No elimines de raíz esos irresistibles antojitos
La nutricionista Jacqueline Torres explica que las dietas restrictivas generan el deseo de comer más. Da tips para no privarte de lo que te gusta
Muchos pacientes llegan a la consulta del nutricionista llevando a cuestas varios años de malos hábitos. Han pasado además por dietas mal planificadas y súper restrictivas. Eso sin contar con que se han dejado convencer por lo que escuchan por allí sobre lo que puede darles resultado.
Todo eso genera "un vaivén de ansiedad", explica la nutricionista guayaquileña Jacqueline Torres Ramos. Por eso, asegura que restringir algo por completo, no es lo correcto.
"Cuando se prohíbe, se genera el miedo a las dietas y un doble o triple deseo por lo que nos dicen que no debemos comer. "En realidad, una dieta bien planificada no tiene por qué ser mala, puede sanar y a la vez disfrutarse", explica la profesional.
Perder peso elimina la carga de las rodillas
Leer másTambién menciona que al realizar recomendaciones súper restrictivas, estas se convierten en semillas para el Trastorno de Conducta Alimentaria, algo que actualmente está tomando fuerza y está más cerca, solo que no lo vemos, resalta.
"Esto se puede observar al momento de recibir a los pacientes que suelen indicar que han realizado una dieta quitando generalmente lo que más les gusta, pero llega el fin de semana y por ese deseo que aumenta, no solo terminan consumiendo una porción sino el doble y esto al final de la ecuación es una desventaja para el paciente", indica la nutricionista.
Por eso, la persona huye del tratamiento nutricional. "El cuerpo también reacciona fisiológicamente al momento de restringir algo de raíz y empieza a tomar otras vías hasta obtener lo que quiere", indica.
Un día sin carne, una tendencia saludable
Leer másLo recomendable siempre, destaca, es que los malos hábitos se vayan disminuyendo progresivamente desde el día 1 hasta lograr el consumo esporádico. Esto lo puede realizar de las siguientes formas:
- Ejemplo: Si tengo 20 años de tomar muchas bebidas gaseosas y la cantidad promedio por día es de 5 vasos, puedo comenzar con reducir a 2 o 3 vasos y aumentando la cantidad de agua hasta llegar a un consumo muy esporádico (es válido en todo producto que uno lleve muchos años consumiendo).
- Esto igualmente refleja buenos cambios no solo en exámenes bioquímicos, sino que el paciente se siente más cómodo sin generar algún tipo de ansiedad.
- También puede que la persona prepare alguna comida rápida (aprovechando que nos quedamos más en casa), pero puede elegir la calidad de ingredientes para un menú. Un ejemplo: una pizza (con otro tipo de harina que ya existe en el mercado y agregar ingredientes como el tomate + pimientos + champiñones + queso bajo en grasa, etc.).
- Es posible además realizar mejores presentaciones de un producto como un chocolate común a una de presentación mayor al 70 % (siempre revisar los ingredientes en las etiquetas).
Otra manera sería realizar buenas combinaciones:
- Si tengo ganas de un postre específico, en vez de consumirlo solo, puedo agregarlo como parte del menú de mi almuerzo (priorizando que este tenga mayormente vegetales, granos, alimentos tipo integral, grasas saludables (aguacate, frutos secos, aceite de oliva extra virgen, semillas), etc. Para así, al final, la fibra junto con la proteína y grasa, más el movimiento (actividad física en el día) puede provocar un menor impacto de la glucosa del postre.
"La finalidad de estos consejos es siempre poner lo sano por delante, pero sin descuidar que cada persona necesita su proceso", resalta la nutricionista Jacqueline Torres. Quitar algo de raíz solamente generará más deseos por estos. "La salud no solo es física, también es emocional, psicológica y si las tres están bien el paciente estará bien", concluye.