Del despido al emprendimiento
Querer iniciar su empresa puede traer dudas o inseguridades. Debe tomar una decisión basada en su bienestar financiero, psicológico y emocional.
Recibir una llamada o correo electrónico para enterarse de que es parte del recorte de personal de la empresa en la que ha trabajado por mucho tiempo, puede hacer entrar en shock a muchas personas. Y es que, a causa de la pandemia, el desempleo se ha incrementado en Ecuador y en todo el mundo. Ante esta situación, gran parte de la población desempleada se cuestiona si emprender es o no una buena decisión para obtener algún tipo de ingreso económico.
A criterio de la psicóloga Alison Rodríguez es importante considerar que más allá de las consecuencias económicas el desempleo puede desencadenar un grave impacto psicológico, emocional (como ansiedad, extrema preocupación, tristeza, incertidumbre, vergüenza, desmotivación, desesperanza) y alteraciones somáticas como insomnio, problemas gastrointestinales, cansancio, fatiga y disminución general de la energía, sobre todo cuando esta etapa se prolonga en el tiempo. “No afecta a todos por igual, depende de la edad, carga familiar, deudas, personalidad y redes de apoyo”.
Esta situación puede llevar a algunas personas a emprender por impulso, generando expectativas muy altas en comparación con lo que realmente se puede lograr. “No debería verse el despido como algo personal, sino como una decisión que está fuera de nuestro control. Sea cual sea el cambio que vaya a tomar en su vida profesional, debe hacerlo con tranquilidad y analizando los pro y contras. Sea una persona resiliente que, a pesar de la dificultad, genera estrategias y alcanza una meta”, recalca la experta.
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“Cuando alguien se queda sin un trabajo fijo, emprender se vuelve en una necesidad y sí es posible hacerlo. En este caso es crucial que exista un proceso de acompañamiento de un guía que lo ayude a identificar los tres puntos claves: qué hace bien, qué es lo que más le gusta y qué es lo que el mercado necesita. En la fase de nacimiento, se debe buscar un proyecto con un factor diferenciador que tenga oportunidad de crecimiento. Hacer lo que todo el mundo hace siempre va a ser difícil porque pelear por un pedazo de mercado no va a ayudar a crecer a través del tiempo.
El apoyo del círculo social que lo rodea (familia y amigos) es vital, principalmente en las primeras fases, porque son ellos quienes validan y ayudan a dar difusión del emprendimiento. También es importante estructurar bien las finanzas y estar abierto a los cambios que hay en el proceso porque, de lo contrario, se corre el riesgo de fallar. Hay gente joven que se anima a hacerlo, pero también hay muchas personas mayores y hasta de la tercera edad que tienen la paciencia y apertura para recibir las recomendaciones de quienes los pueden guiar. No es imposible, lo clave es buscar su nicho y dar el primer paso”.
Catalina es economista, máster en propiedad intelectual. Directora de la Empresa Pública Municipal de Innovación y Competividad de Guayaquil.
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“Antes de tomar la decisión de iniciar un emprendimiento, es importante tomarse una pausa para pensar con cabeza fría y analizar objetivamente qué es lo que se va a hacer a continuación. Cuando se sufre un cambio de este tipo por el despido, se debe revisar el presupuesto personal y, si no se tiene, empezar a elaborar uno. Como hay mucha incertidumbre de cuándo se va a recibir otra vez un ingreso fijo, lo mejor es ajustar el presupuesto que ya se tiene y dar prioridad a los gastos básicos (como alimentación y vivienda).
No es tan viable que hoy lo despidan y ya en una semana quiera invertir todos sus ahorros y la liquidación en un emprendimiento. Porque si el proyecto no resulta bien y no contó con un respaldo económico, no va a saber cómo subsistir después. Debe ser muy estratégico y organizado en cómo gastar el dinero para tener liquidez a largo plazo. Cree un fondo de ahorro para los primeros meses y, lo que le queda, lo puede invertir en un emprendimiento. No olvide medir cuánto tiempo le va a tomar recuperar el dinero para ver las ganancias para saber si realmente es rentable. Si la persona ya cuenta con una vida financiera bastante saludable y tiene muy clara su situación económica, quizás si pudiera tomar esa decisión inmediatamente”.
Francesca es Ingeniera en Negocios Internacionales y Finanzas. Máster en administración de empresas. Educadora en finanzas personales y emprendimiento.
En cifras
- 5,7 % de la población a nivel nacional está desempleada (más de 400 mil ciudadanos)
- .21,7 % de personas están subempleadas (desean y están disponibles para trabajar horas adicionales).
- 876.618 actas de finiquito se registraron el año pasado y en los dos primeros meses del 2021.
- 82,7 % de ecuatorianos emprende por falta de empleo.
Fuentes: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, Ministerio del Trabajo y Global Entrepreneurship Monitor.
Consejo extra
Si decide emprender, siempre tenga separadas sus finanzas personales de las del negocio. Es un error juntar los gastos e ingresos porque después existe un desorden y podría utilizar el dinero de la empresa para gastos personales. Es ahí cuando un negocio se frena y no crece.