El ‘Cumbayá Style’, moda que apuesta por el color y la sostenibilidad
La localidad se ha convertido en el corazón del diseño en la capital. Tres diseñadoras hablan sobre sus propuestas
Colores vivos, cortes innovadores y textiles sostenibles; tres características que hermanan al diseño de modas que surge en el valle capitalino de Cumbayá.
La parroquia se ha convertido en el epicentro para la creación, con estilos que se inspiran en la naturaleza, en la juventud y la alegría para ofrecer colecciones que rompen con lo tradicional, y que aterrizan a lo local las tendencias internacionales.
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Leer másEn sus pequeñas calles, centros comerciales y plazas de negocios es común encontrar pequeñas y grandes boutiques que se enfocan en las creaciones de diseñadoras locales, todas con su sello propio.
Pero, ¿qué hace tan especial al ‘Cumbayá Style’? Semana conversó con tres creadoras que comparten no solo el amor por el diseño de modas, sino también el espacio de creación: La Tejedora, Distrito Creativo.
En el sitio se concentran numerosos estudios de diseño, tanto de moda, joyería e incluso de interiores, ahí se ubican también los talleres y establecimientos de Florencia Dávalos, Vanessa Chiriboga y Stephanie Rodas.
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“Esta es una ubicación muy especial en Cumbayá, porque todo es original e individual, cada espacio es distinto y nada se repite de un sitio a otro”, comenta Dávalos.
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Leer másEn cada uno de sus establecimientos, los colores vibrantes llenan las estanterías y aunque todas apuestan por la innovación, mantienen siempre un conexión con lo nacional.
“Yo siempre quise regresar al Ecuador y emprender aquí. Creo que nuestro país tiene muchísima riqueza y es un espacio perfecto para crear, siempre y cuando estés dispuesto a asumir los retos que eso implica”, añade Rodas.
Chiriboga, propietaria de la marca Aralia Studio, agrega que una de sus apuestas es por la flora y fauna local. “Esta nueva colección tiene un apego enorme a la flora y fauna de Galápagos. Si no lo sabes, no lo notas, pero tiene esos patrones de color, y estampados que hacen alusión a las islas”, añade.
Para Dávalos, en cambio, presentar diseños, formas y siluetas únicas y atrevidas que resaltan a las mujeres es parte del objetivo de su marca. “Nosotros hacemos ‘feeling wear’, que es una palabra que no exisite, que la armamos nosotros, pero que es que cada pieza que compres llene tu closet y tu día a día de alegría”, dice.
Una apuesta por el medio ambiente
Trabajar todo hecho a mano y con textiles sostenibles es una característica que tienen en común estas diseñadoras. Alejarse de las complejidades éticas del fast fashion, añaden, es un requerimiento esencial para su trabajo.
“Mis colecciones son clásicas, pero cool”, dice Rodas. “La calidad es lo más importante para mí, ese es el gran diferenciador con las marcas grandes y con el fast fashion. Uso mucho material reciclado y, por ejemplo, con los retazos de las chompas, hago bolsitos o carteras, nada se descarta”, dice.
Chiriboga comenta que usa solo telas naturales en sus prendas, e incluso los botones son hechos de concha. “No me gusta usar sintéticos. Mi intención es que eventualmente todo lo que hago se desintegre, y no afecte al medio ambiente”, indica.
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Así mismo, Dávalos trabaja con tejidos 100% naturales. “Como empresaria, creo que fui la primera que importó telas de tejidos naturales en digital, y es uno de los elementos principales. Me parece súper importante ser conscientes con nuestro planeta”, establece.
En lo que todas concuerdan es que, en la última década, la acogida por el diseño local ha crecido exponencialmente. “Es gratificante ver cómo ha cambiado el mercado, porque no solo hay mucha gente que busca diseño nacional, sino que nuestros diseños, como ecuatorianos, no le piden favor a nadie”, die Rodas.
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Leer másA esto, Chiriboga agrega que uno de los cambios que se han dado en la mentalidad de los clientes es la revalorización de la calidad. “Nos busca gente que entiende que la ropa es una inversión, que pagas un poco más, pero que estás llevándote una prenda que te va a durar”, comenta.
Una explosión de color
La experimentación con los colores vivos y los estampados es algo que se vive en las prendas del estas diseñadoras jóvenes, como comenta Dávalos.
“Trabajo mucho la psicología del color y de la dopamina. Son elementos poderosísimos que invitan a experimentar el poder de una prenda. Más allá de la belleza de los diseños, formas y colores, brindan emociones, de manera que los ecuatorianos se sientan identificados”, indica.
Para Chriboga, este interés también pone en valor lo local. “Yo pinto mis estampados a mano, y elijo temas, por ejemplo las de estas colección, las orquídeas, u otras flores muy nuestras. Me encanta que sean prendas que brinden alegría”, señala.
La Tejedora, un espacio donde brilla la creatividad
En 2014, el colectivo de diseño Pata de Gallo transformó cinco galpones de una antigua fábrica textil fundada en 1946 en un clúster de emprendedores, talleres de artesanos y locales comerciales con diseños disruptivos, revalorizando las construcciones existentes.
El espacio, indica el colectivo, buscaba ofrecer un espacio en Cumbayá con “conciencia ambiental, social y pet friendly, y con diferentes espacios de trabajo para personas que exploran el arte desde distintas áreas”, un concepto que aseguran se han mantenido en la última década.
Mirar hacia el futuro
Si bien las tres diseñadoras cursaron sus estudios en el extranjero, todas optaron por volver al país, y ahora internacionalizan sus prendas a través de páginas web, redes sociales y ‘placement’ en tiendas en el exterior.
Para todas, Estados Unidos es un mercado en auge para el diseño de autor, así como también lo son países vecinos, como Colombia, e incluso República Dominicana.
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Leer más“Me encantaría tener tiendas en el exterior, y siento que hacia allá me estoy proyectado”, asegura Dávalos. “Para 2025 mi meta es abrir mi primera tienda en Guayaquil, y de ahí ver mercados como República Dominicana y Miami”.
Para Chiriboga, esta apuesta también es vital. “Siento que internet nos abrió una ventana al mundo desde donde mostrarnos, y me encantaría que el diseño ecuatoriano se difunda más”, señala.
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