Estrés: la causa más frecuente del bruxismo
El dolor mandibular y la aparición de llagas en la mucosa son algunas de las señales de que podrías estar padeciendo esta patología.
Mantener una rutina diaria bajo un alto nivel de estrés, ansiedad o ataques de pánico por aspectos personales o laborales puede ocasionar que, en algún momento, padezcas de bruxismo. Así lo acentúa la odontóloga Adriana Valenzuela, quien explica que ese término hace referencia a la condición médica en la que el paciente hace una alta presión involuntaria de la mandíbula o rechina los dientes.
“Como la acción se presenta principalmente en la noche, la persona no la puede controlar y cuando despierta presenta síntomas como dolor de cabeza o mandibular, desgaste dental, llagas o mordeduras en la mucosa”, dice la experta.
Además de un alto nivel de estrés o ansiedad, también existen otras causas para la aparición del bruxismo como la asimetría esquelética o una mala posición de la mordida por una incorrecta colocación de calces durante la reconstrucción de una muela.
Sin embargo, Valenzuela menciona que en la consulta médica, más de 60 % de los casos se deben a que las personas están atravesando un desequilibrio emocional.
- ¿Cómo identificar que padeces de bruxismo?
La única forma es asistir a tu odontólogo de confianza para que pueda hacer el diagnóstico final a través de la historia clínica, estudios (como radiografías y resonancias magnéticas) y la revisión integral de la dentadura. Puede presentarse en niños y adultos.
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Leer más- Qué hacer
El bruxismo por estrés o ansiedad no tiene una cura definitiva porque aparece cada vez que el paciente esté expuesto a factores que alteren su salud psicológica. Sin embargo, la experta detalla que sí existen medidas que ayudan a controlar el dolor.
- Férulas de descarga. Esta aparatología se coloca en la noche para que, cuando el paciente haga presión mandibular al dormir, la férula reciba toda la fuerza de la masticación y no exista dolor al despertar.
- Medicación. Los analgésicos y antiinflamatorios son recomendados en casos de dolor intenso. No se deben administrar sin prescripción médica.
- Masajes de relajación. Hacer movimientos mandibulares de forma progresiva ayudan a recuperar y proteger la función de la articulación y corregir la mala postura. El odontólogo de cabecera determina qué ejercicios son los indicados para cada caso.
- Interconsulta con psicología. Es importante conocer la causa principal de la ansiedad o el estrés que padece el paciente. Gracias a la terapia junto al especialista, se podrán disminuir estas condiciones.
- Actividades recreativas. Hacer ejercicio, meditar, practicar yoga, pintar mandalas o meditar de forma regular ayudan a reducir las tensiones emocionales.