Esther Acebo
Desde su recordado personaje en la serie de Netflix, el mundo de los castings hasta querer ser una chica Almodóvar, conversó la española con este diario.Fotos: Miguel Canales

Esther Acebo: “Me siento honrada de haber sido parte de La casa de papel”

La actriz que interpretó a Estocolmo visitó por primera vez Ecuador y dialogó con EXPRESIONES sobre detalles de su carrera. 

Las historias para sus 5.1 millones de seguidores en Instagram ya anunciaban la sorpresa: Esther Acebo estaba en Cuenca.

Tanto en cine, teatro como televisión, la recordada Estocolmo en La casa de papel de Netflix; no pasa desapercibida y con el paso de las horas, los rumores de que estaba en Ecuador se fueron confirmando. 

Con un elegante vestido ceñido de color borgoña, se hizo presente en la tienda Kerámicos de la concurrida avenida Remigio. Había llegado como embajadora de la marca Porcelanosa que ha formado una alianza con la empresa cuencana para marcar la diferencia en el sector de los acabados. “Cada vez que ellos me llaman ya sé que viene una aventura. Estoy emocionada. Es mi primera vez en Ecuador y en 24 horas que he estado me ha encantado Cuenca”, dice luego de saludar.

Entre selfies y saludos con el público, Esther se dispuso a dialogar con EXPRESIONES para contar cómo su personaje marcó un antes y después en su carrera, y las sorpresas que vinieron en el camino.

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¿Que se siente haber trabajado en una producción como La casa de papel que se vio a nivel mundial?

En el momento que estábamos trabajando en el proyecto nosotros no sabíamos de la envergadura que iba a alcanzar, nadie esperaba esto, y conforme va pasando el tiempo nos vamos haciendo conscientes que de repente al otro lado del mundo, todos han visto la serie y ha sido algo especial. Yo, súper honrada de haber formado parte de ello.

En ese momento que grababa tenía 34 años . ¿Al finalizar la producción hubo un giro 180 grados en usted?

Creo que cuando pasas por un proyecto tan movilizador, te cambia tantas cosas, te hace madurar, crecer, pasar momentos maravillosos y otros que son complicados. Pero creo que la esencia se mantiene.

¿Cómo ha asimilado la fama?

Tengo que decir que soy bastante afortunada porque no tengo muchos haters. Pero ha habido que hacer un poco de terapia para poder asimilar todas las cosas que llegan. Yo tenía 300 seguidores en Instagram y es verdad que ahora es otra cosa. Mientras yo duerma tranquila con lo que hago, con lo que soy y cómo me comporto eso es lo que importa.

¿Recuerda algún momento duro durante el rodaje?

Fueron jornadas muy duras y muy intensas. En algún momento pasamos mucho frío, y estábamos cubiertos de sangre… Pero a la final siempre me quedo con lo bueno.

Entre castings, proyectos y maternidad

Paso de estudiar una carrera de deportes a actuar ¿cómo fue ese cambio?

En mi familia nadie se dedicaba a las artes y me decían “haz una carrera de verdad, algo más seguro”, así que hice educación física que era una cosa que me encantaba, pero cuando terminé ni siquiera recogí el diploma ¡terrible! Y ahí dije bueno ya tengo mi título pero ahora quiero ser más feliz y me fui a la actuación.

¿Cómo ha sido el proceso del sí y no en los castings?

Los actores y las actrices nos enfrentamos a más “noes”, (o más rechazos) que la mayoría de personas en toda su vida. Entonces eso forma parte de nuestra profesión… Yo llevo siempre una frase conmigo “lo que viene, conviene”.

¿Para Estocolmo, por ejemplo, recuerda cómo audicionó?

¡Madre mía! Me lo recuerdo perfectamente. Porque hice un primer casting y dije qué raro personajes con nombres de ciudades. Pasaron dos o tres semanas y no supe nada. Entonces dije a olvidarlo. Y estaba de viaje en el norte de España, en el coche con más amigas, y me llaman para decirme “Esther te quieren ver otra vez”. Hice un segundo casting, y luego un tercero para ver la química con otro de mis compañeros y ahí ya me seleccionaron.

Ahora que es mamá, ¿eso le hace ser más selectiva al escoger los personajes?

La maternidad te revoluciona todo, te pone patas arriba la vida y te hace priorizar algunas cosas y a otras quitárselas. No sé si para elegir mis personajes pero si para elegir los trabajos en que meto.

Cuéntenos sobre Una cuestión de formas.

Hemos estado con esta obra todo el verano en Madrid y la verdad es que el teatro me mueve el alma, te da un vertido horrible pero a la vez una emoción que es incomparable.

¿De qué trata su personaje?

Me encanta porque es una villana. De repente tengo muchas ofertas de personajes buenos pero ahora estoy disfrutándolo muchísimo. Además es súper interesante porque cuestiona mucho los conceptos de lo moralmente correcto, incorrecto… Invitar a la gente reflexionar siempre es bueno.

Cada carrera tiene un pico de éxito ¿En algún momento le dio por abandonar la actuación y decidir la dirección o producción?

No creo mucho en un pico de éxito más bien creo que hay muchas olas en esta profesión y es todo muy cíclico, hay veces que trabajas mucho y otras, poco. Creo que hay que mantenerse lo más estable y disfrutar de los momentos que son locos de trabajo y lo que son de parón. De momento quiero seguir actuando, me encanta mi profesión.

¿Cine, teatro o televisión?

(Risas) Se me hace difícil elegir entre los tres, más bien seguir creciendo en cada uno.

¿Algún director con el que le gustaría trabajar?

No tengo un director fetiche, me interesan más bien historias súper interesantes que contar y gente que trabaje con pasión, ganas y sobre todo, que la gente sea buena gente.

¿Qué otro proyecto se viene en camino?

Acabo de rodar una peli que se va a estrenar muy en breve. Se llama Normas para una crónica de sucesos. Y participé también en una serie, en una coproducción con México que se llama La increíble historia de Julia Pastrana.

¿Le gustaría ser chica Almodóvar?

¡Me encantaría!

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