¿Podemos relajar las medidas con los adultos mayores?
El médico geriatra Aldo Guevara asegura que hemos caído en los extremos en nuestro deseo de cuidarlos y que eso les ha afectado. Recomienda qué hacer
Apenas inició la pandemia de COVID-19, lo primero que se escuchó es que había que proteger a nuestros adultos mayores por estar entre los grupos vulnerables. Se evitó que salieran de casa y también que alguien más entrara a ella. Los contactos eran solo por teléfono o desde la puerta.
El doctor Aldo Guevara D'Aniello, médico geriatra y gerontólogo, dice que el primer error que cometimos fue el lenguaje que usamos con ellos. "La gente de tercera edad vive aterrorizada desde marzo por todo lo que le dijeron. Sí, era la población vulnerable, debía de cuidarse, pero lo que se ha ocasionado es terror, psicosis, depresión y los que eran medianamente dementes son ahora totalmente dementes", indica.
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- Las medidas se han ido relajando para la población en general, ¿podemos también relajarlas para los adultos mayores?
El relajamiento para ellos hace rato que debió darse, eso sí sin olvidar las medidas de higiene y el distanciamiento. Hay que sacarlos a dar una vuelta aunque sea por el portal de la casa. Hay gente que casi no caminaba y ahora no camina nada. Generalmente, las personas mayores son cómodas y si les dicen que no se muevan, no se mueven nunca.
- Pero persiste el temor de que puedan enfermar...
En marzo, cuando comenzó la explosión, era lógico, pero a fines de mayo estaba prácticamente parada nuestra curva y más en junio. Había poco a poco que ir aflojando. Debemos recordar que en la gente mayor es importantísimo el contacto, el escuchar, el estar, el tranquilizar... No hay algo que más les afecte que el aislamiento. A muchos les hablaban simplemente por teléfono o por videollamadas. La necesidad de hablar con alguien, así sea a dos metros, es importante. He tenido pacientes que no son graves y una de ellas de más de 70 años me preguntaba si podía ir a tomar un café y le dije que sí, que ya puede hacerlo manteniendo dos precauciones esenciales: las medidas de higiene y el reforzamiento de su inmunidad.
- ¿Cómo reforzamos su inmunidad?
Con elementos de la naturaleza y con un régimen alimenticio cargado de proteínas, porque las proteínas son defensas. Proteínas son todas las carnes, los granos, los derivados de los animales como la leche y los huevos... Ecuador es un país rico en granos, chochos, lentejas, frejoles, choclo... Además, hay en el mercado refuerzos de proteína. Los granos y carnes no engordan, pero sí me mantienen firme, me dan tono muscular y ánimo. Y luego hay una cantidad de elementos como la dulcamara, que es una planta que eleva la inmunidad y es un regenerador celular.
- ¿Y ya pueden recibir visitas?
Una abuela me comentó que cómo puede ser que lleven a sus nietos solo hasta la puerta o al jardín y que tenga que verlos desde la ventana. Eso es exagerar. Si ni uno ni otro tiene COVID-19 o ya cuenta con anticuerpos específicos para el virus, por qué no voy a permitir que me visiten los nietos, por turnos. Si son muchos, que me vayan visitando de tres en tres.
- ¿Y pueden besarlos y abrazarlos?
Eso todavía no, pero que los visiten, se pueden dar besos volados y conversar aunque todavía no haya un contacto personal.
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Leer más- ¿Cuál debe ser el próximo paso?
Por ahora es importante retomar el hábito de caminar porque si no camino pierdo la habilidad. El próximo paso es que dentro de unas dos semanas podrán reunirse nuevamente en sus grupitos, no más de diez, por turnos, al aire libre, para hacer sus ejercicios. Muchos ya estaban organizados en parques, en ciudadelas y esto los encerró. No es lo mismo que en la pantalla el instructor les indique cómo hacer sus ejercicios, que estén allí y rían en grupo.