La difícil tarea de dar las medicinas a las mascotas
Suministrar pastillas o jarabes a perros y gatos tiene sus trucos. Hay que aprender a convencerlos y siempre dar la dosis completa recetada
Pelusa acababa de salir de la clínica veterinaria y aún adormitada emitía pequeños gruñidos que parecían de dolor. Un día antes la habían esterilizado. En unas horas más, Samantha López, la dueña de la perrita, debía cumplir con las indicaciones médicas y darle las medicinas.
Parecía una tarea sencilla. Pelusa siempre había sido una mascota dócil, así que su dueña pensó primero en convencerla poniendo un poco del antibiótico en una bebida nutricional de esas que siempre devoraba. Tomó un poco y no quiso más. Se volvió a acostar.
Debía entonces darle una pastilla y esta vez quiso engañarla, metiendo la píldora en medio de un pedazo de pan. Comió casi todo, menos el pedazo que tenía la medicina.
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Leer más¿Cómo la convencía? Creyó que lo mejor sería agarrarla, abrirle el hocico y meterle la pastilla. Lo logró, pero se ganó una mordida.
El médico veterinario Paúl Rivadeneira Macías recuerda que es importante garantizar una buena respuesta por parte de los pacientes, por ello deben consumir de manera adecuada y en su totalidad la medicina que se prescribe.
“En el caso de las tabletas, cápsulas o pastillas, se pueden moler, cortar o diluir con agua, jugos, patés o disimularlas en frutas, pollo o carne e incluso en algún premio comestible que sea agradable para nuestras mascotas, evitando los embutidos o alimentos condimentados”, explica.
Si lo que debe darle es un remedio líquido, hay opciones como congelar la dosis que le tocaría y administrarla “camuflada” con algún producto. También puede ponerla en la comisura del labio con ayuda de una jeringa, manteniendo el hocico siempre ligeramente hacia arriba. Lo más importante es no forzarlos, indica.
Gabriela Alvear, quien se dedica al voluntariado en fundaciones animalistas, también aplica algunos trucos, que varían según el caso.
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Leer más“En los perros, les abro la trompita con una mano y con la otra pongo la pastilla al fondo de la garganta para que la trague”, dice. ¿Y si la escupen? Hace el mismo proceso, tratando de no lastimarlos, repite.
Y aunque hay algunos que son más reacios a tomar su medicina, dárselas no resulta tan complicado como cuando se trata de los gatos.
El esfuerzo es un poco más largo. Los toma del lomo y con la otra mano empuja la pastilla en la trompa. “Hay algunos que no se dejan, que son huraños. Me ha tocado envolverlos en sábanas y hacerles como un taco para inmovilizarles las patas, los calmo y luego les doy la medicina”, explica.
Los profesionales recomiendan que el dueño de la mascota esté tranquilo, pues de lo contrario será más complicado darle el medicamento.
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Leer másLa doctora Ángela Rodríguez dice para los felinos, cuando no se los logra engañar con comida, la pastilla se la puede dar con unos dispositivos que sirven para ello o, si no tiene a la mano, con una pinza de cejas. Se introduce la pastilla lo que más pueda, sin meter los dedos. Luego, le pueden dar un poco de comida o agua para que la píldora ingrese al organismo.
Si lo que debe suministrarle es una suspensión, para ocultar el sabor puede ponerle un poco de miel para ocultar el sabor amargo.
Deberá probar todo según el caso, pues al igual que en el humano, es necesario suministrar toda la dosis recetada.