Limpieza de cuero cabelludo
¿Con qué frecuencia deberías lavar tu cabello?CANVA

¿Con qué frecuencia debes lavar tu cabello? Descubre la rutina ideal

Estas son las recomendaciones esenciales para un cabello saludable basadas en tipo de cabello y cuidados básicos

El debate sobre la frecuencia con la que se debe lavar el cabello ha existido durante generaciones. Mientras algunos optan por lavarlo a diario y otros lo hacen semanalmente, los expertos coinciden en que no hay una respuesta única, sino que depende de factores como la textura del cabello, el entorno y los hábitos personales. Sin embargo, ciertas reglas universales pueden guiarte hacia una rutina saludable y efectiva.

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¿Cuál es la frecuencia ideal?

Las glándulas sebáceas del cuero cabelludo producen grasa de forma natural, y su actividad puede aumentar con estímulos como el lavado frecuente. 

Según reportó la estilista Anna Cofone a RTE News, conocida por trabajar con celebridades, lo recomendable es lavar el cabello cada tres o cuatro días. Además, sugiere aplicar una mascarilla capilar al menos una vez por semana para mantenerlo hidratado y protegido.

Un estudio reciente realizado por una reconocida marca de cuidado capilar, Philip Kingsley, reveló que casi la mitad de las mujeres opta por lavar su cabello dos o tres veces a la semana, mientras que solo el 10% lo hace diariamente. Esto evidencia que muchas personas adaptan su rutina según la apariencia y necesidades de su cabello.

Por su parte, Anabel Kingsley, tricóloga y experta en salud capilar, resalta que el tipo de cabello influye en la cantidad de grasa que se acumula. Las personas con cabello fino, al tener mayor densidad de folículos capilares, suelen producir más sebo, lo que hace que su cabello luzca graso rápidamente. 

En estos casos, un lavado diario o día de por medio podría ser necesario. En cambio, quienes tienen cabello grueso o rizado pueden dejar pasar hasta tres días entre lavados sin inconvenientes.

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Señales de desequilibrio en tu rutina

Tanto lavar el cabello en exceso como hacerlo con poca frecuencia puede afectar su salud. El lavado excesivo elimina los aceites naturales, dejando el cabello seco, quebradizo y sin brillo. 

Además, el cuero cabelludo puede volverse irritado o propenso a la descamación, especialmente si se utilizan productos agresivos.

Por otro lado, espaciar demasiado los lavados también trae consecuencias. El cabello puede verse opaco, pesado y grasoso, mientras que el cuero cabelludo acumula residuos de productos, células muertas y grasa, lo que puede causar molestias, picazón e incluso aumentar la caída del cabello.

La clave, según los especialistas, es mantener un equilibrio que permita que el cuero cabelludo esté limpio y saludable, favoreciendo así el crecimiento de un cabello fuerte y bien cuidado.

¿Eres deportista? Adapta tu rutina

Las personas que realizan ejercicio regularmente deben prestar atención especial a su rutina capilar. Suzie McGill, directora artística de un prestigioso salón, aconsejó en RTE Stylist sincronizar los días de lavado con las jornadas de mayor intensidad física. 

El sudor, al mezclarse con los aceites naturales del cuero cabelludo, puede generar irritación si no se retira adecuadamente. En días menos exigentes, un champú en seco puede ser una solución práctica para mantener el cabello con un aspecto fresco sin necesidad de lavarlo completamente.

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El método correcto para lavar tu cabello

Lavar el cabello adecuadamente es igual de importante que la frecuencia con la que se hace. Para un lavado eficaz, los expertos recomiendan comenzar mojando completamente el cabello antes de aplicar el champú

Este debe concentrarse únicamente en el cuero cabelludo, masajeando suavemente durante un par de minutos para eliminar la suciedad acumulada.

Al enjuagar, deja que la espuma se deslice por el largo del cabello para limpiarlo sin necesidad de frotarlo. Luego, aplica acondicionador exclusivamente en las puntas y enjuaga nuevamente. Este método protege la estructura capilar y evita enredos o daños innecesarios.

Para quienes tienen cabello más fino o propenso a la deshidratación, una técnica recomendada es aplicar un poco de acondicionador en las puntas antes del champú. Esto ayuda a protegerlas del exceso de detergente, garantizando un resultado más suave y manejable.

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