¿Qué es la dieta GAPS y qué beneficios tiene en la salud?

La dieta GAPS (Gut and Psychology Syndrome, por sus siglas en inglés) es un enfoque nutricional diseñado para mejorar la salud digestiva y el bienestar general al abordar desequilibrios en el sistema digestivo. Desarrollada por la Dra. Natasha Campbell-McBride, esta dieta se basa en la premisa de que muchos problemas de salud, incluyendo trastornos psicológicos y neurológicos, tienen su origen en una disbiosis intestinal o un desequilibrio en la flora intestinal.

Principios básicos para seguirla

La dieta GAPS está estructurada para sanar y restaurar la salud intestinal a través de la eliminación de alimentos que puedan causar inflamación o irritación y la introducción de alimentos que promuevan la curación del revestimiento intestinal. El enfoque se divide en varias fases.

• Fase introductoria: Esta fase es la más estricta y se centra en la eliminación de alimentos que pueden ser irritantes para el intestino. Se recomienda consumir caldos de huesos, vegetales cocidos, carne magra, pescado y huevos, junto con probióticos para promover una flora intestinal saludable. Durante esta fase, se evitan los carbohidratos complejos, los granos, los azúcares refinados y los alimentos procesados.

• Fase de introducción de alimentos: Una vez que se han visto mejoras en los síntomas, se pueden introducir gradualmente otros alimentos. Se reintroducen primero las frutas frescas, seguidas por los vegetales crudos, las legumbres y, finalmente, los granos y las semillas. El objetivo es identificar qué alimentos pueden ser problemáticos para cada individuo y ajustar la dieta en consecuencia.

• Fase de mantenimiento: En esta etapa, la dieta se basa en alimentos saludables y nutritivos con una menor restricción. Se busca mantener una dieta equilibrada que incluya una amplia variedad de alimentos integrales, mientras se continúa evitando los desencadenantes identificados durante las fases anteriores.

Beneficios de la dieta

La dieta GAPS tiene varios beneficios potenciales, especialmente para aquellos con problemas digestivos o trastornos relacionados. Entre los beneficios reportados se incluyen:

1. Mejora de la salud digestiva: La dieta GAPS puede ayudar a reducir los síntomas de trastornos digestivos como el síndrome del intestino irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal.
2. Reducción de síntomas neurológicos y psicológicos: Los desequilibrios en la flora intestinal pueden contribuir a trastornos neurológicos y psicológicos, como la depresión y el autismo.
3. Apoyo al sistema inmunológico: Al mejorar la salud intestinal, la dieta GAPS puede fortalecer el sistema inmunológico y ayudar a prevenir infecciones y enfermedades.

Aunque la dieta GAPS puede ofrecer beneficios significativos, también presenta desafíos. La fase introductoria puede ser restrictiva y difícil de seguir a largo plazo, y la identificación de alimentos problemáticos puede requerir un enfoque personalizado. Es importante consultar a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier dieta restrictiva para asegurar que se adapte a las necesidades individuales y para recibir orientación adecuada.

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