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Cristina León
Diseñadora Cristina LeónCortesía

Cristina León, su arte de hilar moda

Sus colecciones se imponen a nivel local e internacional. Desde Quito, la creativa compartió con SEMANA reflexiones sobre temas trascendentales.

Vestidos con los que la mujer explaya su libertad y el disfrute de ser destacan en las fotos artísticamente construidas en la cuenta de Cristina León. Desde su colaboración para el editorial Madame de la revista Vogue de Portugal y su despunte en fashion shows locales, hasta producciones realizadas en Nueva York (que ilustran parte de este reportaje), la creativa narra historias a través del vestuario.

Para ella la moda es arte, cultura, poesía, como aquello que recuerda de su lugar natal, la ciudad de los tres Juanes, Ambato. Es esa esencia lo que la va convirtiendo de a poco en un referente del prêt-àporter del lujo nacional.

En esa construcción de su estilo que sintetiza modernidad, destacan los volúmenes y siluetas sofisticadas, cuyas líneas a veces toman como inspiración la cultura asiática.

Aunque la mujer ha sido su musa, en la última colección empezó a abarcar también al universo masculino, pero apenas llegó a presentarla en la pasarela del Ecuatextil, el coronavirus obligó a poner en pausa sus diseños… y un poco la vida.

Desde su casa, donde funciona su taller con máquinas de coser y ‘moodboards’ para la próxima campaña fotográfica, comparte con SEMANA sus pensamientos sobre los momentos que está transitando.

La fuente de inspiración

“Me atrae mucho la cultura asiática, su diario vivir es como estar un paso hacia el futuro. Si uno se fija en sus pasarelas, los diseños son muy creativos y a la vez llevaderos. Me parece que son un referente del vanguardismo y mucho de eso me inspira a hacer prendas atemporales que reflejan un espíritu de libertad y comodidad, con colores sólidos”.

La conexión con el diseño

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“No era mi sueño ser diseñadora, pero sé que no llegué hasta aquí por casualidad. Recuerdo que primero quise estudiar Diseño de Interiores en mi ciudad natal, pero al no abrirse la carrera tuve que optar por moda. Entonces me mudé a Quito y ahora que miro hacia atrás siempre agradezco a Dios porque a través de mi profesión di rienda suelta a mi proceso de autodescubrimiento”.

Y ese proceso tocó también a su clientela. Ella tiene claro que viste a mujeres amantes de la belleza y el arte, mujeres que buscan diferenciarse con cortes y siluetas audaces. “Son elegantes, no por el hecho de ostentar o presumir, sino desde el lado de la cultura y la educación”.

Moda y pandemia

Relata que cierto día de la cuarentena la llamó Cristina Maag para que se una al proyecto de mascarillas solidarias. “Ella donó el material antifluido y lo repartió a algunas diseñadoras; confeccioné aproximadamente 500 que luego Cristi se encargó de distribuir al Patronato San José. Fueron meses en los que no me enfoqué en hacer cosas por dinero, sino en ayudar. Es una de las experiencias más hermosas que me queda para toda la vida”.

El poder digital

Confiesa que las pasarelas han sido importantes por la emoción que transmiten, aunque admite la mayoría de veces ha mostrado sus colecciones en redes sociales.

“Esta vez no llegué a hacer campaña de los diseños que presenté en Ecuatextil, pero ahora que Quito está en semáforo amarillo me gustaría poder elaborar el registro fotográfico para crear contenido digital, porque es ahí donde se está volcando la moda, a lo online”.

El apoyo de los diseñadores

“Ecuador es un país de muchas posibilidades y es cuestión de ir hombro a hombro, entre todos, para volver a despuntar. No podemos desmayar como marca porque de lo contrario se desvanecerá toda la lucha. Esto les compete no solo a los ya posicionados, la nueva generación también tiene esa responsabilidad de que la industria se consolide y la lleven a un nuevo nivel” .

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El futuro de la industria

“El gobierno podría crear un sistema de apoyo a la matriz productiva textil. Los diseñadores no tenemos de dónde escoger. El rumbo de la moda es hacia lo sostenible, peor faltan materiales ecológicos. Para disminuir la contaminación ambiental reutilizo retazos, o uso texturas que no son para la confección de vestuario (sino para tapicería)”.

Personal

  • Nació en Ambato, hace 36 años.
  • Licenciada en Diseño de Moda en la UTE, en Quito.
  • En Argentina y Chicago hizo cursos de moldes y técnicas de confección.
  • Su ropa se ha lucido en editoriales de revistas como Vogue.
  • Aspira hacer un masterado en Marketing.