Día mundial sin alcohol: Los efectos del licor en la salud, más allá de la resaca
Conciencia global sobre el impacto del consumo de alcohol en el bienestar físico, mental y social
Cada año promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Día Mundial sin Alcohol (15 de noviembre) invita a reflexionar sobre el impacto del consumo de alcohol en nuestra salud. Aunque los efectos inmediatos de una noche de copas, como la resaca, son conocidos por muchos, sus consecuencias a largo plazo suelen quedar en segundo plano.
El alcohol, presente en diversas culturas y tradiciones, es una de las principales causas de enfermedades crónicas en el mundo, el consumo excesivo afecta el funcionamiento mental, deteriora órganos vitales y daña las relaciones personales, influyendo en la calidad de vida de millones de personas.
Sistema nervioso: más lento el pensamiento, menor el autocontrol
El alcohol, aunque socialmente aceptado, es una droga depresora del sistema nervioso central. Según explica el Dr. Miguel Salamea Arévalo, reconocido por su programa “El especialista que visita su hogar”, esta sustancia “hace más lenta tu actividad cerebral”, disminuyendo la velocidad de las comunicaciones entre neuronas.
En las primeras etapas del consumo, la persona puede experimentar un estado de euforia, pero esta se convierte rápidamente en un estado de depresión que afecta el comportamiento y reduce el autocontrol, explica Salamea.
A medida que se incrementa el consumo, el alcohol altera aún más las funciones mentales, perjudicando habilidades cognitivas y motoras esenciales.
El deterioro en el autocontrol y la inhibición se intensifica con el consumo regular, lo que contribuye a riesgos personales y sociales, como accidentes de tránsito y comportamientos agresivos.
Miguel Salamea Arévalo
El enemigo silencioso del hígado
Uno de los órganos más afectados por el consumo de alcohol es el hígado, encargado de procesar y eliminar las toxinas del cuerpo.
El Dr. Salamea destaca que el consumo excesivo provoca hepatitis alcohólica, un estado inflamatorio que daña las células hepáticas y se considera precursor de la cirrosis, una enfermedad irreversible en la que la estructura del hígado queda afectada permanentemente.
Además, el abuso de alcohol suele ir acompañado de una dieta inadecuada, lo cual agrava el daño hepático.
Efectos cardiovasculares: el corazón en riesgo
El alcohol daña el músculo cardíaco, generando una condición conocida como miocardiopatía alcohólica, en la que el corazón se dilata y pierde la capacidad de bombear sangre de manera eficiente.
Esta insuficiencia cardíaca, advierte el Dr. Salamea, puede llevar a muerte súbita. La hipertensión y las arritmias también son problemas comunes entre quienes consumen alcohol regularmente, aumentando el riesgo de accidentes cerebrovasculares y otros eventos cardiovasculares graves.
A diferencia de la idea popular que sugiere que el consumo moderado puede ser beneficioso para el corazón, la evidencia científica actual muestra que incluso un consumo moderado puede tener efectos perjudiciales.
Daños en el sistema digestivo
El sistema digestivo también sufre consecuencias importantes por el abuso de alcohol. Esta sustancia irrita la mucosa gástrica, generando inflamaciones y, en casos severos, úlceras que pueden causar sangrado.
Estas alteraciones en la mucosa aumentan el riesgo de gastritis crónica, una condición dolorosa que afecta la calidad de vida y puede desencadenar otros problemas digestivos.
Con el tiempo, el daño se extiende a otros órganos del sistema digestivo, comprometiendo la capacidad del organismo para absorber nutrientes.
Problemas en la salud sexual: consecuencias en la calidad de vida
El alcohol también afecta la salud sexual, generando problemas de disfunción en ambos géneros. En hombres, el abuso de alcohol puede causar disfunción eréctil, eyaculación precoz y problemas de fertilidad, mientras que en mujeres puede alterar la regulación hormonal y el ciclo menstrual.
Según el Dr. Salamea, “el alcoholismo puede ocasionar una disfunción como falta de erección, una eyaculación precoz… y no nos olvidemos que el alcohólico va de la mano con este tema porque en el hígado se forman muchas hormonas”.
Este efecto deteriora no solo la salud física, sino también las relaciones personales y la autoestima.
El Día Mundial sin Alcohol es un recordatorio de la importancia de reducir o eliminar el consumo de alcohol en la vida diaria para preservar la salud.
Adoptar alternativas como el ejercicio, la meditación y actividades de ocio que no involucren bebidas alcohólicas puede mejorar significativamente el bienestar general.
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