Guillermo Lasso, el antes y el después del día cero
Del cambio de mando se vio mucho en la prensa, pero pocas de las fotos publicadas lograron captar la profunda emotividad que ese momento significó. Los días previos, los ensayos, el antes, el durante y el después.
Antes del lunes 24 de mayo, el hogar de los Lasso Alcívar estaba lleno de sentimientos. Nerviosismo, emoción, alegría... La unión familiar, los preparativos y la responsabilidad del cargo de presidente se fundieron para que, el día cero, Guillermo Lasso luciera como un estadista frente a un pueblo que lo esperaba lleno de esperanza.
El presidente Lasso se reunió a puerta cerrada con el gobernador del Guayas
Leer másPero ahí estuvo también el hombre que soltó unas lágrimas, que mantuvo a su esposa tomada de la mano, que abrazó a sus amigos, que compartió con sus invitados y que dio un lugar importante a su familia, a sus hijos, de los que asegura que, “a pesar de su juventud, es mucho más lo que yo he aprendido de ellos, que ellos de mí”.
SEMANA les presenta esos momentos en gráficas. Pero también lo que ocurrió después, cuando el primer mandatario, investido de su cargo, empezó este camino que involucra todo aquello por lo que ha luchado los últimos años.
En su visita oficial a Ambato, la primera dama, como ya se nos ha hecho costumbre en este recientemente estrenado periodo de Gobierno, estuvo a su lado como una suerte de confirmación de ese apoyo incondicional que ha durado cuatro décadas. Ya lo dijo él en su discurso, cuando se refirió a ella como “el amor de mi vida”, para luego agregar: “Este viaje que iniciamos hace cuarenta años no se habría completado sin el amor con el que lo has llenado”.