Gratitud, lo que dejó 2020 y la década
A días de iniciar el 2021 y sin importar cuáles sean las circunstancias de su vida, empiece a practicar la enseñanza que dejaron estos diez años: el agradecimiento.
A cuatro días de que finalice el 2020 (y también la década), las horas parecerían pasar en cámara rápida. La gente se levanta, va al trabajo, comparte con la familia o los amigos y no le sorprende que así suceda porque generalmente lo ve como algo natural en su día a día. Y aun cuando el mundo transita una pandemia, van pasando por alto los pequeños detalles.
¿Ha analizado cuántas personas han contribuido para que su día sea posible? Por ejemplo, ¿cuántas intervinieron para que usted pueda llevarse un bocado a la boca en su almuerzo? El agricultor, el transportista, el tendero, la chef que preparó el plato y el mesero que lo sirvió.
Si se contara cuánta gente participa directa e indirectamente en un solo día, sin duda sentiría puro agradecimiento.
Fernanda Ojeda, coach en PNL (Programación Neurolingüística), explica que “no es lo mismo dar gracias que ser una persona agradecida, pues esta última encuentra motivos para agradecer incluso en cosas sencillas o triviales para los ojos de otras personas”.
Sin embargo, hay factores que no permiten practicar la gratitud como un estilo de vida y es lo que hay que corregir en este nuevo año que estamos a punto de empezar.
“Hoy en día muchos viven desde el apego, es decir quieren cada vez más cosas y están en constante competencia. Lo único que valoran es cuánto avanzan y eso les va creando depresión cuando empiezan a reclamarse con los ‘hubiera hecho esto’; y asimismo, ansiedad cuando comienzan a presionarse con los ‘debería hacer esto’. Entonces al no vivir el aquí y ahora no pueden agradecer porque viven constantemente insatisfechos”, explica. Es ahí cuando hay que empezar a desapegarse.
La pandemia y los aprendizajes
Durante esta década, hay quienes en el transcurso de la misma se casaron, se convirtieron en padres, abuelos;otros ingresaron a un trabajo e hicieron de este su segundo hogar.
En la escena nacional, en cambio hubo altibajos. Cómo olvidar el 2016, cuando Ecuador fue golpeado por el terremoto. Y cuatro años después llegó la pandemia a trastocar los días.
De aquellos sucesos hay escenas que se quedaron en la retina. Gente rescatando a otros de los escombros en Manabí; o una más reciente, los aplausos desde las ventanas en gratitud a los que luchaban contra la COVID-19.
“Para encontrar razones de agradecimiento es necesario reflexionar cuáles fueron los aprendizajes de estos años. El 2020, por ejemplo, fue el que más tocó a todos. El mensaje iba más allá del ‘quédate en casa’. Fue valorar a los seres queridos, ser empáticos y darnos cuenta de las cosas buenas que tenemos, en lugar de centrarnos en las que no. También agradecer hasta las dificultades porque nos ayudan a conocernos más y a crecer”, sugiere la experta.
Es así que hay que agradecer por lo que hay, ya sea que el vaso esté lleno o vacío. Aprenda a mirar lo bueno de la vida en esta nueva década que está por comenzar.
Hágalo un estilo de vida
Para quienes no están acostumbrados a practicar el agradecimiento y quieren incorporarlo en su día a día, Ojeda recomienda los siguientes hábitos para empezar bien el año:
- Diga gracias todos los días. Cada vez que exista la oportunidad, hágalo. Este agradecimiento tiene que ser sincero.
- Lleve un diario de gratitud. En la noche, antes de acostarse, enumere todo lo vivido durante el día.
- Agradezca incluso por las cosas negativas en su vida. Los problemas pueden ser vistos como oportunidades para crecer y para aprender.
Benefíciese...
Algunos de los beneficios que genera la práctica continua del agradecimiento son:
- Ayuda a la salud mental y física.
- Se siente bien consigo mismo y con las demás personas.
- Contribuye a la felicidad y al optimismo.
- Reduce la insatisfacción, depresión, ansiedad.
- Eleva la autoestima y la confianza.
Avalado por estudios
Cómo lidiar con las festividades y el dolor de haber perdido a un ser amado en la pandemia
Leer másUn estudio de 2012 publicado en Personality and Individual Differences demostró que las personas agradecidas experimentan menos dolores y manifiestan sentirse más saludables que otras.
Esto se debe a que la gratitud favorece la liberación de dopamina, la misma que desempeña un importante papel en el procesamiento del dolor y tiene un efecto analgésico muy importante.
Otro estudio realizado en 2009 por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) en EE. UU. encontró que tener el agradecimiento como un hábito es bueno para el funcionamiento cerebral, debido a que el hipotálamo se activa cuando se vive en gratitud. En definitiva, son razones para seguir motivados a cultivar la gratitud.
Joseph Wood Krutch