
Digitalizaron su modalidad de atención para no dejar de ayudar
La Fundación Nikols trabaja por los adultos mayores, a quienes en pandemia llega a través de videos y WhatsApp
Pedro es un adulto mayor que tiene la mitad derecha de su cuerpo paralizada. Pasa el día en una silla de ruedas intentando retomar poco a poco la movilidad. Cada mañana toma una esponja y la exprime lentamente sobre una bandeja, mientras su nieto graba el momento con su celular.
Esos videos son enviados a uno de los tutores de la Fundación Nikols para que pueda ver los avances de Pedro. Debido a la pandemia, los miembros de la institución ya no pueden asistir a las casas de las personas de la tercera edad a hacerles un seguimiento, pues son personas vulnerables, así que buscan la manera de llegar a ellos.
Antes de la COVID-19, los tutores visitaban varias veces a la semana a los adultos mayores para realizar actividades de estimulación cognitiva, motoras gruesas y finas, para enseñarles a hacer manualidades y también a desarrollar sus destrezas artísticas.
“Ahora hemos hecho adaptaciones, tuvimos que digitalizar nuestro programa, por eso grabamos videos para que los cuidadores (hijos, nietos, sobrinos o vecinos) sepan cómo trabajar. Hacemos también videollamadas por WhatsApp”, explica Maira Muñoz Cabrera, directora de Proyectos Sociales de la fundación.
Y si la tecnología es un obstáculo, ellos, con la ayuda de algún líder comunitario, buscan la forma de hacerles llegar el material o van hasta las casas, pero se mantienen a distancia. La fundación tiene dos convenios con el Ministerio de Inclusión Económica y Social para trabajar con 275 adultos mayores.
- La labor
La fundación, que se constituyó hace dos años al sur de Guayaquil, trabaja también con niños y adolescentes y con personas en movilidad humana.
El trabajo con los cuidadores se realiza en casas comunales para confirmar que la familia del beneficiario pueda recibir los manuales y ver los videos.