Diario de una madre en cuarentena, día de decir hasta pronto: Conversación
'Diario de una madre en cuarentena' llega a su fin, casi al ocaso de la cuarentena por coronavirus. Un balance de lo aprendido en días traumáticos.
Cuando empecé a escribir este diario lo hice motivada por mi innato deseo de conversar.
Quienes me conocen muy bien saben que puedo estar horas hablando sin parar y que me resulta igual de interesante un cuadro de Goya, el funcionamiento de un carro híbrido o la historia de cómo es que mi vecina llegó a vivir a esa casa. Soy curiosa por definición, me interesa saber sobre la vida de quienes habitan el mismo tiempo o el mismo espacio que yo.
He aprendido tanto desde mediados de marzo hasta ahora que necesitaré un buen período para ordenar mis estantes mentales. He conocido a tanta gente que no nos van a alcanzar las horas para encontrarnos cuando podamos hacerlo. Y me he reencontrado con tantos afectos, que no puedo más que sentir algo parecido al agradecimiento.
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Leer másEstamos en cuarentena y a veces el tiempo pesa. Hablamos con uno, con otro y, sin embargo, por momentos ese silencio se hace intransitable para muchos. Y si bien soy una persona que puede convivir perfectamente con el silencio, he tenido días en los que no podía. Me corrijo, aún los tengo.
No quiero pensar en qué va a pasar cuando podamos salir, cuando “volvamos a la normalidad”, ni en qué será esa normalidad. Tampoco me suma nada bueno darle vuelta al asunto de la crisis que se viene, todos hablan de ello como expertos y parecieran leer el futuro.
Personalmente, creo que es demasiado inocente hacer proyecciones basadas únicamente en lo económico, porque hay otras aristas que son tan importantes como el dinero. La salud mental, por ejemplo. La calidad de los vínculos afectivos, por ejemplo. Encontrar el sentido, por ejemplo.
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Leer másEse sentido global de la vida y también los sentidos de lo concreto. El de estar en pareja con esa persona, el de vivir en ese lugar, el de elegir ese colegio para tus hijos, el de comer esto o aquello, el de estar peleado con alguien, el de querer, el de extrañar, el de tener.
Me he suscrito a una revista que quiero que siga funcionando y, en ese sentido, pienso que es importante analizar la opción de hacer lo mismo con un medio que te represente. Porque detrás de cada uno de ellos hay personas como tú o como yo que tienen familias y necesitan trabajar. #adoptaunmedio y podrás acceder a información confiable e interesante.
Considero que poder pensar la vida es un privilegio. Y poder elegir, también. Como madre, he tenido conversaciones muy profundas conmigo misma durante estos días, mientras leía otras historias o conversaba con amigas mamás. Tuve que tomar decisiones sin estar segura de estar en lo correcto y es una gloria haber acompasado los ritmos existenciales de los cuatro en esta nueva modalidad a la que nos lleva el coronavirus.
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Leer másNuevas interrogantes están en nuestras cabezas ahora que, según dicen, empezaremos a poder salir de casa. No sé cuándo empezarán las clases presenciales, pero, lo confieso, me da mucho miedo pensar en llevar a mi hijo al jardín.
Pero, como mamá, estoy segura de que siempre, siempre, podremos un poquito más. Así que a seguir, que esto recién empieza. #quédateencasa.
¡Nos vemos pronto!
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