Lo que debe saber sobre la microtia
Esta malformación congénita en la oreja no permite que el bebé escuche correctamente. Su tratamiento logra una recuperación auditiva.
El oído es un órgano que está altamente relacionado a una eficaz comunicación al ayudar a sintetizar todos los sonidos, ruidos y distintas vibraciones que se encuentran a su alrededor. Sin embargo, existen casos en los que podría haber una malformación congénita (desde el nacimiento), que impida una plena salud auditiva. Este es el caso de la MICROTIA, término que proviene del latín microtum, que significa oreja pequeña.
Según el doctor Luis Serrano, especialista en audiología, otoneurología y diagnóstico de trastornos auditivos en niños, no existe una causa específica y tampoco hay manera de diagnosticarla durante la etapa de gestación a través de la ecografía.
Aunque en algunos casos, podría estar asociado a enfermedades (como la diabetes gestacional) o patologías de la madre, no hay un solo factor determinante.
“La Universidad de Harvard acabó de hacer un estudio (del cual soy parte), que determinó la existencia de un gen que podría estar asociado con la MICROTIA en pacientes de Latinoamérica. Ecuador es uno de los países con la tasa más alta con esta malformidad en el mundo. Nacen más de 320 niños al año con ella en el país”, detalla el doctor Serrano.
Vibradores óseos
Son dispositivos de amplificación acústica-mecánica, especialmente diseñadas para niños con MICROTIA u otras patologías (como síndrome de Down y labio leporino), que transmiten las ondas sonoras a través del hueso mastoides (detrás de la oreja), al no haber un conducto auditivo externo. Se aconseja su uso a partir de los cuatros meses de vida y no requieren cirugía porque se colocan con una banda en la cabeza (similar a una diadema). A partir de los seis años, se implanta bajo la piel un adaptador que se utiliza como un imán. “La recuperación auditiva es perfecta y su mantenimiento o control es trimestral. Es posible optar por una cirugía de reconstrucción externa de la oreja a partir de los 10 años y debe ser realizada por un cirujano estético especialista en reconstrucción auricular”, dice Serrano.
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Leer más¿Y el implante coclear?
Es un procedimiento quirúrgico para pacientes con sordera severa o profunda (niños o adultos), en el que se introduce un electrodo en la cóclea que reemplaza las células dañadas del oído interno, para crear estimulación eléctrica directamente al nervio.
“Si se realiza antes de los cuatro años de edad, se puede aprovechar la plasticidad cerebral para que se desarrolle de manera eficiente. Se coloca en adultos que sí saben hablar pero quedaron sordos por cualquier motivo”. El implante es permanente pero el componente externo se debe cambiar cada seis o siete años. Debe tener al menos un control audiológico anual.