¡A empoderarlas desde niñas!
Empoderar. A una niña es empoderar a una mujer y futura madre. Conoce cómo contribuir a su desarrollo y al disfrute pleno de sus derechos.
Empoderar. Esta palabra tan poderosa y fuerte ya no solo es mencionada por terapeutas, coaches o especialistas en desarrollo personal. Aunque su concepto viene introduciéndose en la sociedad desde los años 60, este proceso ya no solo recae en personas adultas, sino que empieza a colarse en los integrantes de las familias, sobre todo en las niñas.
“Ante un mundo plagado de violencia, discriminación, bullying, se vuelve necesario fomentar el empoderamiento de ellas desde temprana edad (10 a 16 años), dándoles las herramientas necesarias para que logren conocer y hacer respetar sus derechos y más adelante puedan participar en igualdad de condiciones en la sociedad”, dice la orientadora familiar Karina de Cucalón, directora de las Jornadas de ‘Empoderando de las niñas’ que se desarrolla en la Universidad Católica.
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Leer másPara apoyarlas en ese camino, en la actualidad se nota la iniciativa de actores sociales, que realizan eventos con diferentes talleres que buscan fortalecerlas emocional y mentalmente.
SEMANA dialogó con expertos respecto a la urgencia de abordar estos temas para que, a la larga, esto las convierta en mujeres seguras. Tal como ellos coinciden, “empoderar a una niña es empoderar a una sociedad”.
- Criarlas con conciencia
Se dice que la mujer es la semilla de toda sociedad, pues donde está ella se forma un hogar. Y para conseguir eso es importante todo su bagaje.
A criterio de Karina González de Cucalón, terapeuta familiar, con especializaciones en Houston, Puerto Rico, India y China: “Si desde pequeña se la empoderó dándole amor, se le desarrolló una vida espiritual, se le fomentó su autoestima, y la autoconfianza para que logre todo lo que pueda imaginar, eso en conjunto serán sus herramientas para desenvolverse a plenitud en todo lo que haga y sea una buena cabeza familiar”.
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Y si por el contrario, tiene dolor emocional o trauma que no ha sido sanado, entonces terminará desquitándose con los hijos de manera física o verbal.
Por eso, para González, “empoderar a una niña es empoderar a una mujer, que a su vez empoderará a una familia, y también a la sociedad”.
¿Cuándo se debe empezar? Según explicó la especialista, desde que las niñas tienen diez años de edad, los terapeutas o psicólogos ya pueden trabajar en ellas la sanación de heridas emocionales que causaron sus padres, así como también, tratar temas sobre su futuro ideal.
“Si se transforma la vida de esa niña, se transforma la de esa futura mujer y madre, pues asumirá su maternidad de manera más consciente y no repetirá los errores que experimentó en la infancia”, expresa. De hecho, hay casos de mujeres CEO de empresas que en su niñez crecieron en familias conflictivas y, sin embargo, supieron levantarse, ser las arquitectas de su vida y, como efecto búmeran, ayudaron también a las que vinieron detrás.
- La educación siempre es la clave
Contrario a lo que pasaba en otras décadas, la aspiración de ser amas de casa y buenas esposas no es la única opción en la vida de las niñas de hoy en día. A medida que crecen, la educación se vuelve clave para desarrollar sus habilidades y obtener el máximo provecho de sus talentos.
En ese sentido, hay escuelas y colegios que realizan y participan en jornadas en busca de su empoderamiento, para que sus sueños se hagan realidad y gocen de un desarrollo integral.
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Leer másDesde las universidades también hay el mismo interés, pues aspiran a que cuando terminen la secundaria no deje de haber participación de mujeres en las aulas estudiantiles, incluso en aquellas carreras en las que tradicionalmente han sido lideradas por hombres.
Para el doctor Walter Mera, rector de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, “se nota un cambio de época, la mujer se ha empoderado en lo que le corresponde, no solo a nivel estudiantil, sino en cargos de docencia y autoridades”.
Sin embargo, en los tiempos que corren, y más aún en pospandemia, no todas las niñas vienen de hogares que formen en valores y cuiden el desarrollo pleno de ellas. La violencia se ha colado en las familias, haciendo que esto marque su infancia y que el trauma probablemente persista hasta cuando crezcan.
“Es importante desarrollar programas para la salud mental. Cuando hay bajo rendimiento o tienen problemas con su comportamiento, se debe trabajar con psicólogas para tratar su autoestima, su desdén por estudiar o agresividad. Como UCSG lo ponemos en practica con nuestros estudiantes, sin embargo, nos preocupa lo que está pasando en los colegios donde los adolescentes están consumiendo drogas”, refiere.
El trabajo para ayudar a empoderar es de todos, y tal como menciona Mera, “la educación es y será una de las soluciones para el mejoramiento de la calidad de vida de las personas”.
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- Aprender a defenderse es vital
Instruirse en defensa personal empieza a ser un tema de interés no solo en la vida adulta, sino también en la niñez. Y se lo enseña con objetivos bien claros: aprender técnicas en casos de ser víctimas de violencia escolar, familiar o intento de agresión en las calles, siempre y cuando el atacante esté sin armas.
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Leer másEn Ecuador, durante el 2022, se reportaron 607 denuncias de acoso escolar a nivel nacional, de ese número 263 era de niñas y adolescentes de 8 a 14 años, según datos del Ministerio de Educación.
Ante esa situación, surge el interés de hacer jornadas de empoderamiento, donde se incluyan talleres de autodefensa, como el que desarrolló a inicios de noviembre, Rotary Clubes de Guayaquil, con el apoyo de agentes de la Policía Nacional, donde se beneficiaron alrededor de 150 niñas.
A criterio de la cabo segunda de Policía, Lissette Espinoza, “a través del aprendizaje de técnicas, se puede evitar ser víctima en la escuela, y también fuera de esta, en caso de que un desconocido las quiera agredir o raptar”.
Asimismo, añadió que se puede enseñar técnicas de brazos y piernas, a partir de los 9 años, cuando ya tienen un poco más de fuerza corporal. “Con lo aprendido pueden tumbar al agresor(a) sin necesidad de golpes. Vale recalcar, que esto no es con el fin de que lo apliquen como juego en los recreos, sino solo ante la necesidad de defenderse”.
El hecho de aprender 12 movimientos básicos y bien combinados puede llegar a salvar sus vidas. Defenderse no es atacar, simplemente es un acto de defensa.
RECUERDE:
Como parte de las Jornadas de Empoderamiento de las Niñas, el 20 y 27 de noviembre de 8:300 a 12;30 se realizarán charlas y talleres gratuitos en el área de Posgrado de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil. El evento cuenta con el apoyo de los Clubes Rotarios de Guayaquil.
- Desde casa
- Desarrolle la autoconfianza: El primer paso es que sepan que pueden afrontar retos, ya sea a nivel académico o personal. No importa si en el camino cometen errores, lo importante es que aprendan de ellos.
- Fomente su autoestima: Enséñele a quererse a sí misma, a fin de que se respete y valore.
- Priorice la comunicación: El hecho de que las niñas se sientan escuchadas no solo les ayuda a estrechar el lazo de confianza con sus padres, sino que más adelante entiendan que el diálogo es clave para que puedan participar en sociedad.
- Deje que tome decisiones en casa: Su opinión y participación es importante en la familia. Desde su infancia tiene que sentir que su voz es valorada. Eso le dará mucha seguridad en su adultez.
- Incentive sus habilidades: En las áreas que despiertan interés por parte de ella, ayúdela a desarrollar ese talento, no se lo reprima.
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