Cristina Rodas: “El teatro no es el único interés en mi vida”
Con una trayectoria sobresaliente, la artista se ha convertido en una institución en las artes escénicas del país. Pero sorprende con mucho más.
Apadrinada con esa mirada fija, casi desafiante que le caracteriza, la artista cuenta sus triunfos, pesares y anhelos, en un relato cautivante que denota la firmeza con la que ha enfrentado su vida.
Productora, actriz y periodista, forma parte del canon escénico, con una refulgente carrera que suma 35 años entre la pantalla chica, la radio y sus inefables tablas.
Cuencana de nacimiento, fue en Quito donde hizo su vida, estrenó su carrera teatral a los 17 años: “Desde niña soñé con ser actriz y también periodista. Mi familia dice que desde pequeña yo era puro teatro. Amaba las películas y quería ser actriz”.
Se formó en la Escuela de Teatro de la Universidad Central y, poco a poco, fue apropiándose de los escenarios del país. Su recorrido se acerca a una treintena de caracterizaciones, y ha producido más de 50 obras de teatro. Mientras, en la pantalla chica, su participación ha destacado en telenovelas y series como ‘Lola calamidades’.
“Cada obra tiene su valor y a todas me he entregado con el alma, pero quizá, a nivel emocional me marcaron ‘La peor cantante de la historia’ y, una de las más recientes en la que trabajé con mi hija Mía Terán, ‘Hijas de su madre’. Pero hay obras que recuerdo con mucho cariño porque me dieron grandes alegrías como ‘TOC TOC’ o ‘Machos’, -ambas comedias-, en las que gocé”.
Curiosamente, la actriz sufre de pánico escénico, lo que le ha hecho plantearse, más de una ocasión, abandonar los escenarios: “Cuando hay exposición pública me da vergüenza ¡todo! y tengo pánico escénico... Es algo que dura un minuto, pero es feo”, confiesa. A la vez, admite que, con el tiempo, vence un poco más sus miedos antes de confrontar al público”.
Gestora cultural, fundó El Teatro con dos salas escénicas que se han convertido en un referente importante de arte y entretenimiento en malls quiteños: “La intención de crearlo, hace casi 14 años, fue establecer un espacio profesional para las artes escénicas. No hay una relación de ‘mecenazgo’ con los artistas, sino un intercambio profesional en el que todos salimos beneficiados. Asimismo, otro sueño grande es tener una sala en Guayaquil”.
Durante la pandemia, es uno de los sectores más golpeados, pero poco a poco se rehabilita: “A ratos perdía la esperanza, fue muy duro. Hay pérdidas enormes. Ahora el aforo permitido es muy pequeño y quizá saldremos el próximo año con una obra importante. En general, el oficio no es rentable económicamente, pero nos empeñamos mucho en poner obras que resulten exitosas, y eso en nuestro medio significa recuperar la inversión y pagar a todos los implicados. Nadie se hace millonario con este trabajo, pero de que lo gozamos, ¡lo gozamos!”.
Tras bastidores
El periodismo es otra asignatura que ha profesado con pasión, al ser una figura de trascendencia en el medio de las comunicaciones. Trabajó en diferentes programas de televisión y radio, y su aporte fue significativo: “Durante 10 años dejé de hacer teatro y me dediqué por entero al periodismo.
Trabajé como realizadora de reportajes en el programa ‘La TV’. En ‘Día a Día’ fui presentadora y realizadora, y tuve un programa en TC TV: ‘Sexto sentido’. Me gusta mucho el periodismo de investigación y el género entrevista, pero creo que me habría gustado ser reportera de guerra”.
Ávida lectora, buzo profesional y amante de los viajes y la navegación, la artista acaba de obtener un diplomado como terapeuta Gestalt y ha estudiado diversos temas relacionados con la medicina alternativa y la hipnoterapia por 3 años: “Todo lo que he estudiado en temas de psicología y medicina alternativa -no soy psicóloga-, ha sido por crecimiento personal y así tener herramientas para mi vida. Me intriga mucho el mundo de la mente y el espíritu humano”, afirma.
Enemiga del conflicto
A sus 53 años, siente que vino a este mundo para ser feliz y para entregar alegría a quienes la rodean: “Busco fervientemente el bienestar emocional y la alegría. Soy enemiga del conflicto, no me gusta pelear ni discutir. A veces tengo bajones, pero son pasajeros, y no me gusta el drama (¡aunque en el teatro sí!)”.
Honesta y abierta, revela que le teme a la depresión: “En esta pandemia, sentí que me empezaba a deprimir y de verdad me asusté. Esto pasó después de que me dio COVID. Confirmé que, cuando estás emocional y psicológicamente bien, puedes sobrellevar lo que sea. A raíz de esta pandemia, hay que vivir el hoy, no el pasado ni el futuro”.
Casada hace 22 años con el empresario Juan Fernando Salazar, han formado un hogar sólido y bien llevado con su hijo Matías Salazar (17) y Mía Terán (27) -de su primer matrimonio-. “Sin el apoyo de mi marido nada habría logrado. Es mi cómplice total y ha sido el promotor de que yo pueda desarrollar mi profesión. Fue él quien tuvo la visión y la convicción de que el mundo de la cultura y el entretenimiento era el futuro en los centros comerciales. Y mis hijos también han sido mis acólitos en todo. Mía es cantante y actriz, y Matías, quizá, alguna vez se suba al escenario conmigo”.
Cara a cara
- ¿Es vanidosa?
Sí, pero soy superinconstante en todo lo que debería hacer para estar mejor. Soy vaga para el ejercicio, no me cuido la cara como debería, soy pésima para el salón de belleza y pésima para las cremas... ¡Soy un desastre! Pero mi verdadera desgracia es que siempre estoy a dieta porque me engordo ¡solo viendo la comida! Pero ¡amooo comer!
- ¿Es una mujer que lo tiene todo?
Lo primero que se me viene como respuesta es ¡no lo tengo todo! Pero no debo ser soberbia ni malagradecida con la vida, tengo todo lo que necesito y más...
- ¿Los momentos más duros de su vida?
Esos tienen que ver con la muerte... He perdido a tres hermanos, a mi papá y a varios amigos. Todavía no logro no destrozarme por la muerte de mis seres queridos. Me da miedo, esa es la verdad.
- ¿Metas próximas?
Después de lo vivido este año tan duro, mi gran meta es estar bien emocionalmente y disfrutar de mi familia y mis seres queridos. En lo profesional espero que me lleguen los ánimos para emprender en proyectos grandes a nivel de teatro y TV. Espero algún día producir una buena serie de televisión donde se vea el gran talento que existe en el país.
Personal
- Profesión: Actriz, productora y periodista.
- Estudios: Escuela de Teatro de la Universidad Central.
- Esposo: Juan Fernando Salazar.
- Hijos: Matías Salazar (17) y Mía Terán (27).