Hijos de la infidelidad: ¿confesarlo o no?
¿Qué hacer cuando su pareja no es el padre biológico del hijo que espera?
El enterarse de una infidelidad es un hecho triste y doloroso que puede provocar la ruptura de un matrimonio. Este trágico momento que afecta a toda la familia puede agravarse aún más si fruto de esa traición hay un bebé en camino.
En caso de que la pareja no tenga conocimiento de esta deslealtad, la opción más ‘fácil’ o ‘cómoda’ es ocultar la paternidad biológica del niño. ¿Pero qué consecuencias trae para dicho pequeño esa decisión? ¿Cuál sería la solución más adecuada para tal circunstancia?
Este tema se colocó bajo la lupa de los internautas tras el comentario de una sexóloga que le recomendaba mantener el secreto a una mujer que tras una infidelidad había quedado embarazada. En redes sociales las discrepancias de quienes estaban a favor y en contra no se hicieron esperar.
En SEMANA consultamos a los especialistas para tener una explicación más clara de cuáles son los resultados en los dos posibles escenarios: en el que se oculta la verdad y en aquel que se la confiesa.
Una ruptura dolorosa
La infidelidad es uno de los temas más difíciles que puede afrontar una pareja. Causa dolor y el recuperar la estabilidad requiere mucho trabajo. “Cuando hablamos de infidelidad, hablamos de irrespeto y traición, una ruptura de la confianza en la relación marital”, señala la psicóloga Ligia Villa.
Aunque cada situación tiene diversos orígenes, la realidad es que toda traición trae consecuencias negativas.
“Con la llegada de los hijos existe el tema del tercero excluido: nos centramos en los nuevos roles de mamá y papá, olvidando la parte de alimentar la relación, cayendo en la rutina y el hastío”, sostiene Villa.
“A veces decimos: ‘lo hice porque mi pareja no me atiende, me maltrata’, etcétera, pero no hay justificación, ya que ante estos problemas hay que buscar soluciones que no incluyan a un tercero”, explica Sandra Saltos, especialista en terapia de parejas.
Sin embargo, una vez cometida la traición y si nace un niño a raíz de ella, se debe tener en cuenta que ese bebé no tiene la responsabilidad de lo que haya sucedido y que los únicos causantes son los adultos que crearon esa situación. Por ello, bajo esa premisa ponemos sobre la mesa las posibles implicaciones ante una u otra decisión.
Escenario 1: El silencio
Si quien se encuentra en esta situación elige no decir nada, continuar con su embarazo y hacer creer a su esposo que ese hijo es suyo, debe ser consciente de que causará daño en tres direcciones: a sí misma, a su esposo y a ese bebé que va a tener.
“Mientras el secreto siga oculto, experimentará un sentimiento de culpa, zozobra e intranquilidad por el temor de que en algún momento todo salga a la luz. No podemos vivir así, me estoy engañando como madre y colocando como padre a quien no lo es”, analiza Villa.
Por otro lado, siempre existirá la posibilidad de que se descubra el engaño, añade la profesional. “Como seres humanos tenemos la necesidad de expresar, mencionar o liberar nuestras emociones y por lo general confiamos los secretos muy íntimos o muy fuertes a personas que en ciertos casos terminan ventilando nuestros asuntos personales”.
Y es que a criterio de la psicóloga Saltos, no hay nada oculto bajo el sol. “Los niños perciben que algo está sucediendo. Si nosotros cometemos un error y luego seguimos tapándolo, las consecuencias serán mayores. Además, cuando el tema se revele, uno de los más afectados será el menor, pues le generará un conflicto de identidad, baja autoestima y problemas en sus habilidades sociales. Y tendrá un sentimiento de rechazo hacia quien le mintió”.
Escenario 2: Confesarlo
Si luego de analizarlo opta por decir la verdad a su pareja (confesar el engaño y el embarazo como tal), asumiendo la responsabilidad de sus actos, habrá dos posibles consecuencias. La primera es que se termine la relación; la segunda, que se sobrelleve el conflicto y se trabaje en reconstruir la familia y el vínculo que tenían.
Lo más lógico será ser honesto, aceptar las consecuencias, hablar maduramente y decidir qué hacer para causar el menor impacto posible en la familia.
Ante el cuestionamiento de si se puede restablecer la confianza en la pareja luego de un suceso de esta magnitud, la experta asegura que sí es posible a través de terapia y la voluntad de ambos.
“Se trabaja en conjunto para ver qué fue lo que llevó a este tipo de infidelidad, qué se descuidó, cómo cerrar esos capítulos de sus vidas y encontrar soluciones que beneficien a su hogar”.