Club Rotario Guayaquil entrena a los niños en servicios sociales

El Club Rotario Guayaquil es el más antiguo. Y entre sus años destaca el aporte a la sociedad civil, a la academia y al sector hospitalario. En este 2024 se dedicó al programa de empoderamiento de niñas que afronta el maltrato intrafamiliar, maltrato a los menores, falta de sueño e iniciativa en la vida personal y profesional. 

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A esto le suman otras iniciativas como: las brigadas médicas, servicios oftalmológicos, odontológicos, dentales e incluyendo el veterinario, con especialistas socios del club a comunidades de escasos recursos económicos. 

“Hace una semana visitamos un pueblo cerca de la Costa, donde se desarrolló una brigada médica para 300 personas. Con este tipo de servicios buscamos que el programa tenga el impacto y la sociedad pueda beneficiarse en su salud. Son varios profesionales con los que llegamos a las comunidades”, comenta José Jaramillo, presidente del Club Rotario Guayaquil. 

El proyecto de azúcar está dirigido a los habitantes de Santa Elena, Aguas Verdes, Cristal, Chanduy y Durán. Hay otros trabajos que son en Educación y que toma más tiempo. Por ejemplo: el programa Catch que está basado en evidencias que preparan a los niños para toda una vida de elecciones saludables en la alimentación y actividad física. 

Programas de salud

Se trabaja con las escuelas y comunidades para ayudar a prevenir la obesidad infantil con un programa interactivo y divertido. Aparte de ello, se preocupan por los entrenamientos a niños en el ámbito social. 

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“El programa de los Interact y los Rotaract que son las versiones jóvenes de los rotarios. Los Interact los tenemos en varios colegios. Son niños, que desde muy pequeñitos, aprenden a hacer labor social y en esa labor social se debe ver beneficiado otras personas”, recalca Jaramillo.

El grupo de jóvenes toman acción y marca la diferencia en la escuela o comunidad. También descubre nuevas culturas y promueve la comprensión internacional. Se destaca como un líder y logra divertirse y ganar amigos alrededor del mundo.

El Club Rotario apuesta por la prueba cuádruple con el nombre de Marianita Roldós Aguilera. Se trata de una guía de conducta ética sin tonos políticos ni religiosos que usan los rotarios para guiar sus relaciones profesionales y personales.

Con cuatro premisas: ¿Es la verdad?, ¿Es equitativo para todos los interesados?, ¿Creará buena voluntad y mejores amistades? y ¿Beneficiará a todos los interesados? Está traducida a más de 100 idiomas, la Prueba Cuádruple está dirigida a los jóvenes de colegios de Guayaquil, Quito e Internacional. 

Para el 21 de noviembre la realiza el Club Quito y para el 28 de noviembre la prepara el Club Rotario Guayaquil. Ellos desarrollan un temario sobre aspectos propios de la sociedad, es decir: seguridad y cuidados y cómo la prueba incide en el cuidado personal, en la verdad y en lo que podemos generar para la sociedad.

“Los niños del Liceo Panamericano con sus juguetes para época de navidad recogen lo suyos y los regala a comunidades de Vía a la Costa o a niños que no tengan acceso a regalito navideño. Ellos agrupan sus recursos y les realiza una fiesta. Es una forma de ser solidaria que lo hacen de pequeños y avanzan”, acota.

Por su parte, los Rotaract deciden cómo van a organizar y gestionar sus operaciones, administrar sus fondos y planificar e implementar actividades y proyectos a favor de causas importantes en la comunidad.

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