¿Gato recién nacido? Conozca las claves para cuidarlo
Los primeros días son primordiales para un felino. Descubra cómo cumplir perfectamente su nuevo rol de mamá gatuna.
Son las ocho de la noche y en el patio se escucha un ruido. Es leve pero agudo. A medida que se acerca se vuelve más claro y fácil de identificar y, tal como usted temía, es un minino abandonado. Allí surge el dilema: ¿ignorarlo o acogerlo en su hogar?
Desatenderlo y dejarlo a la intemperie con el frío y los peligros de la calle supondrá una muerte segura, especialmente cuando se trata de un gato que tiene horas o días de haber nacido.
Si esta situación ablandó su corazón y decidió abrirle las puertas de su casa, debe saber que más que un acto de compasión, constituye una gran responsabilidad.
Muchos felinos son abandonados en la basura o en terrenos vacíos, tanto por humanos como por sus madres gatunas. Y mientras más jóvenes son, menos oportunidades de sobrevivir tienen, pues se enfrentan a peligros como los depredadores y la falta de comida.
Al no contar con su mamá, el cuidado que el gato bebé requiere es mucho mayor, pero no se preocupe, ya que en SEMANA le daremos los consejos básicos recomendados por el veterinario Diego Salinas para aportar positivamente en el desarrollo de su nueva mascota.
La llegada a casa
Lo primero que debe hacer una vez que haya recogido al minino, es secarlo con un secador de pelo. Para esto debe colocarlo en el nivel más bajo para no asustarlo ni quemarlo y de preferencia a una distancia de 15 centímetros. O envolverlo delicadamente en una toalla. El calor ayudará a que se sienta mucho mejor y estimulará su sistema cardiorrespiratorio y metabolismo. También aproveche para revisar su pelaje, para determinar si presenta heridas o pulgas.
Es necesario destinar un espacio para el animalito. Puede ser en un rincón, cartón o caja de zapatos. Asegúrese de que esté cómodo y abrigado (entre los 29 y 32 grados Celsius), para que no tenga frío. Para lograr alcanzar esta temperatura, dentro de su cama puede colocar bolsas de agua caliente enrolladas en mantas o encender sobre su lugar de descanso un foco amarillo, de los que se usan para las aves. En la cuarta semana es necesario bajar la temperatura hasta llegar a los 23 grados.
¿Cómo alimentarlo?
Esta es una de las principales dudas respecto al cuidado de un gato tan pequeño. Lo aconsejable en esta situación es comprar un biberón exclusivo para mascotas recién nacidas, o con una jeringuilla de insulina proceder a alimentarlo con leche de fórmula especial que venden en sitios especializados.
Prepare la leche con un poquito de agua tibia y colóquela en el hocico para que succione de a poco. El objetivo es estimular la lactancia natural que el gatito tendría con su madre. La posición para ello es que sus patas estén en el piso y la cabeza erguida. Recuerde que durante la primera semana de vida comerá cada 2 o 4 horas, incluidas las noches, por lo que al igual de lo que sucede con un bebé humano, usted dormirá poco; pero no se desanime, pues su crecimiento es más rápido y por ende las tomas se irán espaciando.
En cuanto al destete, entre la semana 3 y la 8 a los gatos les aparecen los primeros dientes, lo que les permitirá consumir alimentos sólidos. Así que de la misma manera que con los niños, lo ideal es que combine esa nueva rutina con la ingesta del biberón. A los dos meses el gatito estará listo para el destete definitivo y en ese momento ya puede reducir la cantidad de leche y darle más alimento sólido, según su edad.
Dato importante:
Una vez que ha dejado los biberones, es tiempo de llevarlo donde el veterinario para iniciar el programa de desparasitación y vacunas. La primera inmunización es con la trivalente, que se debe aplicar aproximadamente a las ocho semanas. Así, con su sistema de defensa fortalecido podrá hacer frente a los patógenos que hay en el ambiente.
Higiene
En esta tarea, las toallitas o pañitos humedecidos serán sus mejores amigos. Se recomienda agregar un poco de alcohol para evitar la aparición de hongos. Su madre es la encargada de acicalarlo para mantenerlo limpio, pero al ser un animalito huérfano, esta misión ahora es suya. Recuerde que antes de hacerlo debe asegurarse de que el animal esté seco, porque la hipotermia lo puede matar. Asimismo, después de alimentarlo es importante estimular su área anogenital con un pañito húmedo, para que haga sus necesidades. Los gatos suelen defecar dos veces al día, pero si pasan más de un día sin evacuar, lo mejor es acudir al veterinario. Aunque el estreñimiento es un problema frecuente en los felinos, en gatos pequeños es mortal.
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