No deje que su intestino se irrite
Una enfermedad que se camufla con muchas otras. Reconozca las señales de alerta y tome las precauciones necesarias para no padecer este mal.
Un dolor de estómago puede ser confundido con varias enfermedades, tales como una indigestión por algo que comió en mal estado, gastritis, cólicos menstruales o simplemente ser una reacción de la acumulación de estrés.
A los citados síntomas, si se le adiciona alteraciones en la evacuación de las heces, como estreñimiento o diarrea, probablemente se podría estar ante la presencia de un cuadro de colon irritable o también conocido como síndrome del intestino irritable (SII). Si bien es cierto, son varios los motivos de su aparición, no hay una causa específica.
Es necesario saber que el sistema digestivo, específicamente el intestino, tiene mucho que ver con cualquier cambio que ocurra en el cuerpo, este posee alrededor de 200 millones de neuronas y gracias a eso actúa de forma independiente al sistema nervioso central, es por eso que se le atribuye el título de ‘segundo cerebro’.
Aunque un dolor estomacal es común, es necesario que active sus alertas o ‘banderas rojas’ ante la pérdida de peso, sangrado rectal o anemia, dice la gastroenteróloga del Instituto Eccuatoriano de Enfermedades Digestivas (IECED) Walkenys Waldroph.
La especialista acota que no se debe tomar a la ligera dichas manifestaciones y sugiere acudir al médico especialista para que le realice un examen íntegro y así obtener un diagnóstico adecuado.
- Los sí y no
- Debe comer. Los vegetales deben ser sus fieles compañeros, porque le proporcionan la energía suficiente para desenvolverse en sus actividades diarias. Incluya en sus comidas zanahoria, brócoli, arvejas, frutas con cáscara como las peras o las manzanas, y granos como la lenteja, los fréjoles y garbanzos.
- No los coma. Hay muchos alimentos que le saben delicioso, pero que a largo o corto plazo le van a pasar factura por sus altas cantidades de grasas que enlentecen a su tracto digestivo. Ejemplo de ello son las comidas embebidas de aceite o fritas. Las carnes como el res y cerdo, y el plátano verde. En caso de consumirlas, acompáñelas de algún alimento con fibra.
- Síntomas claves
- Dolor en el abdomen,
- Hinchazón, gases.
- Alteración en la evacuación de las heces: diarrea, estreñimiento o ambos.
- Tómelo con calma
- Cuidado con los antibióticos. Adecuadamente utilizados, ayudan a combatir las infecciones; sin embargo, el uso indiscriminado de antibióticos y medicamentos antiinflamatorios o esteroides en grandes cantidades, pueden alterar la rica flora bacteriana que hay en el intestino y proliferar gran cantidad de bacterias malas. Por eso, es vital no automedicarse y procurar comer alimentos con alto contenido de probióticos.
- Ingiera más fibra. Una dieta pobre en fibra ocasiona que los movimientos de su intestino sean lentos, vagos y con ello se vea perjudicada la digestión, dando paso al estreñimiento. Para evitarlo, incluya en su alimentación cereales, granos, verduras, avena y panes integrales.
- Cuidado con lo que le ‘recetan’. La especialista recomienda que, ante la presencia de estreñimiento y diarrea constantes, no se conforme con aceptar cualquier medicamento que le recete el médico sin que antes él mismo le prescriba algún examen para confirmar qué causa su dolencia.
- El agua, su gran aliado. Tomar el líquido vital todos los días es fundamental para el buen funcionamiento de su organismo. Beber agua hará más fácil el proceso de evacuación de las heces. También son necesarios los caldos, tés y jugos de frutas naturales.
