Disonancia cognitiva: ¿Por qué actuamos diferente a lo que pensamos?

Entramos en conflictos con nuestros pensamientos. Es el primer comportamiento que aparece cuando lo que pensamos queda rezagado por nuestras actuaciones. Este fenómeno, estudiado por el psicólogo social León Festinger en la década de 1950, juega un papel crucial en nuestra comprensión de cómo procesamos y adaptamos la información en nuestras vidas.

Por disonancia cognitiva se entiende la ansiedad o incomodidad que experimenta la persona cuando sus actitudes o creencias chocan o entran en conflicto con sus actos. En consecuencia, el individuo puede intentar modificar su conducta para evitar esa sensación displacentera y reducir la tensión. O defender sus creencias o actitudes, incluso hasta el punto de llegar al autoengaño.

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Por ser propio de una persona, el sujeto tiene un efecto inmediato al causar incomodidad, culpa, vergüenza o ansiedad. Usualmente puede verse en el comportamiento, decisiones, pensamiento, creencias y actitudes y salud mental. 

La relación entre la mentira y la disonancia cognitiva

El propio León Festinger, junto a  James Merrill Carlsmith, realizó un estudio que demostró que la mente de quienes se autoengañan resuelve la disonancia cognitiva “aceptando la mentira como una verdad”.

Si bien la disonancia cognitiva puede ser resuelta de diversas maneras, en muchas ocasiones optamos por 'hacer trampas' para hacer que desaparezca. Eso pasa por manipular nuestras propias ideas y creencias para hacer que encajen entre sí , creando la ficción de que la aparición del malestar de la disonancia cognitiva no tenía razón de ser, en primer lugar. Sin embargo, eso nos vuelve vulnerables a toparnos una y otra vez con las consecuencias de esa contradicción encubierta que no hemos resuelto al completo.

Dar por hecho que actuamos acorde a lo que pensamos para sentir una especie de tranquilidad y felicidad condicionada provoca a largo plazo molestias por actos que se realizó y que trajo consecuencias; las mismas que no se las evitó por experimentar el proceso. 

Estrategias para reducir la disonancia cognitiva

Convencerse de las creencias con una idea relacionada. Por ejemplo, una persona que bebe alcohol puede hacerse la idea de que la ingesta de esta bebida perjudica al sistema digestivo y puede conllevar a un vicio o más grave a la muerte. 

"Es pertinente un respaldo del entorno que observa nuestros movimientos y que por estar rodeado un 100% al sujeto conoce sus acciones y pensamientos. Lo ideal es que esa persona lo detenga haciéndole reflexionar sobre su siguiente paso", detalla Madeleine Alejandro, psicóloga clínica

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Justificación de la conducta para reducir el conflicto con las creencias. Por ejemplo, la persona que bebe alcohol puede argumentar que existen otras cualidades que contrarrestan los efectos negativas de la bebida alcohólica. Buscar información adicional que respalde la creencia ayuda a disminuir la disonancia cognitiva. 

"Estas estrategias lograrían reducir en gran parte la disonancia y apoyar a nuestros pensamientos que vayan acorde a nuestras creencias. Es por ese motivo que el paciente debe someterse a una terapia donde aprenda a manejarla en casa o en cualquier entorno", expresa la psicóloga. 

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