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Consumir carnes rojas excesivamente aumenta el riesgo de demencia, según Harvard

Estudio revela un vínculo entre las carnes procesadas y el deterioro cognitivo a largo plazo

Un reciente estudio liderado por miembros de la Escuela de Salud Pública de Harvard y publicado en la revista Neurology arroja nueva luz sobre los efectos del consumo excesivo de carnes rojas procesadas en la salud cognitiva. 

Según los hallazgos, las personas que incluyen habitualmente alimentos como salchichas, embutidos y tocino en su dieta presentan un 13% más de riesgo de desarrollar demencia en comparación con quienes consumen menos de estos productos.

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Aunque las investigaciones previas ya habían establecido vínculos entre el consumo de carnes rojas y enfermedades como la diabetes tipo 2 y afecciones cardiovasculares, este estudio ofrece evidencia más clara sobre cómo las carnes procesadas impactan negativamente en el cerebro. 

Los autores destacan que la ingesta regular de al menos 0,25 porciones diarias de carnes procesadas podría acelerar el envejecimiento cognitivo y aumentar el riesgo de deterioro cognitivo subjetivo, una condición que precede a la demencia.

Un análisis exhaustivo y de largo plazo

El estudio utilizó datos recopilados durante más de cuatro décadas a partir de dos amplias cohortes de profesionales de la salud en Estados Unidos: el Nurses’ Health Study (NHS) y el Health Professionals Follow-Up Study (HPFS). En total, se analizaron los hábitos alimenticios y la salud cognitiva de 133,771 participantes con una edad promedio de 49 años al inicio del análisis.

El equipo de investigadores empleó cuestionarios validados sobre frecuencia alimentaria para evaluar el consumo de más de 150 tipos de alimentos, diferenciando entre carnes rojas procesadas y no procesadas. Asimismo, evaluaron la función cognitiva mediante entrevistas telefónicas y reportes declarados de deterioro cognitivo.

Procesados vs. no procesados: ¿por qué la diferencia?

Si bien las carnes rojas en general pueden afectar la salud, los efectos negativos se acentúan en las carnes procesadas debido a su contenido de sustancias potencialmente tóxicas. Estas incluyen nitratos, compuestos N-nitrosos, sodio y subproductos como aminas heterocíclicas y productos finales de glicación avanzada. Estas sustancias pueden inducir estrés oxidativo, inflamación y neurotoxicidad, factores que contribuyen al desarrollo de demencia.

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Una solución accesible

Uno de los hallazgos más alentadores del estudio fue la posibilidad de mitigar los riesgos mediante cambios dietéticos. Los investigadores observaron que sustituir una porción diaria de carnes procesadas con opciones más saludables, como nueces, legumbres o pescado, podría reducir el riesgo de demencia hasta en un 28%.

“Es fundamental ofrecer alternativas concretas al público. Decir simplemente que reduzcan la carne roja no es suficiente; necesitamos sugerir opciones específicas como las proteínas de origen vegetal o el pescado”, afirmó el Dr. Daniel Wang, autor principal del estudio y profesor de la Escuela de Medicina de Harvard.

Por otra parte, la Dra. Yian Gu, investigadora en neurología de la Universidad de Columbia, señaló que esta investigación refuerza la evidencia de que las carnes procesadas son perjudiciales para la salud cognitiva. “Es un paso importante para comprender cómo ciertos alimentos influyen en la salud cerebral a largo plazo”, afirmó.

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