La crisis de los hermanos mayores
Ser el primogénito conlleva una gran responsabilidad, que a veces, si no es controlada, puede afectar a su bienestar.
En la familia, cada uno de sus miembros desempeña un rol. Y el del hermano mayor es primordial. Si bien es cierto, no todos son iguales, pero cumplen con algunas características que los representa, como ser el referente para sus hermanos menores, quienes acudirán a él en busca de apoyo o consejo. Sin embargo, a veces los padres se exceden en las responsabilidades que les endilgan lo que, con el tiempo, puede derivar en un verdadero problema.
Isabella Carvajal (28), de profesión chef, revela que desde muy pequeña su mamá, cuando tenía que ir a su trabajo, le dejaba a sus hermanos menores bajo su cuidado, situación que no le permitió disfrutar ni de su adolescencia ni su juventud como quería. “Mientras mis amigos estudiaban en grupo, yo lo hacía sola, mientras ellos iban a reuniones y fiestas, yo me quedaba en casa cuidándolos”.
El de Isabella no es un caso aislado, se repite con frecuencia en los hogares, y suele pasar porque los padres demandan demasiado de sus hijos, asignándoles tareas e incluso cargas que no les corresponde. Ellos deben ser siempre hijos modelos, cuidarlos, protegerlos e incluso aguantarles los berrinches solo porque son los pequeños de la casa.
El despecho después de un engaño
Leer másSegún la doctora Trinidad Aparicio Pérez, psicóloga especialista en Infancia y Adolescencia, los padres se equivocan reiteradamente al asignarles el cuidado de sus hermanos cuando son ellos los que deben cumplir con esa obligación. Y como consecuencia de esta singularidad, su madurez mental aparece con rapidez.
Sin lugar a dudas, para las mamás, especialmente, contar con una persona que las ayude en las diferentes tareas del hogar es de gran ayuda. Pero es primordial que analicen la situación y se den cuenta que sus hijos son niños o adolescentes y que deben desempeñar un rol acorde a su edad, y no pedirles hacer más allá de lo que deben y pueden “ No es preferible que se impongan deberes y obligaciones a un hermano mayor, sino que se debería coordinar una lista de acuerdos sobre qué desearían realizar dentro del entorno familiar y conversarlo” aconseja Katiuska Delgado, psicóloga infantil.
Cambio de roles
Para comprender mejor la conducta de un hermano mayor, hay que tener en cuenta que antes de ser hermanos fueron hijos únicos y, la llegada de un miembro nuevo a la familia a veces trae complicaciones y cambios. Muchas veces puede crear sentimientos conflictivos “(el hermano mayor) siempre tiene unas características bastante marcadas, como por ejemplo: celos y rivalidades, ante la llegada de un nuevo miembro a la familia, situación que puede hacerlo sentir excluido, pero mientras va creciendo, toma una posición de protector sobre el pequeño. También puede llegar a ser un poco autoritario, dependiendo del rol que cumpla y ejerza dentro de la familia”. dice la psicóloga Delgado. Estas conductas de dominancia surgen la mayoría de veces cuando hay responsabilidades grandes de por medio.
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Leer másA más edad más carga de trabajo.
Entre las peculiaridades del primogénito se puede observar que son más conservadores, autoritarios y responsables; a causa de la carga de tareas que tienen a sus espaldas como ser el cuidador de sus hermanos y ejemplo para ellos. Presentan también una conducta conformista, este rasgo se ve influenciado por la exclusión, inconsciente, que los padres les dan a sus primogénitos. Esto puede ocasionar actitudes de irritación y frustración.
Sobrecargarlos no es saludable
El peso que tiene la función del primogénito en la familia es grande y muchas veces abrumador para él. Al ser el primer hijo, los padres siempre desean lo mejor para él, le brindan más atención y cuidado que al resto. Sin embargo, esto puede derivar en exigir al pequeño la perfección y como consecuencia verse afectada su salud mental, “el hecho de responsabilizarlo del cuidado absoluto de su hermano menor desencadena comportamientos y conductas disruptivas”, añade Delgado.
“No se puede responsabilizar a un niño de las actividades que realiza un adulto”, complementa la psicóloga Delgado. Al sumar esto con el “deber ser” de él crea frustraciones al no poder lograr cumplir con los retos que se les ha impuesto y como consecuencia de esto, caer en el estrés.
La profesional comprende que hay padres que por su carga laboral le designan a su hijo mayor la tarea de encargarse de sus hermanos “puede cuidarlo sí, darle de comer o calentar la comida, traerlo de la escuela; pero no tenemos que olvidar que al fin y al cabo es un niño”, añade Delgado.
Hermanas en desventaja
El género es muy influyente en la cantidad de actividades que se asigna a los hijos mayores, ellas son las más perjudicadas solo por el hecho de ser mujer. Como resultado de esto, se las ve como si pudieran manejar el rol de madres. Alimentan, limpian y atienden a sus hermanos. “Me decía una paciente que es hermana mayor, que ella fue como la madre para sus hermanos y que eso ocasionó que madurara muy temprano, pero también que dejara de disfrutar de muchas cosas de su edad”. comparte la psicóloga Delgado.
Las responsabilidades cambian para el hermano mayor. A ellos se los suele ver como los protectores, guías o referentes; a diferencia de ella que cumple el papel servicial para los menores. Esto sucede porque los padres sienten que sus hijas les brindan mucho más cuidado y están más atentas o pendientes de sus hermanos.
Que deben saber los padres
- Evite delegarle a su hijo responsabilidades que le compete a usted como padre, hacerlo puede transgredir la relación que tiene con sus hermanos. Se deben poner límites y estos cambiar a medida que va creciendo.
- No utilice frases como ‘debes obedecerle a tu hermano mayor’ para decirle a sus hijos menores. Ya que, a pesar de que el objetivo es que ellos no los irrespeten, usted le está otorgando una autoridad a su primogénito que le compete solamente a los padres. Si su hermano menor lo ve a él en una posición de mando, a la larga puede causar fragilidad en la relación de ambos, porque se pierde la unión y confianza que se tenían y no lo verá como su par.
- Delegar responsabilidades de manera equitativa entre hermanos es una buena forma de ayudar a ‘llevar la fiesta en paz’. Procure no caer en el error de darle privilegios al hermano menor, por eso en presencia del hermano mayor evite hacer comentarios tales como ‘mejor hazlo tú, él está chiquito todavía’, ‘tú eres más grande’, ‘tú ya puedes y él todavía no’. Este tipo de frases también pueden repercutir en la valoración del más pequeño de la familia.