Cócteles, no son tan inofensivos como parecen
Son una dulce tentación, de la cual no hay que abusar. Sus altos niveles de azúcar son tóxicos para la salud.
La época navideña es un momento del año al que se le ha otorgado un gran significado sentimental porque se celebra entre familiares y amigos; razón por la cual, cuidar de una alimentación saludable suele dejar de ser una prioridad. Nos relajamos y damos rienda suelta a los excesos de comidas y bebidas, sobre todo el alcohol.
Las bebidas alcohólicas tienen un impacto importante en la salud, especialmente sobre el hígado, las hormonas, el cerebro y el sistema gastrointestinal; a través de 2 rutas metabólicas diferentes que dependen del grado alcohólico de las bebidas y de su contenido en carbohidratos.
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El grado alcohólico es importante
Cuando el alcohol pasa por el hígado, este órgano relega la digestión de alimentos, se enfoca en metabolizarlo y sacarlo del cuerpo lo antes posible por ser una sustancia que causa mucha toxicidad. También afecta rápidamente al cerebro y otros sistemas del organismo.
Durante su metabolismo, el alcohol se convierte en acetaldeído, y luego de pasar por el hígado, es transformado en acetato. Este compuesto bloquea el ciclo de krebs, donde se da la producción de energía en el cuerpo; es por esto que durante una resaca no estamos motivados a actividades de alta demanda energética. Esto, además, afecta a las funciones naturales de reparación y funcionamiento del cuerpo que también necesitan de esa energía.
Los cócteles engordan
Cuando una bebida alcohólica (whisky, vodka, tequila, ron o ginebra) pasa por el proceso de destilación, pierde su concentración de carbohidratos, debido a que el azúcar que contiene se fermenta. Este proceso impide estimular hormonas anabólicas como la insulina. Aunque regularmente, cuando una persona consume cócteles, el alcohol es mezclado con otras sustancias o ingredientes que contienen azúcar como jugos, frutas, colorantes y saborizantes, las mismas que activan dichas hormonas, desencadenando la acumulación de grasa a través de nuevas rutas metabólicas. Los carbohidratos de la comida que se consumen durante las reuniones navideñas también influyen en este proceso de activación hormonal que promueve el almacenamiento de células adiposas.
Una sola vez al año...
Si va a consumir alcohol, sea consciente y establezca un límite antes de asistir a sus celebraciones. Por ejemplo, decidir beber de 1 a 3 servicios de la bebida que elija. De ser posible, sustituir los cocteles y optar por una bebida fermentada específica que no contenga ingredientes que aporten azúcares o carbohidratos y con reducido grado alcohólico como los vinos tintos, vinos blancos, champán o cerveza. Cuidado con esta última, ya que aumenta el nivel de alcohol en el cuerpo de manera rápida y significativa.
10 gramos de alcohol por hora
Nuestro cuerpo solo puede procesar 10 g de alcohol por hora, por lo tanto, la hidratación es muy importante, ya que promueve el drenaje de alcohol del cuerpo. Por cada trago, beba de 4 a 5 tragos de agua.
Restrinja el consumo de azúcares y carbohidratos de sus comidas mientras bebe y no olvide descansar lo suficiente para acelerar el proceso de recuperación de su organismo.
Una simple costumbre social
Es importante que resignifiquemos las celebraciones navideñas y hacer que el punto central del festejo sea disfrutar sin excesos de un encuentro familiar, donde prioricemos nuestro bienestar y el de los demás.
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