¡A entrenar las neuronas!
Basta de peros y tome ya la decisión de estimular su materia gris con sencillos ejercicios que le demandarán pocos minutos de su tiempo. ¡Empiece ya!
Al cerebro también hay que mantenerlo en buena forma durante todas las etapas de la vida. Conforme se cumplen años, la memoria se torna frágil y puede jugarle una mala pasada. La dificultad para concentrarse o recordar ciertos números o nombres puede ponerlo en serios aprietos, pequeñas muestras de que ciertas habilidades se van perdiendo.
Después de haber vivido y seguir viviendo una experiencia tan dura como la pandemia de COVID-19 y todas las repercusiones físicas y psicológicas que deja, este es el mejor momento para entrenar la mente y reforzar las habilidades cognitivas.
“Con un sencillo entrenamiento diario que no le va a tomar más de 10 minutos, siempre es posible generar nuevas rutas neuronales, incluso después de los 60 o 70 años. La edad no es una limitante”, enfatiza la española Catalina Hoffmann, experta en desarrollo cognitivo y autora del método que lleva su nombre.
La regla de oro para un cerebro joven: estimula e impulsa la felicidad de los demás y tu felicidad será máxima
Practique
Use la mano no dominante. Salga de su zona de confort y realice las actividades diarias con la mano que no utiliza con frecuencia. Por ejemplo, utilice la izquierda (o derecha) para cepillarse los dientes, vestirse, abotonarse la blusa o lavar su cabello.
Aprenda idiomas o música. No acostumbre a su cerebro a la rutina, hacer las mismas cosas hace que se ‘estanque’. Puede ser que haya menos estrés, pero esa aparente calma no esbuena patra las neuronas. Entender un nuevo idioma o tocar algún instrumento musical son actividades estimulantes para la memoria y protegen del deterioro cognitivo.
Escuche música 8D con auriculares. Este tipo de música (o sonido ninaural) que por lo general, se utiliza en películas o videojuegos, tiene la particularidad de activar el cerebro en su totalidad. Se la puede encontrar en Internet y escucharla con los audífonos y los ojos cerrados, concentrándose en cada detalle: la voz, el sonido de los intrumentos, el ritmo.
Retenga lo que ve. Con este ejercicio va a lograr mejorar su capacidad de retención. Mientras se ducha, cierre los ojos y procure recordar dónde están ubicados los productos de baño; luego que alguien los cambie de sitio, memorice, y diga el orden. Esta práctica también puede hacerla cuando está esperando en una fila. Observe lo que portan las personas de su alrededor, cierre los ojos e intente recordar los detalles de su vestimenta (zapatos, vestuario, accesorios).
Estimule el tacto y el gusto. Identifique artículos con solo tocarlos (de diferentes texturas): granos de arroz, fréjol, arena. Para este ejercicio debe contar con la ayuda de otra persona para que seleccione los objetos y los coloque en un receptáculo. Asimismo, con el apoyo de alguien, identifique sabores entre lo dulce, amargo, ácido, picante.
Lea en voz alta. La práctica de leer ya es sumamente positiva para el cerebro. Pero si lee algún fragmento de un cuento o novela en voz alta, el beneficio es mayor.
Oxigénelas
Por la mañana, al despertarse de dormir, tome un vaso de agua para hidratar las células neuronales. Luego proceda a realizar este ejercicio: con la espalda recta y las manos apoyadas en las piernas, inhale fuertemente por la nariz, hasta sentir que se hincha su pecho, diafragma y abdomen, contenga por unos segundos y proceda a exhalar suavemente. Repita 3 veces.