¿Las frutas son malas?
Son deliciosas, pero también ricas en glucosa que pueden empeorar cuadros de salud relacionados con el síndrome metabólico.
Las frutas son los caramelos de la naturaleza. Esta, desde su perfección, las produce solo por temporadas, dándonos la señal de cuándo es el mejor momento para consumirlas. Normalmente aparecen en épocas de calor, cuando los seres humanos estamos más propensos a “movernos” y generar un mayor gasto energético. Aquello sugiere consumir más de ese combustible que estas contienen en gran proporción: glucosa.
Pero, en la actualidad, las frutas están disponibles todo el año y el ser humano es cada vez más sedentario, una combinación poco coherente para la salud, sobre todo, si se mantiene una alimentación alta en alimentos procesados de mala calidad, azúcares y harinas.
Cuando el cuerpo no gasta o consume el exceso de glucosa (azúcar) proveniente de los alimentos, empezamos a convertir ese excedente en grasa a través de un proceso bioquímico llamado liponeogénesis; y junto a esto, podrían derivarse muchas enfermedades crónicas comunes en nuestra sociedad.
Tome en cuenta
- Genéticamente modificadas. Es importante entender que la gran mayoría de las frutas están modificadas genéticamente para mejorar su durabilidad. Eso ha provocado que su potencial nutricional se reduzca, ya que este cambio ha hecho que aumenten sus niveles de azúcar para mejorar la conservación y, además, que estén más contaminadas con diversos químicos, pesticidas, entre otros. ¿Consecuencias? Afectaciones en la salud y la posibilidad de generar diversas patologías, según los estudios científicos.
- Ojo con los niveles de glucosa. En el contexto de enfermedades del síndrome metabólico (hígado graso, diabetes tipo 2, entre otras) o aquellas en las que el exceso de azúcar las agrava, se recomienda reducir o eliminar su consumo por completo por un periodo (mientras los niveles de azúcar en sangre se regulan) ya que, sin importar su procedencia natural, siguen siendo cargas de azúcar innecesarias que empeoran estos cuadros de salud.
- De bajo índice glucémico. Para las personas que sienten mucho apego a las frutas, se puede empezar con un proceso de transición con un consumo de frutas de bajo índice glucémico, como las moras, fresas, arándanos, frambuesas, cerezas y granadas.
- Prefiera las frutas orgánicas. Para quienes gozan de buena salud o no tienen problemas derivados del alto consumo de azúcar, las frutas orgánicas se convierten en grandes aliadas en la dieta y la alimentación. Al ser libre de pesticidas y de otros químicos, se estarán aprovechando al máximo sus nutrientes.
* Vanessa es Iin Health Coach. Instagram: @vanenaturalfit