Diversidad y tradición en la cocina ecuatoriana
Cada plato de la gastronomía nacional posee un tesoro histórico y cultura que definen nuestra identidad
El diccionario de la Real Academia Española define identidad como “Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás”. Quiero partir de esta definición para reflexionar sobre la identidad de nuestros fogones.
Lo que generalmente denominamos ‘comida típica’ encierra una serie de conceptos que van más allá de las recetas o pasos a seguir para preparar un plato de cualquier región del país. Considero que la identidad de la cocina ecuatoriana es un tesoro que representa nuestra esencia, historia, rasgos de nuestra cultura y por supuesto las tradiciones de un pueblo.
La gastronomía de Ecuador es tan variada como lo es su territorio y tiene muchísimos matices, al igual que su gente. Me atrevería a decir que es un fiel reflejo de nuestra diversidad y pluriculturalidad, llena de sabores e ingredientes únicos que son representativos de cada región. Cómo no deleitarse con platos de la Costa como corviche, ceviche, encebollado, o manjares de la Sierra como el locro de papa, el hornado y el mote pillo.
El gusto por lo nuestro
El enfoque de las nuevas generaciones de cocineros es la constante búsqueda y rescate de nuestras raíces, del producto local y del aprovechamiento de lo que da nuestra tierra que es riquísima y diversa. No necesariamente la idea debe ser la de ‘gourmetizar’ platos tradicionales, sino más bien sacar provecho de lo que somos, de lo que tenemos y valorar el trabajo del agricultor o pequeño productor que se dedica al campo, para poder trasladar eso a la mesa.
Es una tendencia muy marcada en la cocina latinoamericana de hoy, volcarse hacia el rescate de lo local y a través de esto fortalecer y proyectar al mundo su identidad culinaria. Ecuador no es la excepción porque al final lo que se persigue es diferenciarse y destacarse abrazando la diversidad y así transmitir y demostrar lo que nos hace únicos.
Considero que nuestra gastronomía, que incluye el talento de quienes se dedican a esta profesión o de quienes conservan tradiciones, tiene muchísimo por mostrar al mundo. Tenemos un nivel muy elevado de producto local distribuidos en diferentes regiones maravillosas, con el que se pueden lograr sabores exquisitos y con creatividad e ingenio mostrar a nivel internacional todo lo que tenemos, sin pedir favor a nadie.
Para eso primero debemos creer en nosotros mismos, no solo valorar las experiencias fuera del país, sino también apoyar lo que se genera internamente, creer en el potencial de nuestra cocina, para así ser capaces de transmitir a las nuevas generaciones quiénes somos y a los que nos miran desde afuera proyectar toda la riqueza de nuestros fogones.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!
