DYA erradica el trabajo infantil a través de la inclusión educativa

Creen en la fuerza colectiva que poseen las comunidades al proponer y decidir sobre su desarrollo. Así se maneja la Organización sin fines de lucro Desarrollo y Autogestión (DYA) con un equipo que trabaja en los territorios junto a los miembros de organizaciones sociales y a los funcionarios públicos. 

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También, brinda asistencia técnica y capacitación a funcionarios públicos y se convierten en aliados a la hora de ejecutar programas. En el área de la salud, se centra en fortalecer los sistemas médicos locales y aportan a la construcción de políticas de prevención y atención de problemáticas como VIH, tuberculosis y la malaria. 

Asimismo, fomentan la participación comunitaria en las zonas de intervención. “Lo que hacemos nosotros es desarrollar modelos, planeamos y presentamos a nivel de territorio y posterior buscamos aportar a la política pública nacional, para que esos modelos puedan ser escalados y llegar a una dimensión mayor a nivel nacional. Nos enfocamos bajo una lógica de derechos y con énfasis en niños y adolescentes en condiciones de vulnerabiblidad y extrema vulnerabilidad”, explica Juan Samaniego, Director Ejecutivo de Desarrollo y Autogestión. 

Por su aporte internacional, sus proyectos se manejan en Lima y Buenos Aires con las mismas temáticas. En el área educativa, contribuyen a mejorar la calidad del sistema y a facilitar el acceso, permanencia y culminación del recorrido escolar de la población más vulnerable. 

Es así que desarrollan metodología de nivelación de la extraedad, atención diferenciada en escuelas multigrado y de acceso al nivel secundario en comunidades alejadas, entre otras. Con ello, la organización erradica el trabajo infantil que combina: acciones de incidencia y fortalecimiento de la política pública, movilización comunitaria, generación de alianzas público - privadas, estrategias de generación de ingresos para las familias y atención de las necesidades educativas de los niños, niñas y adolescentes que trabajan. 

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Se puso en marcha estrategia en varios países, en distintas actividades como la minería, basurales, mercados, construcción, agroindustria y agricultura familiar. “Actualmente trabajamos en cinco zonas del país el programa de educación acelerada flexible para alrededor de. 800 chicos. El otro programa es de apoyo escolar en varias zonas vulnerables de Guayaquil, Quito y otras provincias. En escuelas vulnerables generamos un dispositivo con un pedagogo especializado para que los chicos que más lo requieren y abandonaron el sistema escolar por no adquirir destrezas o competencias lo hagan a nivel nacional”, argumenta.

Otro de los proyectos se basa en implementar acciones de protección y erradicación del trabajo infantil, a través de nuevas y avanzadas metodología. Desde el 2021 al 2024 lograron beneficiar a 26.452 niños en el área de salud, mientras que, 17.768 en área educativa.

El apoyo es externo e interno y convenios con el Ministerio de Educación en escuelas principales. En ese contexto, el apoyo para familias migrantes es fundamental y el poder en que los niños no pierdan o se retrasen en sus estudios. Desde hace 11 años, DYA trabaja en Monte Sinaí, junto a líderes comunitarios, en la prevención de enfermedades que afectan a la población más vulnerable de esta zona.

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