La fuerza de bendecir y enviar intenciones positivas
Desde la cariñosa bendición de la abuela o la mamá o cualquier otra persona, recibir una bendición es una protección divina
Bendecir es "bien decir", es enviar las mejores intenciones, tanto las propias como las de Dios, a favor de una persona o situación.
Generalmente, es el sacerdote quien recita unas palabras haciendo la señal de la cruz, sin embargo, todos tenemos el poder de bendecir. Al bendecir, regalamos y enaltecemos la vida, honrando el amor al prójimo. Al invocar una bendición, ya sea para una persona o situación, se está pidiendo protección divina.
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Las palabras tienen poder
Las palabras que pronunciamos tienen poder, ya sea positivo o negativo. Cada vez que hablamos, el tono que empleamos construye o destruye, tanto para quien las dice como para quien las escucha.
¿Cómo atraer la abundancia en tu vida?
Leer másPorque de la abundancia del corazón habla la boca. "El hombre bueno del buen tesoro saca cosas buenas y el hombre malo del mal tesoro saca cosas malas." (Mateo 12, 35)
Cuanto más ayudamos y bendecimos a los demás, más se multiplican y regresan las bendiciones, ya que es la buena intención del corazón al pronunciarlas la que genera el bien.
Oración personal
Bendigo mis pensamientos, sentimientos y emociones, mi cuerpo, mi mente y mi espíritu, mi presente, pasado y futuro.
Bendición para la familia y los hijos
Bendigo a mi familia, a mis hijos, y a todas las generaciones que vendrán. Que cada uno de ellos sea protegido, guiado y amado por la luz divina. Que sus caminos estén llenos de paz, salud, amor y prosperidad. Que siempre encuentren en el hogar un refugio de amor y comprensión, y que la bendición de Dios los acompañe en cada paso que den.
Bendición para el trabajo
Bendigo mi trabajo y todos los esfuerzos que realizo en mi vida profesional. Que cada tarea que emprenda esté llena de propósito, creatividad y éxito. Que el ambiente laboral sea armonioso, y que mis colegas y superiores trabajen juntos en un espíritu de cooperación y respeto. Que mis habilidades se desarrollen y sean reconocidas, y que cada día en mi trabajo traiga crecimiento, satisfacción y nuevas oportunidades. Que la bendición de Dios guíe mis decisiones y me brinde la sabiduría y la fortaleza necesarias para superar cualquier desafío.
Bendición para la abundancia
Bendigo la abundancia en mi vida, tanto material como espiritual. Que la prosperidad fluya hacia mí de manera constante y en todas sus formas, llenando mi hogar, mi trabajo y mis relaciones con riqueza y plenitud. Que mi corazón esté abierto a recibir con gratitud y generosidad, y que siempre tenga lo suficiente para compartir con los demás. Que la fuente divina me provea de todo lo que necesito, y que mi vida esté marcada por la abundancia en salud, amor, alegría y éxito. Que esta abundancia se multiplique, trayendo bienestar a mí y a todos aquellos a mi alrededor.
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