Superar la pérdida de un ser querido toma tiempo
Lidiar con el dolor que genera la pérdida de ese ser querido es parte de la fase del duelo.Internet

Cómo continuar con la vida

Mientras más compleja o tumultuosa haya sido la relación con la persona fallecida, más difícil puede ser asimilar la pérdida

Cuando perdemos a un ser querido, sentimos que algo de nosotros se ha ido también y sobrellevarlo puede ser uno de los mayores retos a enfrentar.

Sabemos que la muerte es parte del proceso natural de la vida, pero, aun así, dependiendo de las circunstancias en que se hayan dado los hechos, es inevitable sentirnos golpeados ante la pérdida, lo cual puede dar lugar a largos períodos de tristeza y depresión.

Todos reaccionamos de manera diferente ante la muerte y nos valemos de nuestros propios mecanismos para lidiar con el dolor que esta conlleva. La fase de duelo puede tomar algunos meses o incluso años, dependiendo de los recursos con los que cada individuo cuente para afrontar la situación.

Mientras más compleja o tumultuosa haya sido la relación con la persona fallecida, más difícil puede ser asimilar la pérdida; aparecen los remordimientos por asuntos no resueltos, la amargura por las palabras dichas y más aún por las no dichas. Surgen los “si hubieras” envueltos en una maraña de recuerdos y pendientes que ya no pueden ser.

La mayoría de nosotros puede superar la pérdida y continuar con la vida, lo cual habla de la capacidad de resiliencia que poseemos. Sin embargo, algunas personas lidian con el duelo por más tiempo y se sienten incapaces de llevar a cabo sus actividades cotidianas.

Más allá de considerar la posibilidad de buscar un profesional que los acompañe en esta etapa, existen ciertas acciones que podemos poner en práctica para afrontar este difícil momento.

Lo primero es conversar con un ser querido acerca de lo sucedido. Negarse a tocar el tema solo genera que las emociones permanezcan dolorosamente contenidas, además de que puede generar frustraciones y resentimiento en el entorno inmediato que espera ser de ayuda.

Lo siguiente es aceptar tus emociones. Poner en palabras lo que estás sintiendo tiene un efecto “alivianador”. Cuando reconoces que sientes frustración, rabia, tristeza, etc.,  eres más propenso a entender los motivos por los cuales te sientes así, lo cual en algunos casos sirve para perdonar al que partió y perdonarte a ti también.

Recuerda que, muy posiblemente, no solo eres tú quien está luchando con el dolor de la pérdida, por lo tanto, intentar ayudar a otros que también lidian con la pérdida es una buena forma de superar este momento juntos, recordando anécdotas y compartiendo recuerdos.

Intentar ayudar a otros es una buena forma de ayudarnos a nosotros mismos.