Fundación AEI
Voluntarias de la fundación ayudan a los enfermos incurables con sus terapias.Francisco Flores

Fundación AEI, un hogar para los enfermos incurables

La institución sin fines de lucro acoge en la actualidad a 40 pacientes, de diferentes edades

Con 13 años de edad, hidrocefalia y una expectativa muy corta de vida, llegó Martita hace 38 años al centro de la Fundación de Ayuda para Enfermos Incurables en Guayaquil (AEI). Fue la primera paciente de esa institución sin fines de lucro, cuyo objetivo desde entonces ha sido darle ‘vida’ a quienes ya no tienen esperanzas.

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Como Martita, hay cientos de enfermos incurables cuyos familiares no están preparados para atenderlos ni económica ni psicológicamente. A tal punto que son desatendidos y, en peores casos, abandonados a su suerte. Para que estas personas tengan un sitio seguro, donde hallar cuidados, alimentos, medicinas y dignidad, sin correr riesgos de descuidos, se creó AEI. “Actualmente esa mística de trabajo sigue vigente y atendemos a pacientes en etapa terminal, con enfermedades graves y catastróficas”, indica a EXPRESO el presidente de la Fundación AEI, Modesto Moncayo, mientras muestra en un recorrido cada labor que realiza la institución con los pacientes.

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Son unas 20 personas, entre cocineros, de servicio, médicos y administradores, quienes trabajan a diario por atender, en la actualidad, a 40 enfermos incurables que residen en la residencia, ubicada en la ciudadela Atarazana en el norte de la ciudad y que han sido rescatados por la misma fundación; llevados por sus familiares o derivados por el Ministerio de Salud o por la Sociedad de la Lucha Contra el Cáncer (Solca).

“Aquí le brindamos un hogar donde descansar y aunque no somos centro de salud, le damos todos los cuidados médicos. Estamos pendiente de hacerles tomar sus medicinas, les damos alimentación, ropa limpia; reciben terapia física, terapia ocupacional, compañía y un buen ambiente”, añade Moncayo.

Desde que esta fundación abrió sus puertas, todas las personas con enfermedades incurables, independientemente de su nivel socioeconómico, resalta el presidente, pueden acudir a ella. En cada caso, antes de ser aceptadas, la Fundación sigue un protocolo que va desde analizar la historia clínica y los exámenes psicológicos del paciente, hasta hacer una visita social a su domicilio. Hay enfermos incurables, cuyas familias pueden brindar un pago mensual, pero para quienes esto no está a su alcance, la fundación busca constantemente financiamiento a través de eventos y donaciones.

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El presidente de la Fundación saluda a Martita, una de las primeras pacientes del centro.Francisco Flores

“Siempre estamos necesitando donaciones. Para nosotros es tan válida una libra como un quintal de arroz. Con lo que recolectamos nosotros mejoramos la calidad de vida de todos los pacientes, por ejemplo, Martita, nuestra primera paciente, ya tiene 42 años de edad”, concluye.

Casos
La fundación acoge a cinco niños. Las enfermedades de los pacientes van desde alzheimer, demencia senil, cáncer, parkinson y enfermedades de corazón.

Convenio con Solca

La Fundación AEI tiene un convenio con Solca para hospedar a pacientes con cáncer que no son de Guayaquil y que no tienen dónde residir en la ciudad mientras reciben sus tratamientos.

Edades

El centro acoge a personas de diferentes edades. Actualmente la residente menor tiene 13 años de edad y la mayor 99 años de edad.

Enfermedades

Hay enfermedades incurables que no son aceptadas en el centro, porque podría afectar al resto de pacientes, tales como tuberculosis.

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Los pacientes reciben diferentes tipos de terapias en la fundación.Francisco Flores

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