Estilo Japandi: Cómo incorporarlo en casa
Aprenda a recrear en su hogar esta tendencia en decoración que logra una armoniosa mezcla entre lo nórdico y japonés.
Después de un día agotador, no existe algo más placentero que llegar a descansar a un lugar cómodo y agradable visualmente. Esa sensación de bienestar que las personas quieren experimentar en su hogar hace que cada vez más se interesen en que su vivienda esté diseñada con espacios sencillos, minimalistas, acogedores y funcionales.
Y justamente uno de los estilos que reúne esas características y, además, se encuentra en tendencia en las revistas de arquitectura y diseño de interiores y en los tableros de Pinterest es la decoración Japandi, una combinación de la filosofía wabi-sabi de los japoneses y la filosofía hygge de los daneses.
Pero, ¿cómo se logró esta fusión entre la cultura nórdica y nipona? Esta mezcla se remonta hace 150 años, cuando arquitectos y artistas daneses viajaron a Japón en busca de inspiración, logrando una unión que crea ambientes agradables que enaltecen la imperfección japonesa y el confort danés, destacándose por la preferencia de materiales naturales (madera) realizados por artesanos.
Por este motivo, si usted desea darle un refresh a sus espacios en casa y aplicar el diseño Japandi, Catherine Cabanilla, diseñadora de interiores y docente de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, enseña cómo hacerlo.
El estilo Japandi se lo reconoce porque sus espacios transmiten pureza y amplitud. Su principal característica es que combina la paz y la armonía del estilo japonés o zen junto a la calidez del estilo nórdico o escandinavo.
Cómo lograrlo
Mobiliario: madera en tonos claros y oscuros, con diseños sencillos. De preferencia madera que luzca sin mucho tratamiento. También puede usar paneles con este elemento.
Elementos decorativos: para dar ese toque de imperfección, se recomienda cojines contrastantes, el uso de cerámica, fibras como bambú y plantas. Además de que cada objeto tenga funcionalidad.
Colores: la paleta debe ser de colores neutros como blanco, gris o beige con toques de verde o azul.
Lo verde es esencial para armonizar el ambiente. Una sola planta basta para darle color, sin recargar. Atiborrar de flores los salones o domitorios no van con este estilo.
Distribución: opte por tener espacios abiertos, limpios y ordenados sin mucha ornamentación.
