Coronavirus: las mascarillas caseras, una alternativa ante la escasez
Expertos explican que no se debe usar cualquier material para la elaboración casera de este artículo
Para nadie es un secreto que cada vez es más complicado a acceder a los insumos médicos más solicitados durante este brote de coronavirus. Y aunque la Organización Mundial de la Salud han manifestado en múltiples ocasiones que no son necesarias si no presentan síntomas, las mascarillas no son la excepción.
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Este implemento que se ha vuelto común en nuestro día a día, es cada vez más escaso e inaccesible para la población y más cuando muchos expertos han comenzado a advertir que no usarlas puede resultar un grave error. Pero es importante tener en cuenta que, aunque en los últimos días la evidencia a favor de las mascarillas se ha ido acumulando, aún no es todo lo sólida de lo que debería.
Aun así, la idea generalizada de que la mascarilla es una “protección vital” en la actualidad puede llevar a muchos ciudadanos a plantearse la posibilidad de elaborar sus propias mascarillas. La buena noticia es que tiene sentido plantearse hacer este tipo de protecciones de forma artesanal, pero tomando en cuenta que no vale fabricarlas de cualquier manera. Esto es lo que sabemos sobre la eficacia, fabricación y uso de las mascarillas caseras.
Como se ha explicado en otras ocasiones, las mascarillas quirúrgicas son muy útiles para evitar la propagación del virus, pero "no proporcionan una protección completa" ante él, y como no son herméticas ni requieren elaborados mecanismos, a nivel teórico no hay ninguna razón para descartar que se puedan elaborar en casa este tipo de barreras.
Pero sí hay que tener en cuenta que el hecho de que se puedan hacer en casa no quiere decir que se puedan elaborarse de cualquier manera. En resumen, si bien la evidencia científica disponible nos dice que las mascarillas caseras dan peores resultados que las homologadas, pueden ser una alternativa aceptable si no tenemos otro tipo de mascarilla.
Así que vamos a analizar algunos puntos a tener en cuenta para elaborar de la mejor forma posible una mascarilla.
El material: en cuanto a las mascarillas homologadas se pueden encontrar en el mercado de distintos materiales. Sin embargo, el que actualmente da mejores resultados se fabrica mediante un proceso de extrusión de polímero fundido que crea un entramado de micro y nanofibras muy tupido que actúa de filtro. Lo que se conoce como un tejido no tejido (TNT) convencional, un tipo de material que no suele estar disponible en casa.
Por ello, algunas instituciones ya han dado algunos consejos básicos sobre el material recomendado para la elaboración de este tipo de mascarillas, que pueden llegar a ser toallitas secas de bebé, pañuelos o paños de lavar las gafas y fundas de cojín; no obstante, el material que presenta mejor eficacia de filtrado y que se adapta mejor al rostro es la tela de camisetas cien por ciento de algodón.
Aunque el mejor material parece ser el de las "mascarillas quirúrgicas" homologadas (con un 85% de eficacia frente a partículas de 0,02 micras), le siguen de cerca las bolsas de aspiradora al vacío (86%), los trapos de la cocina (73%), los tejidos de mezclas de algodón (70%) y las fundas de almohada antimicrobianas (68%). Mucho más lejos están el lino, la seda o las bufandas.
La ergonomía: aunque parezca algo trivial, la forma y la comodidad de la mascarilla son esenciales para asegurar su utilidad. Como señalan las autoridades, la incomodidad en el uso de las mismas puede incrementar el número de veces que nos tocamos la cara (aumentando el riesgo de "contagio por contacto"). El modelo elegido debe combinar, por tanto, un buen ajuste y aislamiento con la comodidad de uso.
Luis Chiriboga, expresidente de la FEF, muestra cómo hacer una mascarilla casera
Leer másOtro punto igual de importante que los anteriores es el aprender a usarlas. Y esto parte de que los equipos de protección individual pueden generar una "sensación de seguridad" que nos puede llevar a cometer otras acciones poco seguras, llamadas también 'conductas de riesgo', que las que haríamos sin ellos. De ahí la insistencia en que "las mascarillas solo son eficaces si se combinan con otras medidas de prevención.
Y finalmente otro factor indispensable es el aprender a usarlas y eliminarlas correctamente. Es sorprendentemente habitual ver cómo muchas personas cometen errores en este punto.
En el caso de la colocación, es importante que la mascarilla cubra correctamente la nariz y la boca, evitando que queden huecos o aberturas por las que pueda colarse o salir aire sin "filtrar". Y al quitárselas, hay que recordar que debemos tocar lo menos posible la superficie de la mascarilla para evitar contaminarnos las manos sin darnos cuenta.