Convivir con los suegros ¿Divorcio a la vista?
La realidad no suele ser como las expectativas cuando se da el paso de vivir bajo el mismo techo. Le damos una guía para vivir en armonía.
Para muchas parejas recién casadas, o en unión de hecho, vivir en un departamento o casa propia suele resultar una odisea por los precios de los alquileres o los obstáculos a la hora de acceder a un préstamo.
Por eso, cada vez son más las historias de quienes optaron por tocar la puerta de los padres de uno de ellos para convivir bajo el mismo techo, con el riesgo de que más adelante no todo sea paz y armonía.
Rodrigo y Andrea (nombres protegidos) iniciaban recién su matrimonio y por motivos de remodelación del departamento donde vivirían, decidieron ir a vivir un tiempo en la casa de la mamá de él. “Era la única opción ya que alquilar momentáneamente una suite se nos salía del presupuesto”, recuerda Andrea “en ese entonces estaba próxima a dar a luz, y si bien fueron cerca de dos meses nuestra estadía ahí, ese tiempo fue suficiente para que la relación con ella fuera caótica”.
La dulce espera se volvió pesadilla. “Era notoria su sobreprotección con Rodrigo. Eso hizo que ella me vea como su rival y hable a mis espaldas”, cuenta. Tiempo después vino lo que más temía. “Luego de que nació el bebé, por cuestiones de trabajo teníamos que irlo a dejar ciertas horas en la casa de ella, su forma de crianza con mi pequeño fue el detonante. Se puso nuevamente en el plan de que ella era la buena y yo la mala. Vinieron las discusiones, Rodrigo se puso de su lado y ahí vino el divorcio”.
Historias como estas ya las ha puesto en alerta el Papa Francisco. "Tengan cuidado al expresarse (Las desviaciones) del lenguaje son uno de los pecados más feos de las suegras", advirtió el mes pasado en su audiencia en la Plaza de San Pedro.
En SEMANA conversamos con expertas para dar una guía de cómo lidiar con los suegros sobre todo cuando viven en una misma casa. (GMR)
Rivalidad entre nueras y suegras
Los inconvenientes entre suegras, nueras o yernos suelen ser muy habituales en cualquier familia.
Según explicó Cristina Castillo, psicóloga y con un postgrado en terapia de parejas, esto es común cuando hay convivencia con suegros, o cuando la pareja se apoya en ellos para cuidar a sus hijos cuando van a laborar.
Sin embargo, “hay más problemas de nueras con suegras, que de yernos con suegros. Y en la mayoría de casos se debe a un tema de poder, conocido como sobreprotección. Ellas sienten que le están quitando a su hijo. Asimismo, interviene la forma en cómo educan a los nietos (en el caso de que les toque cuidarlos). Y la falta de límites”, enumeró como los principales focos de conflicto.
El problema se acrecienta cuando se guarda silencio y no se buscan solucionar las cosas de inmediato. “Dentro de la pareja, es fundamental que el mismo hijo sea lo suficientemente maduro para que ponga límites a su mamá. No es recomendable que lo haga la nuera porque el vínculo es muy frágil y puede empeorar la situación entre ellas”, sugirió.
Sin embargo, si el hijo cede a los caprichos de su madre, es probable que empiece a tener problemas con su esposa. “El varón debe comprender que una vez que se casa, su prioridad deben ser su mujer e hijos. Ellos son su familia nuclear. En cambio, sus padres y hermanos son su familia de origen”, explicó.
La comunicación y límites entonces son clave para que no se llegue a otro problema mayor, como un divorcio.
Evite a largo plazo
La Biblia dice “Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2:24). Sin embargo, la economía no suele permitir que de inmediato se logre esa independencia.
Soraya Weir, orientadora familiar, recalca que cuando se opte por convivir con suegros, “antes de dar el paso, la pareja debe analizar con objetividad cómo va influir esa convivencia a su relación de pareja, y asimismo, a sus hijos. En base a eso poner límites desde el inicio que llegan a esa casa, para que todo sea armonioso y en respeto”.
Sin embargo, hay muchas veces que la realidad no es como la expectativa. “Hay personalidades que no congenian. Suegros que tienen temperamentos muy difíciles. Ante eso, la clave será que la pareja esté siempre comunicada para descubrir lo que siente o sufre el cónyuge. Si ellos ven que la convivencia no resultó sostenible, opten por salir de ahí para que la relación sea más saludable”, enfatizó Weir.
Similar criterio comparte Castillo, “es mucho más saludable vivir fuera de la casa de los suegros; la pareja encontrará algunas ventajas como mayor independencia, los ayudará a madurar su relación y a no depender de terceros”.
“Lo ideal es que esto sea momentáneo, y no sea visto a largo plazo, sobre todo si es una pareja que recién está formando su hogar y necesitan asentar las bases de su relación”, acotó Weir.
“La terapia, o salud mental, debe ser parte de la canasta básica. Debe verse como un estilo de vida. Lo que se recomienda es que el tiempo que pasen en ese proceso terapéutico sea igual o proporcional al tiempo del trauma generado”, sugirió.
No descarten terapia
La relación de pareja está inestable, ¿ahora qué?. Para Sofía Benavídez, asesora familiar integral, cuando la convivencia fue conflictiva es importante que sane no solo la pareja sino también los hijos, en caso de que sean adolescentes y hayan presentado irritabilidad en esa etapa.
“La terapia, o salud mental, debe ser parte de la canasta básica. Debe verse como un estilo de vida. Lo que se recomienda es que el tiempo que pasen en ese proceso terapéutico sea igual o proporcional al tiempo del trauma generado”, sugirió.
Mientras están en esa cuerda floja, es necesaria la mirada objetiva de una especialista a fin de que brinde ayuda. Para Benavidez, esto podría evitar incluso hasta divorcios.
Cómo llegar a acuerdos con los suegros
Para Soraya Weir, “cuando se quiere tener buena comunicación, uno no ataca, sino que controla sus emociones y sentimientos”. Para lograr que sea armoniosa la relación con los suegros, sugiere estos tips.
- Baje la guardia: Para priorizar la armonía, tome una actitud de respeto al momento de comunicar lo que le está afectando.
- El mismo hijo: Cuando hay conflictos es preferible que quien tenga el vínculo sanguíneo con los suegros sea el que medie la situación y ponga límites.
- No eche culpa: El diálogo no consiste en hacer sentir mal a los involucrados, ni de romper relaciones entre la familia política. Se dialoga para el bien de todos.
- No espere que pase el tiempo: Si algo le afecta, converse ese mismo día.
Aprenda a convivir
A fin de que se mantenga una buena relación suegra-nuera-yerno, la psicóloga Cristina Castillo da las siguientes pautas.
- Eviten las críticas y comparaciones: Así conseguirán que no haya tensión familiar ni situaciones comprometedoras.
- Establezca límites: Cuando se tiene claro los límites esto incluso ayudará a que los hijos entiendan que la autoridad principal siempre serán los padres.
- Priorice a su familia: Hay que tener clara la importancia de la nueva familia que se armó. Esa es su familia nuclear (esposo/a y los hijos que tengan (o no) de esa relación). No se trata de dejar a un lado la familia política, pero sí dedicarle más atención a los suyos, estar atentos como se sienten o les afecta esa convivencia.
- Suelte la sobreprotección: Es necesario que los padres entiendan que los hijos crecieron y que no deben ponerse en competencia con la pareja.