David Salazar: la disciplina es lo que hace al artista
Entre pinceladas, arquitectura y botánica, transcurre el universo creativo de este pintor guayaquileño
Con un semblante reflexivo y rodeado de un caos cuidadosamente ordenado, encontramos a David Salazar, un artista visual guayaquileño que nos abre las puertas de su hogar, un lugar donde el arte está presente en cualquier punto que se fije de la casa. Su silencio es acogedor, y su presencia refleja a una de esas personas que guardan un vasto conocimiento, revelándolo solo cuando la ocasión lo amerita. A través de su obra, David invita al espectador a descubrir aquello que lo apasiona y lo inspira profundamente.
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Leer másSi no es de los que disfrutan leer, pero ha escuchado que los libros pueden transportarlo a mundos inigualables, no se preocupe: David logra ese mismo efecto con sus paisajes surrealistas, creados a través de pinceladas que convierten la realidad en una experiencia llena de emociones y posibilidades.
David, ¿cómo te describirías en tres palabras?
Disciplinado, perseverante y, según dicen, talentoso. Aunque lo del talento creo que solo el tiempo lo puede confirmar.
Vienes de una familia con antecedentes en la pintura. ¿Cómo iniciaste en este mundo? ¿Cómo era ese David niño?
Recuerdo poco de mi infancia, pero algo sí es claro: a los 7 años ya había dicho que quería pintar. Mi tío (Jorge Velarde), quien también es pintor, fue una gran influencia para mí. Solía visitarlo con frecuencia y explorar sus libros, los cuales me marcaron mucho. Aprendí observando, pintando en blanco y negro, colocando colores encima, jugando con tonos y texturas.
Existe un estereotipo sobre los pintores, que suelen ser despreocupados o bohemios. ¿Crees que encajas en ese perfil o te manejas de manera diferente?
Pienso que hay un malentendido con esa idea. Para mí, ser pintor requiere mucha disciplina. No se trata solo de hacer lo que te da la gana, sino de escuchar a la obra, entender hacia dónde va y trabajar con constancia. La improvisación puede ser parte del proceso, pero siempre debe haber una esencia y una dirección clara.
¿Prefieres la teoría detrás del arte o el acto de crear?
Disfruto mucho más la producción. Me apasiona experimentar con materiales, técnicas y resolver problemas creativos. La teoría me sirve como soporte, como una guía para construir obras más sólidas, pero mi verdadera motivación está en el hacer.
Pasaste del diseño gráfico a la pintura. ¿Crees que esa experiencia influyó en tu proceso creativo?
Definitivamente. El diseño gráfico me ha ayudado a estructurar mis ideas y a trabajar bocetos digitales. Eso me permite planificar las obras antes de llevarlas al lienzo, explorar luces, formas y ensamblajes. También uso modelado 3D para imaginar cómo traer ideas al mundo físico.
¿Cómo describirías tu relación con el paisaje?
Mis obras son una reinterpretación del paisaje y mi relación con él. Soy parte de ese mundo y lo exploro desde lo cultural y lo personal. A veces incluyo elementos de mis referentes, casi como citas visuales, y otras veces los transformo, pero siempre intento mantener una conversación entre lo aprendido y lo que quiero expresar.
¿Sientes que tus pinturas reflejan algo de ti directamente?
Sí y no. Aunque pongo mucho de mí en ellas, no intento ser el elemento principal. Mis obras están hechas para dialogar con el espectador, para generar nuevas lecturas más allá de lo que yo haya pensado inicialmente.
Mencionaste que hay desafíos en la escena artística ecuatoriana. ¿Cuáles crees que son los más grandes?
Hay una falta evidente de espacios para exponer. Las galerías son muy pocas y no suficientes para el auge artístico que estamos viviendo. Esto limita mucho la visibilidad de las obras.
¿Y a nivel personal, qué desafíos enfrentas?
Mi mayor desafío es seguir creciendo, mejorar en todos los aspectos: lo conceptual, lo técnico y lo plástico. Quiero explorar constantemente, romper mis propios límites. Es un proceso interminable, pero es lo que me motiva.
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Leer másFinalmente, ¿cómo te gustaría que la gente recuerde tu obra?
No busco que me recuerden a mí como artista, sino que las obras sigan creciendo y generando algo en el público. Si logran resonar más allá de mi intención inicial, entonces habrán cumplido su propósito. Solo quiero vivir un día a la vez, trabajar en lo que amo y dejar que las obras hablen por sí mismas.
Más sobre David Salazar
- Es licenciado en Artes Visuales por la Universidad de las Artes.
- Sus referentes forman parte de sus pinturas y, en ocasiones, decoran las paredes de los paisajes de sus obras.
- Las obras que más ha disfrutado realizar hasta ahora son las colecciones Most Wanted y Land in Scape.
- Sus materiales habituales son el óleo y la pintura, aunque de vez en cuando le gusta experimentar con texturas.
- Una de las cosas que le fascina es la arquitectura. En ciertas de sus pinturas se puede apreciar este gusto.
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