Cristel y María Daniela
Ellas demuestran que trabajar con tu mejor amiga es la mejor opción.Freddy Rodriguez

Christel y María Daniela, una amistad emprendedora

El negocio de ellas es un claro ejemplo de que cuando se disfruta lo que se hace deja de ser trabajo.

Un salón de la clase de arquitectura de la Universidad Espíritu Santo fue el espacio donde Christel Game y María Daniela Flores se conocieron y formaron una amistad cercana. Sentían que sus maneras de pensar y valores eran similares y, desde entonces, son inseparables. Han compartido experiencias, anécdotas y aventuras.

Es así que el viaje que comenzó como una visita entre amigas, terminó sembrando la semillita de los negocios en ambas. Son propietarias de un exitoso negocio de mosaicos, un arte fundado de la Antigua Roma que en la actualidad gracias a ellas usted puede adquirirlo para decorar su hogar con detalles personalizados a su gusto.

  • De las casas a los cristales

Christel Game desde muy pequeña siempre le ha gustado el arte. La pintura y las manualidades han sido parte de su vida desde hace mucho. Es así como se apuntó a seguir una carrera relacionada a uno de sus más grandes hobbies. “Empecé estudiando Ingeniería de Sistemas, pero en las primeras clases me di cuenta que esto no era para mí y fue así como me cambié a la arquitectura. ¡Me encantó! Me fascinó cada parte de ella. Cuando estaba estudiando me percaté de que yo nunca me hubiera imaginado que una casa estaba tan repleta de diseños. Es así como me especialicé en esto”, comenta Christel.

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En cambio, a María Daniela esta carrera siempre la tuvo en la sangre. Viene de una familia de arquitectos, por lo que desde pequeña se involucró en este oficio.

Pero ella lo redireccionó con otra de sus aspiraciones, el activismo por el medio ambiente. Por esa razón a medida que iba creciendo profesionalmente, sus intereses estuvieron enfocados en adquirir los materiales reciclados o sobrantes de obras para la construcción de viviendas.

Ambas pasaron un tiempo diseñando para constructoras, pero ese camino no lo veían con mucha alegría, sino más bien pedregoso, lleno de estrés y frustraciones por la gran carga que significaba estar a cargo de proyectos grandes. Por lo que cada una decidió tomar caminos diferentes.

Christel y maria daniela
Arte con detalles únicos.Freddy Rodriguez

  • Nuevos rumbos

María Daniela se encaminó por construir muebles de madera reciclada mientras se daba su tiempo para visitar algunos lugares del mundo, y Christel decidió especializarse en otra rama de la carrera. Seattle, Estados Unidos, fue el destino que ella optó para educarse y obtener un posgrado de Landscaping (paisajismo) al tiempo de realizar un curso sobre cómo elaborar mosaicos.

  • El reencuentro

María Daniela es quien decide reencontrarse con su amiga y la visita. Ella se maravilló de las mismas artes plásticas y quiso juntar sus habilidades en la madera con las recién adquiridas de Christel en la manipulación de cristales.

  • Los cimientos del emprendimiento

Al principio se dividían el trabajo para construir piezas para mobiliarios como mesas para salas, veladores, entre otros. Lamentablemente no sentían que tenían un gran ingreso construyendo colecciones grandes para decoración del hogar. Y la elaboración por separado no era la forma más eficaz para el ensamblaje de sus proyectos para el negocio. Así, ambas tuvieron que aprender las destrezas de la otra.

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Su emprendimiento tomó un giro diferente cuando uno de sus conocidos les encargó un retrato de una figura religiosa. Con este pedido ellas redireccionaron su negocio y crearon un nicho donde los mosaicos son una obra de arte y no solo adornos para la casa. Aunque aún siguen realizando implementos para el hogar, los retratos, letreros y murales son su prioridad y lo que más les solicitan.

“Nosotras nunca tenemos stock, porque cada cliente quiere algo diferente y nosotras lo creamos para ellos”, asegura María Daniela. Ellas tampoco poseen los mismos materiales para realizar sus productos, porque al ser de materiales reciclados o sobras de otras obras, las tonalidades pueden variar, por lo que el cliente obtiene una obra completamente inédita para su casa.

La amistad es la clave

La sensación de paz es lo que reina en el ambiente donde ellas se desenvuelven. Trabajar entre amigas ha sido de grandes beneficios. “La calma debe existir también en el ámbito laboral. Es normal que a veces haya ciertos problemas, pero el hecho de compartirlos con otra persona para mí es lo máximo, porque sabes que puedes contar con el otro y que no estás sola”, expresa María Daniela.