equipo base?

Lo llamo mi equipo guerrilla. Un editor, un camarógrafo y siempre me acompaña algún miembro de mi familia para apoyar en lo que sea necesario. ¡Somos pocos pero solventes!

  • ¿Está enamorado?

Sí, mi novia es Camila Matus. Estamos juntos más de dos años y tenemos una empresa de bienestar emocional. Ella es experta en yoga, respiración, muy formada en dar salud y bienestar emocional a empresas, y nos ha ido muy bien.

  • ¿Planes a futuro?

Ir por el mundo con la familia. Tengo un pendiente de ir a la India y explorar el Asia. También me gustaría ir por Argentina y México. No sé cómo o cuándo lo haré, pero me encantaría.

  • ¿Quiénes conforman su familia?

Tengo dos hijos hermosos: Tomás de 16 y Samuel de 9. Me acompañan mucho y nos llevamos muy bien. Están la Cami y su hija, que es muy linda. También mi madre Lucía, siempre muy cercana (mi padre falleció hace algún tiempo y siempre lo recuerdo). Y mis hermanos, los Norris Crespo, somos un puño.

  • ¿En qué es ingrata la televisión?

Es ingrata si se te vuela la cabeza o si sales del aire un par de veces, vas perdiendo como el camino. La TV exige que cuides tu vida privada y te comportes sin escándalos ni nada. Así fui formado por mi familia. En un restaurante, la gente se acerca a pedir fotos; puede ser difícil para otros, pero yo me paro, dejo la cuchara y me tomo las fotos que sea. Son dinámicas que hay que aprender a manejar, pero a mí me encanta.

  • ¿Qué defectos tiene?

Puedo ser un poco ansioso e insistente frente a mis propios ritmos y eso puede afectar a otros. También suelo ser muy positivo, lo cual puede ser negativo, porque no logro contextualizar a veces la gravedad de una situación hasta que se viene encima.

  • ¿En qué se ha equivocado?

Muchas veces. En tomar decisiones apresuradas en relaciones personales y laborales que retardaron mi desarrollo profesional incluso. Eso me arrastró tiempo.

  •  ¿Cómo serán sus vacaciones?

Será un recorrido por la selva, luego subiré al Tungurahua, Chimborazo; avanzaré hacia Guayaquil y luego iremos por la Ruta del Sol. Es un ‘road trip’ familiar, pero haré también grabaciones.