Estefi Wright es mamá por tercera vez, a sus 41 años
La diseñadora de joyas asegura que ser mamá es una bendición y es un desafío de amor
“Hay algo que venía deseando desde los 39 años, y es que quería volver a tener un bebé”, dice Estefi Wright, quien a los 41 años ha traído al pequeño Ricky al mundo.
Lleva puesto un look negro tan pulido y a la vez relajado que podría convencer de que combinar un negocio de moda con la crianza de tres hijos pequeños y el matrimonio es una tarea fácil. Pero ella sabe todo el esfuerzo y amor que conlleva.
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“Venimos de llevarlo al pediatra”, comenta mientras saca al bebé del coche en compañía de Fernando y Valentino, sus hijos mayores.
Nació hace un mes, justo en una etapa en la que Estefi dice sentirse más preparada y madura. “He sido mamá a los 20 , después a los 30 y ahora a los 40”, añade.
No fue fácil lograr el embarazo, tomó un tiempo, y los resultados están a la vista. En diálogo con SEMANA contó cómo fue el proceso, la comunidad que fue haciendo y qué la ayudó a estar más fuerte física y mentalmente para emprender este maravilloso camino.
A los 40 años y sin tapujos
Estefi considera que siempre se puede intentar un embarazo y que la edad no es un impedimento.
El primero llegó a los 28 años. “Si bien me sentía ilusionada por esa etapa… al mismo tiempo fue un shock, pues todo era nuevo para mí. Llegué a tener, incluso, depresión posparto”, comenta y añade: “Mi segundo hijo, en cambio, vino a los 31, cuando recién abría la primera tienda de mi marca, entonces fue un desafío concentrar mi atención en maternidad y trabajo. Ellos fueron mi motor para no detenerme”.
Sobre su tercer bebé, dice que llegó luego de un “renacer”. Años atrás se había divorciado y su nueva relación despertó en ella el deseo de volver a ser madre.
“Ya tenía 40 años. Y ni bien nos casamos empezamos a intentar. La primera vez que llegó la regla lloré, pues sabía que algo no andaba bien y enseguida fui a hacerme un ABC de exámenes. Me diagnosticaron que tenía pólipos intrauterinos y entonces acudí a un doctor de fertilidad. Recuerdo que hicieron la extracción un martes y el sábado ya estaba embarazada… La noticia nos llegó en junio del año pasado, al sexto mes de casados”, recuerda emocionada.
Antes de esto, dice que le resultó de mucha ayuda la comunidad que iba haciendo, con más mujeres de su edad que intentaban quedar embarazadas o habían dado a luz por primera vez a los 40. “Creo que ahora nos atrevemos a hablar más de estos temas y sin tapujos. Entre todas nos compartíamos experiencias o nos recomendábamos doctores. Contar con una red de apoyo es vital. Yo me siento afortunada de tener un bebé a mis 41 años”, enfatiza.
Cuando se le pregunta si tendría uno más, no lo descarta. “Hay casi nueve años de diferencia entre mis dos últimos hijos y quisiera que el bebé tenga un hermanito contemporáneo a su edad… Así que es probable que sí”.
Entre carta astral y parto programado
Considera que fue clave ejercitarse de mente y cuerpo mientras las semanas pasaban. Su rutina incluía yoga y ejercicios funcionales. “Me ejercité hasta casi la última etapa del embarazo”, menciona.
El parto fue por cesárea porque no podía ser de otra manera. “Quería que sea natural, pero anteriormente ya había tenido dos cesáreas, entonces no me podía arriesgar”.
El parto, al ser programado, conectó mucho con su parte holística. “Mi mami (Chantal Fontaine) tiene una prima que hace cartas astrales, entonces escogimos la fecha y hora en la que podía nacer ‘mejor aspectado’ a nivel astrológico, es decir con un equilibrio en la influencia de los signos… Fue una anécdota súper linda porque todo el equipo médico, literal, esperó el minuto indicado para empezar la cesárea. El bebé nació bajo el signo Piscis con ascendente Tauro”.
Explica que de ahí la influencia de la sensibilidad del signo agua junto con la firmeza que le aporta el de tierra.
Madres en los tiempos actuales
“Soy un pulpo”, bromea cuando habla sobre cómo divide su tiempo entre la familia y su negocio. Este 2024 su marca de joyas cumple 15 años y durante la producción con SEMANA la hemos encontrado entre la promoción de su nueva página web, la lactancia exclusiva y el regreso a clases de sus hijos mayores.
“Soy más consciente de que el tiempo pasa rápido. A pesar de que hay momentos de mala noche, debo valorar cada minuto con mis hijos”, reflexiona. Su celular suele volverse oficina, pero allí también atesora momentos con ellos. Mientras contesta mensajes del trabajo, hace una pausa para mostrarnos un video de la actuación de su hijo mayor en una obra del colegio.
“Sé que a muchas mujeres se les dificulta ser madres hoy en día y esto que estoy viviendo es una bendición y un desafío de amor a la vez, porque estamos atravesando un momento difícil en el planeta... Como mamá de varones, mi compromiso es formarlos para que sean hombres buenos, que sepan servir a los demás y sepan traer soluciones para el planeta. Esa es mi huella como madre”, concluye.
Cara a cara
¿Un miedo recurrente en el embarazo?
La duda de saber si podía seguir practicando la lactancia exclusiva tal como lo hice con mis otros dos hijos. Yo me había sometido a una reconstrucción de mamas, mucho antes de mi embarazo, pero a la final estoy logrando dar de lactar. Es mínimo lo que le doy de fórmula, más viene de mí.
Hay mujeres a las que les genera un shock la parte física en el posparto. En su caso, ¿cómo ha sido el proceso?
Hay días en que siento que nada me queda, pero debemos normalizar que no todas las mujeres podemos al mes de haber dado a luz tener un cuerpazo o cuadritos en el abdomen. Cada una debe ir a su ritmo.
Sobre su mamá, Chantal Fontaine, ¿qué admira de ella?
Ella es una guerrera. A los 16 años tuvo que salir adelante sola y empezó a ser fotógrafa en una época en la que la profesión no era tan valorada. Recuerdo que de niña había fines de semana que yo me quedaba con mi abuelita, porque mi mami se iba a tomar fotos en los matrimonios y se quedaba hasta la madrugada, todo por sacar adelante a sus hijos.
¿La mayor enseñanza que ella le ha dado?
Lo trabajadora que es, multifacética, luchadora... Al verla así, es el mejor referente que tengo como mujer. Ella es todo para mí.
¿Lo mejor de la maternidad a los 40?
Que estoy atesorando momentos. A mis veinte vivía más abrumada, pero hoy soy más consciente de que los años en nuestros hijos pasan rápido.