El enjuague bucal ¿es necesario?
Es un complemento de la higiene de la boca y las encías, pero no sustituye al cepillado ni el uso de hilo dental. No se exceda en su uso
Sonrisa bonita y buen aliento es el resultado perfecto de una adecuada limpieza. Por eso, cepillo, pasta e hilo dental son los artículos imprescindibles; mientras que el enjuague bucal complementa esta actividad.
"El primero permite una limpieza integral del 35%, ya que con el cepillo no se logra eliminar todo el sarro que se aloja entre los dientes; mientras que el colutorio (o enjuague bucal) refresca solo el aliento y apenas por unos minutos. "Su mérito radica en que ayuda a combatir enfermedades de las encías (gingivitis y periodontitis) que se originan por la acumulación de placa bacteriana acumulada entre los dientes y la aparición de caries interproximales", refiere la odontopediatra Yuliana Gutiérrez (@docyuly)
En el mercado hay una variedad de enjuagues bucales, cada uno cumple una función específica. Contienen clorhexidina, triclosán, cloruro de cetilpiridinio, alcohol, aceites esenciales, fluoruro y peróxido, sustancias que son antisépticas, es decir, capaces de matar diversos tipos de microorganismos dañinos. Sin embargo, también podrían acabar con bacterias útiles para el organismo, como aquellas que permiten generar óxido nítrico (compuesto quimico que ayuda a mantener los niveles de glucosa estable), y ser causantes de obesidad y diabetes. "Esas bacterias son como soldados que protegen la salud dental, y al eliminarlas en grandes cantidades pueden inmunodeprimirse y provocar enfermedades como la candidiasis", explica la doctora Gutiérrez, especializada en Brasil.
- Sin excesos
Los excesos son contraproducentes, por ejemplo los colutorios con clorhexidina pueden manchar los dientes y ocasionar pérdida del gusto, por eso no deben usarse por más de 2 semanas; el abuso de flúor (fluorosis) daña la dentadura y los que contienen alcohol, irritan la mucosa oral. Aconseja la experta usar con mesura estos enjuagues, y solo bajo prescripción del dentista.
- Ni blanquea ni combate la halitosis
El enjuague bucal se debe utilizar después del cepillado, basta un pequeño sorbo. No sirve para blanquear los dientes. Y si bien es cierto que ayuda a combatir el mal aliento, dejando una sensación de frescura, no lo elimina completamente. Si sufre de halitosis debe visitar a un especialista, recalca la experta.
- ¿Y los niños?
Muchos de los enjuagues bucales tienen flúor, mineral que ayuda a evitar las caries, y remineralizar los dientes. En los niños menores de 6 años no se recomienda su uso, porque debido al sabor y color los pequeños pueden caer en la tentación de ingerirlo. Incluso, al enjuagarse la boca no lo elimina todo. El exceso de flúor puede ser muy tóxico, manchar los dientes e incluso debilitar su esmalte. Ellos solo requieren de cepillo y crema dental para una adecuada higiene oral.
Su uso solo bajo prescripción del odontólogo y la supervisión de adultos.
El enjuague bucal solo refresca el aliento y apenas por unos minutos. No se lo recomienda a niños menores de 6 años. En lo personal aconsejo no usarlo hasta que tengan la madurez para hacerlo porque debido al sabor y color los pequeños pueden caer en la tentación de ingerirlos