Daniela Dueñas, el ‘lifestyle’ de una diseñadora
La familia, el diseño de modas y la creación, han sido la base para conjugar la amalgama única que define a esta artista con nombre propio.
Con más de 15 años en el medio, la artista se ha destacado en el diseño de vestidos de gala -novias, graduación y de concursos de belleza-, en innumerables pasarelas y el reconocimiento de una amplia clientela fiel a su talento y buen gusto. En la ruta, se suma un flamante emprendimiento en el que apunta con gran entusiasmo y fe: La creación de zapatos, con colecciones de diseño actual que anteponen la comodidad de la mujer, uno de sus principios no negociables a la hora de vestir.
En sus zapatos
“Estoy enamorada de mis diseños, ¡me encantan! Toda la vida quería desarrollar mi propia marca de zapatos hasta la pandemia, cuando tuve el tiempo y la inversión. Mi primera colección fue un éxito rotundo y ahora que todo se va normalizando la poscrisis de COVID, saco colecciones mensuales que no son masivas, porque se necesitan muchos recursos. Además, mi línea fuerte son los vestidos, por lo que mis clientes me buscan. El plus es que ahora ofrezco el outfit completo, con zapatos acordes con cada diseño. Más adelante, me gustaría lanzar otra colección de calzado”.
Las mujeres deben ampliar su mente, ser más arriesgadas para probar ropa y colores distintas.
Su entorno
Cumplió 40 y luce mejor que nunca. En total armonía, facciones finas pero con carácter, resalta una sonrisa que multiplica una belleza natural, sin extensiones ni artificio alguno. Para esta producción, Daniela parece más bien una modelo y todo le sienta bien. Confiesa que ama el negro, pero en su ropero abunda el color como una alegoría a la vida y la necesidad de atraer buenas vibras, lo que también se replica en su entorno en una exaltación constante de lo estético, sin excesos, pero buscando la distinción en cada detalle y con delicados toques de color.
En su casa (piso 6°) se percibe sintonía, dinamismo y gestos ultrafemeninos. En su ajetreado día a día, entre la familia y el trabajo, ella encontró la fórmula para potenciar la calidad del tiempo, ubicando su taller (en la planta baja) en el mismo edificio donde vive. Están juntos pero no revueltos. Así, Daniela ha logrado equilibrar y traspasar horarios sin problema: “Mi marido se va a trabajar y los chicos al colegio y entonces bajo al estudio, donde me quedo hasta que mis hijos regresan. En la noche vuelvo a trabajar según los pedidos y mi esposo toma la posta con los niños”.
El verdadero amor
La artista realizó sus estudios de diseño de modas en la USFQ y en la Capeipi-Cámaras de la Pequeña y Mediana Empresa-, donde aprendió las técnicas que le llevaron a sobresalir, desde el principio, en el medio público. Su carrera despegaba sólida con el sueño de ir a Nueva York y convertirse en periodista de moda.
Sin embargo, una inesperada sorpresa truncó sus planes. Se quedó embarazada sin planearlo -y sin estar casada-, aunque llevaba una relación feliz y estable con su novio, Alfredo López, quien ha sido su amor y más grande apoyo desde el principio. La idea de casarse ‘por obligación’ le mortificaba, pero acabó cediendo al amor y al firme compromiso de un hogar bien llevado que permanece unido casi 14 años: “Fue algo que me sacó de los esquemas. Estudiaba Periodismo y atravesaba un gran momento en mi carrera, ¡lista para cumplir mis sueños! Alfredo aguantó todas mis pataletas y esperó a que me decida, al pie del cañón, presente todos los días sin esperar nada a cambio. Hice terapia para poder asentar y aceptar mi nueva realidad y reconociendo que debía dar lo mejor de mí”.
Cuando llegó Sofía, su segunda y única hija mujer, es cuando la artista finalmente asumió plenamente este rol y misión con absoluta devoción, entregada a la familia: “Alfredo hace mis días más fáciles; nunca se incomoda cuando tengo que trabajar o salir. Es mi acolite total. Somos un equipo y tenemos claro lo que buscamos en la vida juntos”.
Ahora, con 3 hijos y un matrimonio feliz, es una mujer que hace malabares para alcanzar sus deberes como madre, esposa y diseñadora de modas. Por ello, dice, no ha logrado llegar a la cima de su carrera; sin embargo, los chicos van creciendo con la certeza de que su espacio profesional también lo hará. Mientras, disfruta y agradece cada momento familiar junto a sus padres y hermano, quienes resultan un pilar fundamental en su vida.
Cara a Cara
¿Cómo describiría a sus diseños?
Me encanta todo lo colorido, con telas vaporosas y con mucho movimiento -sedas, muselinas, crepé, chifon…-. Una buena tela hace la diferencia.
¿Cuál es su estilo de vestir?
¡Totalmente relajado! Me encantan los vestidos largos, los jeans flojos y los zapatos deportivos. Me gusta la comodidad ante todo. Pero cuando me toca ponerme guapa si uso mis tacones ‘Daniela Dueñas’!
¿Qué no se pondría?
¡Puperas! No me gusta estar con la pipa chupada! Tampoco la ropa apretada porque no es cómoda.
¿Cómo es su clóset?
¡Siempre me queda chico! Lo que más me gusta y disfruto son los zapatos porque bajes o subas de peso siempre te quedan! Y aunque mi marido dice que soy desordenada, tengo clasificado todo por color y corte, pero no alcanza el espacio y tengo los vestidos en el closet de Sofi, las carteras en el de Rafa, y así por todo lado!
¿Cuáles son las tendencias de moda?
Crop tops, pantalones de cintura y corte ancho, mangas importantes, grandes, escotes profundos en la espalda, cortes asimétricos y zapatos cómodos. Los sneakers siguen de moda para cualquier evento y los tacos cuadrados y anchos. Colores fuertes, intensos con estampados de flores, hojas e insectos. Todos los cortes a la cintura porque estiliza.
¿De qué hay que deshacerse en el ropero?
De todo lo entubado y descaderado, además de los tacos aguja o zapatos incómodos. La tendencia es estar cómodas y seguras.