Fernanda Salgado: “Con pasión y perseverancia se logran grandes cosas”
La diseñadora representó al país en el New York Fashion Week. Busca marcar un precedente con el uso de textiles andinos
Hace más de 15 años comenzó su trayectoria profesional en la industria textil. Un camino de logros, pero también de obstáculos que con el tiempo la llevarían a convertirse en una de las diseñadoras más destacadas de Quito.
Desde la cuarentena en la capital de Ecuador, conversó vía telefónica con SEMANA para develar su historia.
Su primera máquina de coser
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Leer másAunque ella es oficialmente la primera diseñadora de modas en su familia, recuerda con cariño que su primer acercamiento al mundo de las telas e hilos se dio gracias a su abuelita paterna Isabel. “Era modista y de niña ella me enseñó a coser. Así aprendí a hacer los vestidos de mis muñecas”, confiesa. De ella, conserva con amor su antigua máquina de coser y ropa.
Las barreras
Al crecer, Fernanda optó por estudiar Diseño Gráfico en la Universidad Metropolitana porque aún no existía la carrera de Diseño de Moda. Sin embargo, cuando cursaba el tercer semestre, se abrieron las inscripciones para la primera promoción en Moda y no dudó en cambiarse. Una vez concluida su etapa universitaria, acentúa que el 2004, cuando daba sus primeros pinitos en la profesión, fue uno de los años más difíciles que ha vivido como diseñadora. “En ese tiempo la moda no era vista como algo que tuviese mucho futuro. Para que alguien te compre algo, tenías que decir que era traído de otro país. No se daba valor a lo nacional”, dice.
Por eso, para expandir su campo de acción, mientras se dedicada a elaborar sus colecciones bajo su firma, también trabajaba como diseñadora en diversas tiendas departamentales y posteriormente fue directora de la carrera de Moda en la Universidad Metropolitana, por tres años. Sin embargo, aunque le iba bien en el área de la docencia, en el 2012 decidió enfocar todo su ingenio creativo en su propia línea de ropa, Lula Kirei, cuyo nombre está inspirado en su hija menor Luciana.
Amor por lo autóctono
En esta nueva incursión como diseñadora, Fernanda optó por dar protagonismo a los textiles andinos del Ecuador junto a telas de alta costura más modernas y contemporáneas.
Cada colección la trabajaba en conjunto con una familia de artesanos en Cotacachi, quienes elaboraban los tejidos en telares exclusivos para ella.
Este enfoque étnico y bohemio en el vestuario hizo que, poco a poco, se destaque positivamente en el rubro, llevándola a participar en diversos desfiles por todo el Ecuador.
Sin embargo, lo que más ama de usar detalles representativos de la zona andina es que con el tiempo ha logrado romper los estigmas y barreras de las personas: “Antes nadie quería vestirse con esas texturas porque pensaban que las hacía sentirse indígenas. Pero ahora sí se valora más la moda local”. Tal es el resultado, que sus diseños se han vendido internacionalmente en lugares como París. “Con pasión y perseverancia se logran grandes cosas”, es su frase de vida y con ella desea ser un ejemplo para los demás.
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Leer másNew York Fashion Week
En septiembre del año pasado, Fernanda recibió el mayor reconocimiento a su trabajo y vivió uno de los más grandes sueños que todo diseñador tiene: lograr mostrar sus creaciones en el New York Fashion Week (NYFW).
Lo consiguió después de haberse postulado en dos ocasiones para ser parte de los desfiles de la plataforma Fashion Designer of Latinoamerica. En su tercer intento le dieron el sí, convirtiéndose en la primera ecuatoriana en ser parte de este evento internacional.
La colección con la que representó al país se llamó ‘Alada’ y estaba inspirada en las formas y colores de los colibríes y mariposas. Fusionó telas elaboradas con sublimación digital más tejidos artesanales. “Siempre soñé ser parte del evento. Aprendí que si se trabaja bien, con dedicación, esfuerzo y persistencia, las cosas en algún momento llegan”, asiente.
Lo que se viene
La llegada del coronavirus al país cambió sus planes para el 2020. Aunque ya estaba en proceso de una nueva colección, paró su producción para destinar su energía a la elaboración y donación de mascarillas en beneficio de las personas de los sectores más vulnerables.
Considera que a futuro el consumo de la moda va a cambiar radicalmente porque al no ser un rubro de primera necesidad, la demanda de sus clientes no será la misma. Planea la creación de mascarillas y trajes de protección “más fashion para ayudar a subir el ánimo de las personas cuando salen. No es momento de incentivar a la compra artificial, sino con más humanidad”.
Su familia
El apoyo de sus hijos (Mateo, Bruno y Luciana) y de su esposo Juan Pablo es su motivación más grande. “Todos me ayudan, incluso, a cargar las maletas. Y mi hija Luciana sale conmigo al final de todas las pasarelas”, relata mientras se ríe.
Personal
- Nació en Quito.
- Diseñadora de moda enfocada en resaltar los textiles andinos.
- Ha vestido a personajes dentro de la política como Diana Atamaint (directora del Consejo Nacional Electoral) y Rocío González (primera dama de Ecuador); a cantantes como Gabriela Villalba; y a reinas de belleza como Constanza Báez y Susana Rivadeneira.