Guayaquil
Guayaquil una ciudad de historia, leyendas y exquisita gastronomía.Archivo

Extranjeros que se enamoraron de Guayaquil

Tres extranjeros encontraron su hogar en la ciudad a orillas del río guayas.

En el corazón de Guayaquil late una historia que se repite con frecuencia: la de aquellos extranjeros que llegaron por casualidad y encontraron en esta ciudad mucho más que un destino temporal. Como un imán, la Perla del Pacífico ha seducido a personas de distintas partes del mundo, atrapándolas en sus encantos y convirtiéndolas en residentes permanentes.

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Para muchos, el flechazo ocurre al primer contacto con el Malecón 2000, con su vista al río Guayas y su vibrante energía cultural. Otros se enamoran de la calidez de su gente, que siempre está dispuesta a recibir con los brazos abiertos a quienes llegan en busca de un nuevo hogar. La mezcla de tradición y modernidad que caracteriza a esta ciudad también juega su papel; entre sus calles llenas de historia y sus centros comerciales modernos. En sí, hay espacio para todos los gustos y estilos de vida.

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Las historias de aquellos que se quedan son tan variadas y fascinantes. Hay quienes llegaron por trabajo y descubrieron una calidad de vida que no esperaban encontrar. Otros fueron atraídos por el clima tropical y la comida. Sea cual sea la razón inicial, todos coinciden en que Guayaquil tiene algo especial que los hace dejar sus raíces.

Ana Buljubasich, presentadora de televisión, de Argentina

“Mi amor por Guayaquil y por Ecuador nació conmigo. Mi mamá y los suyos eran de aquí. Cuando vivíamos en Argentina ella siempre lo extrañó, nos habló de cómo eran los guayaquileños, nos contó que su casa era mixta y que había vendedores de coco en cada esquina. Cuando mi hermana Mónica tenía 9 años y yo 12 nos vinimos. Todo era nuevo para nosotras y en la escuela les daba mucha curiosidad por escucharnos hablar con acento argentino, nos sentíamos raras, pero también lo disfrutamos. Fue muy fácil sentirnos parte de esta ciudad. Somos tres hijas, Graciela, Mónica y yo, y ninguna de nosotras nos imaginamos viviendo en otro lugar. Guayaquil me dio hijos, nietos, sobrinos y con mi profesión una comunidad que me hace sentir en casa todos los días. Amo la comida ecuatoriana. Estoy enamorada del arroz con menestra y carne”.

Itzel Cuevas, actriz mexicana

“Lo que hizo quedarme en Guayaquil fue la gente que conocí, el trabajo que puedo hacer, estoy entre el teatro y la docencia, pero sobre todo por esos amigos que se convirtieron en mi familia. Amo toda la comida, en especial todo lo que se hace con verde es delicioso. Prefiero no comer carne, pero sí patacones”.

David Harutyunyan, director de orquesta de origen armenio

“Ecuador me dio muchas responsabilidades. Llegué hace 22 años, dirigí la Orquesta Sinfónica de Guayaquil, luego me tocó armar la Orquesta Filarmónica de Guayaquil por siete años. En 2010 encontré a Pamela (Cortés), formamos una familia. Tengo a mi hijo estudiando en Guayaquil, amistades muy queridas, al amor. La carrera de mi esposa se sigue desarrollando de manera exitosa. Todo esto me hizo quedarme en Ecuador para siempre. Nunca hemos pensado cambiarnos de ciudad, a pesar de que tenemos muchos vínculos con otras provincias y ciudades de América Latina. Amo los bolones, el caldo de salchicha. Cuando Pamela tiene tiempo y ganas me engríe y me cocina cosas fabulosas”.

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