Emociones talladas en 32 esculturas

En su obra, Narcisa López Jáuregui muestra a una mujer encerrada, como en una actitud indiferente frente a lo que ocurría afuera. Con esa escultura a la que llamó ‘Ella vive otra realidad’ quiso reflejar su ira por aquellos “privilegiados” que “pescaron a río revuelto carentes de humanidad”.

Sí, estuvieron encerrados como todos, dice, pero “ellos en comportamientos egoístas y dentro de jaulas de oro”, mientras veían cómo otros se enfrentaban a la realidad pandémica sin poder trabajar y obtener los ingresos para vivir. Así, esta artista usó el barro para plasmar lo que sintió en los momentos más duros de la pandemia de COVID-19.

Junto a otras diez escultoras del Colectivo Artebarro Meraki dio forma a la muestra ‘Mujer 360° en tiempos de desconfinamiento’, que recibe desde ayer 21 de septiembre de 2020 al público en la Asociación Cultural Las Peñas y que permanecerá hasta el 30 de este mes.

Las 32 obras llegarán también a Guayarte, del 1 al 7 de octubre, y allí estará una pequeña recreación de los juegos de la infancia, de Rossana Martínez, la presidenta del colectivo. La llamó ‘Ni pepo ni macateta’. “Es una reflexión irónica sobre el comportamiento de algunos ciudadanos al no respetar el distanciamiento social, actuando de manera irresponsable, como si se tratara de un juego de niños”, dice.

Dentro de este grupo, Elizabeth Pino dio una mirada a lo que se vivió dentro de casa, al crear ‘Agobio doméstico’, donde representa el exceso de limpieza y desinfección, el teletrabajo, la precaución medicinal, el control de los alimentos, el luto por las muertes inesperadas... “Fue un colapso psicológico que nos llevó a rendirnos y a desplomarnos cansados ya de una rutina interminable”, confiesa.

Hubo también quienes quisieron mostrar cómo se puede resurgir después de tantas pérdidas. Por eso, Verónica Machado realizó una escultura a la que tituló ‘Resiliencia’. Dice que la inspiración llegó luego de reflexionar sobre la muerte de un familiar. Fue allí cuando pensó que para superar ese dolor debía enfocarse y apoyarse en fortalezas. “Mi obra toma forma de una mujer que supera las adversidades”, resalta.

Así lo sintió también Grace Chacón, que presentó ‘Renacer’. Quería destacar en su trabajo ese sentir positivo, contagiar la idea de “resurgir desde las entrañas de la tierra y saber que tendremos un nuevo florecimiento que hará reverdecer la esperanza en cada uno de nosotros”.

Blanca Allauca, Cenia Castro, Alemania Guarderas, Gisella Matamoros, Diana Ponce y Ana Vinueza son parte del colectivo y ellas hacen un recuento de los momentos de plegaria, de la naturaleza que cambió con el confinamiento, de la vanidad por la ropa que quedó relegada... Pero muestran también la fuerza de voluntad, lo que cada uno descubrió sobre sí mismo, la angustia de los días más álgidos de la COVID-19, el caos en el sistema de salud, el amor fraternal en medio del dolor...

Es la manera en la que este colectivo artístico, que surgió en 2016, realiza su propio registro histórico de la pandemia. Lo hace usando el barro/arcilla o cerámica para plasmar con sus manos su sentir. Es una manera en la que buscan también que esta técnica ancestral no desaparezca.