Edadismo: así impacta tus derechos y oportunidades
¿Te limita tu edad? Aprende sobre el edadismo y cómo afecta a jóvenes y adultos mayores en nuestra sociedad
Seguramente, al llegar a cierta edad habrá escuchado frases como ‘ya pasó su momento’ o ‘más sabe el diablo por viejo que por diablo’. Estas situaciones enmarcan el significado de edadismo.
Este término, explicado por la Organización Mundial de la Salud, se refiere a la forma de pensar (estereotipos), sentir (prejuicios) y actuar (discriminación) con respecto a los demás o a nosotros mismos a causa de la edad.
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Y aunque no lo crea, el edadismo está en todas partes. Desde simples cosas como poner signos de interrogación en las tortas de los ‘cumple’, no tener los suficientes ‘años’ para considerarse profesional, hasta escenarios como ser excluido de calificar para un puesto de trabajo.
A decir de Carlos Tutivén, catedrático investigador de la Universidad Casa Grande, el edadismo reduce la complejidad de la vida humana a la edad cronológica.
Esto no debería ser así, porque, en palabras de Ana Morán, psicóloga especializada en orientación y educación especial, “en las generaciones actuales se atribuye a la edad una serie de características estereotipadas como la madurez, sin contemplar que existe evidencia neurocientífica de que el desarrollo adolescencia-adultez se extiende desde los 12 hasta los 25 años”.
¿A quién afecta el edadismo?
Entonces, esta discriminación la sufren dos grupos: las personas adultas mayores y los jóvenes. Por un lado, a los primeros se los considera viejos, susceptibles a enfermedades crónicas y cognitivas, y con pocas habilidades tecnológicas. Por otro lado, a los últimos se los acusa de ser frágiles, inexpertos, ansiosos y de no esforzarse por mejores condiciones de vida, menciona Carlos.
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Leer másEl edadismo causa síntomas a nivel mental, como ansiedad, estrés y depresión; a nivel social, como la segregación y exclusión laboral; y a nivel político, como el impacto en sistemas de jubilación y el mercado laboral. Todos estos rasgos afectan la idealización de un ser humano y sus planteamientos a futuro, haciendo que se perciba como ‘no capacitado’ para ciertas labores o que ‘ya no sirve’ para otras.
No todo es blanco y negro. En la actualidad existen personas adultas que tienen la suficiente estamina para hacer muchas cosas y también existen jóvenes cuya energía se les escapa con solo levantarse de la cama, o viceversa. Ahora bien, con este conocimiento en mano, ¿sigue pensando que la juventud solo es para los jóvenes?
El edadismo y la juventud
¿Y si le digo que la juventud no es estar entre los 20 y los 30 años? Suena loco ¿no es así?, pero es real, los expertos lo corroboran.
Carlos Tutivén expresa que para desligarse de esta creencia se debe “desmontar el supuesto de que a la edad se le atribuyan características innatas” como vestirse de colores vivos, tener relaciones sexuales o simplemente hacer ejercicio. Él añade que se debe entender la juventud como una construcción social.
Esto quiere decir que el concepto de juventud no se define por los años que tenga o por las arrugas que lleve en su rostro, sino por cómo usted maneja su actitud ante varios escenarios de la vida: eso es lo que define si usted sigue siendo joven o no, si usted es capaz o no. La sociedad influye mucho en cómo usted se siente, al igual que las redes sociales, pero no se debe dejar llevar por eso.
“Los medios de comunicación y redes sociales tienen un impacto enorme en cómo vemos el envejecimiento hoy en día en Ecuador. Suelen mostrar a las personas mayores como frágiles o dependientes, y rara vez las vemos en papeles activos o liderando, lo que refuerza una visión limitada de lo que significa envejecer”, advierte la psicóloga. Añade que asimismo hay un fuerte énfasis en la perpetuación de la juventud y la belleza en los medios, “lo que hace que muchas personas vean la vejez como algo contra lo cual combatir o algo que esconder, en lugar de una etapa de vida que se debe disfrutar”.
Siempre existen cosas buenas y malas, y las redes ofrecen plataformas en las que las personas pueden conectarse, compartir sus experiencias, encontrar apoyo en pares o conocer historias positivas de personas que están activamente involucradas en sus comunidades. “Esto ayuda a cambiar la narrativa y mostrar que la vejez puede ser una etapa vibrante y rica en posibilidades”, concluye Ana.
¿Cómo se puede disminuir el edadismo?
Aparte de darse cuenta de que hay un problema, el catedrático expone que el mejor remedio para esta amarga situación son los proyectos intergeneracionales. Un ejemplo en el ámbito laboral es hacer integración o manejar ciertos trabajos con gente de edades diferentes para fomentar la unión y respeto entre todos.
Desde la casa, Tutivén explica que se debe retomar el respeto por los abuelos, darles la oportunidad de pasar tiempo con sus nietos. De esta manera, ellos pueden pasarles su sabiduría y afianzar lazos generacionales ¿A usted qué le parece?
Otra medidas que pueden disminuir el edadismo
- Educación y sensibilidad: Promover la educación intergeneracional, fortalecer programas en colegios y universidades, o fomentar la interacción y el entendimiento mutuo entre jóvenes y mayores. También funciona integrar proyectos en los que los estudiantes trabajen con personas mayores, así se derriban los estereotipos y se construye la empatía.
- Publicidad desafiante: Activar campañas que promuevan imágenes positivas de los adultos. Esto ayuda a cambiar la narrativa pública y a destacar las contribuciones valiosas de este grupo a la sociedad.
- Cambiar el chip a los medios: Favorecer representaciones positivas de los adultos en televisión, cine y publicidad. Eso asegura que sean representados de manera justa y positiva. Además se debe mostrar a personas mayores en roles variados y activos, evitando estereotipos de dependencia o fragilidad.
- Vigilancia en la política: Garantizar que las políticas de inclusión laboral se cumplan, no solo en minorías como las personas discapacitadas. Algunas acciones que se pueden aplicar serían: dar incentivos a empresas que incluyan a personas de la tercera edad en sus filas, otorgar servicios de apoyo de salud integral y asegurar que la ciudadanía en general se beneficie de los programas existentes.
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