Premium

Fernanda Vásconez, futbolista quiteña
Fernanda Vásconez, destreza y agilidad en la cancha de fútbol.Cortesía

Fernanda Vásconez: "Tras la caída, un salto"

La futbolista quiteña destaca por luchar a favor de la equidad de género en el deporte. Es la gestora del Día Nacional del Fútbol Femenino en Ecuador.

La cancha es su hogar y sus compañeras del equipo son su familia. No existe día en que Fernanda Vásconez López no piense en el fútbol femenino y de qué forma mejorar las oportunidades para las deportistas en el país. A sus 28 años, la actual futbolista de la selección del Ecuador y una de las cinco mujeres dirigentes reconocidas por la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), ha obtenido cientos de victorias (aunque también varias derrotas), que la impulsan para seguir siendo un referente de perseverancia y lucha constante.

Deportista innata

Sus padres (Marcelo y Fernanda) le inculcaron la importancia del deporte desde temprana edad. A los nueve años incursionó en la gimnasia rítmica, su excelencia y gran talento hicieron que varias veces quedara campeona nacional. Todo apuntaba a que su carrera iba enfocada hacia allá.

Sin embargo, a los 12 años decidió dejar por completo la gimnasia rítmica al descubrir que su futuro no estaba en ningún deporte individual. “No me gustaba tener que competir con mis propias amigas. Era feo ver llorar a mi mejor amiga, mientras yo quería festejar si había ganado”, recuerda.

Fernanda Vásconez, futbolista quiteña
A futuro, sueña con la creación del primer complejo de alto rendimiento de balompié femenino en el país.Cortesía

Por ese motivo, decidió comenzar desde cero en el fútbol y reconoce que al inicio le costó mucho adaptarse porque aunque tenía coordinación y era rápida, no había practicado con el balón.

Primeros goles

Lo primero que hizo fue hacer las pruebas para entrar al equipo de su colegio, pero no las pasó. Luego de un tiempo, logró ingresar y rápidamente se convirtió en una jugadora clave. “A los 12 años fui capitana de la categoría sub-15, y a los 13 de la categoría sub-18. Viajamos a Minnessota y trajimos al Colegio Menor su primer premio internacional al ganar el torneo intercolegial más grande a nivel mundial”, cuenta con alegría.

Los obstáculos no la detienen

A los 16 años inició su participación en la selección ecuatoriana de balompié femenino. Ha sido parte de los microciclos, torneos y sudamericanos. Debido a esta experiencia, entendió la realidad de las mujeres en este deporte en el país. “Las instalaciones en las que teníamos que entrenar eran precarias y los uniformes que nos daban (enormes y viejos) eran aquellos que habían sido dados de baja de las categorías sub-18 del fútbol masculino”, comenta Fernanda.

Eso no la desmotivó a seguir en el deporte y cuando llegó el momento de iniciar su vida universitaria, se postuló en la Universidad San Francisco de Quito. En primera instancia le dieron la beca completa por méritos académicos, pero no la aceptó porque le exigían estar en el comité estudiantil y eso interfería con las horas de entrenamiento.

Ella iba mentalizada por la beca deportiva, pero en primera instancia se la negaron por una simple razón: no había un equipo de fútbol femenino en la universidad. ¿Qué hizo entonces? Se reunió con los directivos universitarios y se comprometió a crear un equipo. Días después, recibió la noticia de que aceptaron su propuesta y fue así como ganó la primera beca de esta rama en su universidad.

Talento de exportación

A los 21 años, Fernanda decidió plantarse una nueva meta: formar parte de un equipo internacional. Se contactó con el equipo femenino suizo (YB Frauen) y la llamaron para hacer las pruebas. “Fue un salto de fe porque tenía que gastar para ir a las pruebas y había la posibilidad de que me digan que no soy lo suficientemente buena”. Sin embargo, lo logró y se convirtió en la primera jugadora ecuatoriana en ser contratada por un equipo europeo. “Estuve ahí un año y me quisieron renovar el contrato, pero regresé a Ecuador porque falleció mi abuelito y me dio una depresión fuerte”.

Fernanda Vásconez y sus compañeras de fútbol
Fernanda y sus compañeras de equipolCortesía

Club Ñañas

El 1 de febrero su equipo de fútbol profesional femenino. cumple cinco años de creación. Son más de 100 jugadoras que integran las distintas categorías y actual vicecampeonas del Ecuador.

Entre sus mayores retos destaca la lucha por el financiamiento, porque aún no existe un incentivo o retorno de inversión igual al que reciben los equipos masculinos.

Comparte que uno de sus preciados logros es haber conseguido que por primera vez en Ecuador, se transmitiera en vivo por televisión un partido de fútbol femenino. “Insistí por años en muchos canales, pero se reían de mí y me lo negaban, porque decían que nadie quería ver a las mujeres jugando”.

En el 2018, un día tras tanto insistir, Ecuador TV transmitió la final del campeonato nacional femenino y, contra todo pronóstico, el partido del Club Ñañas fue el programa con mayor rating del año.

Siempre decidida

En el 2019, esta visionaria volvió a hacer historia en el país. Tras haberse cerrado la oportunidad para el Club Ñañas de ser parte de la Superliga Ecuatoriana del Fútbol Femenino, porque para ingresar tenían que ser obligatoriamente parte de un equipo que tenga un elenco masculino participando en la Liga Pro, decidió aliarse con el asambleísta Sebastián Palacios para proponer en la Asamblea Nacional la creación del Día Nacional del Fútbol Femenino en el Ecuador.

“Básicamente no se podía entrar a la Federación Ecuatoriana de Fútbol si no ibas tomada de la mano de un hombre. Tras el decreto de este día (que se conmemora cada 7 de marzo), se cambiaron los estatutos para obligar a todas las instituciones públicas y privadas a dar equidad a las mujeres en el fútbol y los demás deportes, para así combatir la discriminación en el ámbito deportivo”, explica Fernanda.

A futuro, sueña con la creación del primer complejo de alto rendimiento de balompié femenino en el país. Además, desea crear la Casa de la Mujer para ayudar a madres solteras e impulsar el empoderamiento femenino.

“Tras una caída, un salto”, es una de sus frases preferidas, porque al repetirla siempre recuerda que "al tener un problema, no solo te levantas, tienes que dar un salto más allá para hallar una mejor solución. No es fácil recibir cien veces una puerta cerrada, pero lo importante es nunca rendirte”, dice firmemente.

Personal

  • Nació en Quito y tiene 28 años.

  • Es Fundadora del Club Ñañas.

  • Fue capitana de la selección del Pichincha.

  • Es una de las cinco mujeres dirigentes reconocidas por la FEF.